Cataluña

La Cámara de Barcelona defiende la eólica marina para lograr los objetivos climáticos de 2050

  • Calcula que sin ella debe ocuparse el 17,9% de Cataluña con molinos y placas solares
  • Estima en 59.000 millones la inversión necesaria e insta a desbloquear los parques renovables

La Cámara de Comercio de Barcelona ha advertido este miércoles que, para garantizar un modelo eléctrico 100% renovable en 2050, Cataluña tendrá que disponer entonces de una potencia adicional de 62.980 MW, lo que requeriría ocupar un total de 576.254 hectáreas (el 17,9% del territorio catalán) con instalaciones de energía renovable, por lo que para reducir este impacto sobre el terreno "es indispensable desarrollar energía fotovoltaica en tejados y probablemente eólica marina".

Así lo recoge un monográfico del servicio de estudios de la entidad cameral, que clama por superar las trabas administrativas y vecinales a las energías renovables si Cataluña pretende cumplir los objetivos de ser un territorio libre de emisiones en 2050, como marca la Unión Europea. En este sentido, esgrime que, en el mar, las eólicas trabajan a toda máquina la mitad del tiempo, mientras que en tierra firme trabajan sólo un cuarto del tiempo.

Para lograr las metas climáticas, estima una inversión bruta necesaria en Cataluña de 59.024 millones de euros en producción fotovoltaica (60%) y eólica (40%) entre 2022 y 2050, en un reparto anual creciente a lo largo del tiempo que ve exigente pero posible. Se prevé una inversión inicial de 789 millones en este año 2022, y de 3.038 millones en 2050.

Estos cálculos suponen que Cataluña tendrá que invertir en media el 0,67% anual del PIB entre 2022 y 2050 si quiere conseguir un sistema eléctrico 100% procedente de fuentes de energía renovables, pero en Cataluña no se abren nuevos parques desde 2013, con 13 GW de proyectos pendientes sobre la mesa. Los proyectos sin resolver representan el 94,5% de la capacidad energética que según la hoja de ruta cameral debería instalarse de aquí al 2030.

El documento indica que, para satisfacer los compromisos climáticos, será necesario acelerar por veinte el descenso anual histórico de las emisiones per cápita hasta 2050, y además de electrificar la generación con renovables, deben mejorar los indicadores de eficiencia energética en el consumo.

Cataluña debería disponer de una potencia instalada en energías renovables en el año 2050 de 67.071 MW, y en el año 2030 de 17.849 MW, frente a los 4.092 MW de potencia instalada en energías renovables en 2020.

Método de cálculo

La estimación de la cifra de inversión necesaria no incluye el montante adicional de inversión que se requerirá en capacidad de almacenamiento de energía para poder atender la demanda con la nueva capacidad de generación, dado el de carácter discontinuo de las fuentes renovables.

Además, toma como constante para todo el periodo el coste medio de instalación de renovables en 2022, de 737 euros por kW. Si los costes de instalación disminuyen a una tasa anual del 2,3% hasta 2050, la inversión bruta necesaria se reduciría hasta los 39.602 millones, el equivalente a una inversión media anual en porcentaje del PIB del 0,46%. Por otro lado, si se considera sólo la inversión neta (descontando la inversión por sustitución de los activos amortizados), ésta alcanzaría los 44.229 millones en vez de 59.000.

La presentación del estudio de la Cámara de Barcelona llega tras una década perdida en Cataluña por las trabas normativas a los parques de energías renovables, y tras cambios legislativos enfocados al autoconsumo y que mantienen el cuello de botella burocrático para los parques, mientras persiste la oposición ciudadana a la eólica tanto terrestre como marina.

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