Empresas y finanzas

Cataluña tiene más de 10.000 MW renovables a la espera de 'Govern'

  • El sector teme la moratoria pactada entre ERC y la CUP tras una década perdida
Energía renovable. Archivo.
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El sector de las energías renovables aplaudía en noviembre de 2019 el decreto de la Generalitat que acababa con una década de parálisis en Cataluña por una normativa altamente restrictiva, pero la alegría ha durado menos de un año y medio, en el que la Generalitat ha recibido peticiones para instalar parques eólicos y fotovoltaicos por una potencia conjunta que supera los 10.000 MW, según los datos de la ponencia de energías renovables de la administración catalana.

Sin embargo, cuando todavía no ha sido autorizado ningún proyecto con la normativa estrenada en 2019 para agilizar la implantación de generación eléctrica limpia, debido a los prolongados plazos de tramitación, ERC y la CUP han acordado "una moratoria de grandes proyectos de impacto territorial negativo" en su pacto para sacar adelante esta legislatura -todavía sin presidente más de dos meses después de las elecciones del 14 de febrero-.

El anuncio ha caído como un jarro de agua fría en el sector, que critica la ambigüedad de la frase y teme que se perpetúe la parálisis iniciada en 2010 con una moratoria concebida a la espera de una Ley de Transición Energética que los republicanos y antisistema prevén para "antes de 2022". De hecho, la moratoria ha sido criticada también por el consejero catalán que tiene las competencias de medio ambiente, Damià Calvet, de Junts per Catalunya, convirtiéndose en un punto de discrepancia más entre las dos formaciones independentistas que aspiran a cerrar una alianza para formar gobierno autonómico.

También la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, aseguraba el viernes que "sorprende que en Cataluña el peso de las renovables esté por debajo de España". Recordó que el 30% de la energía generada en España y el 20% de la consumida son energías renovables, mientras que en Cataluña estos porcentajes descienden hasta el 20% y el 5%, respectivamente, por lo que "no se corresponden al peso, población y estructura económica de Cataluña en España", recogía Europa Press.

Cataluña cuenta actualmente con con 46 parques eólicos, que suman una potencia de 1.269 MW, y 2.807 instalaciones fotovoltaicas por 344 MW, muy lejos del objetivo de 4.000 MW eólicos y 6.000 fotovoltaicos para 2030 y los 12.000 eólicos y 36.000 MW fotovoltaicos de meta para 2050, cuando deberían haber cerrado todas las centrales nucleares catalanas.

Desde noviembre de 2019 hasta la semana pasada, la Generalitat ha recibido solicitudes para unos 300 proyectos fotovoltaicos y más de 140 eólicos. Entre los eólicos se incluyen cinco grandes proyectos que se tramitan a través del Gobierno central porque su potencia es superior a 50 MW, todos correspondientes a Green Capital Power y que suman entre los cinco 390MW con 60 aerogeneradores.

En total, los proyectos eólicos que quieren implantarse en Cataluña suman 1.103 nuevos aerogeneradores con una potencia de 5.458 MW, mientras que hay peticiones para colocar placas fotovoltaicas en 9.756 hectáreas con una potencia conjunta de 5.133 MW, pero hay una parte que ya no ha pasado el primer cribado de la Generalitat (ver gráfico), aunque los promotores de los proyectos denegados pueden presentar recurso. Asimismo, el Govern ha puesto condiciones a un tercio de las solicitudes viables para poder comenzar la tramitación, en el caso de las eólicas, y al 90% de las fotovoltaicas.

De todas ellas, de momento solo han iniciado la tramitación con su publicación en el DOGC dos proyectos fotovoltaicos de 3 y 5 MW respectivamente, según ha explicado a elEconomista el gerente de Eoliccat, Juan Morron, y desde este punto todavía pueden pasar 14 meses hasta que puedan comenzar las obras, si son finalmente autorizados.

Los primeros parques eólicos que se construirán son tres que solicitó Naturgy en 2011

Por lo que respecta a los parques eólicos, los primeros que verán la luz son los tres que solicitó Naturgy en la Terra Alta (Tarragona) hace una década, con la normativa anterior, de 30 MW cada uno y con trabajos preparatorios de las obras iniciados este marzo en dos de ellos, aunque todavía esperan resolución de un contencioso administrativo presentado por la entidad DO Terra Alta.

Morron confía en que "se imponga el sentido común" en el próximo Govern y no se aplique una moratoria justo cuando los inversores habían recuperado la confianza en Cataluña. Incide en la necesidad de tener un relevo a las nucleares y en la generación de empleo y riqueza que acompaña a las nuevas instalaciones renovables en su construcción y mantenimiento y en pago de impuestos que también benefician a los municipios donde se ubican.

Asimismo, han mostrado su rechazo a la moratoria por considerarla contraproducente desde el Clúster de la Energía Eficiente de Cataluña (CEEC), desde la patronal Pimec y desde cinco colegios profesionales catalanes de diversas ramas de la ingeniería.

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