Foment del Treball ha presentado este martes el grupo de expertos tributarios sobre fiscalidad en Cataluña que trabajará durante ocho meses para presentar a finales de octubre un libro verde con propuestas de cambios en impuestos propios y cedidos, tasas y gasto público con el que conseguir una "fiscalidad competitiva" frente a la presión "excesiva" actual, según ha explicado el presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, que ha bautizado al grupo como G50.
Con todavía la puerta abierta a incorporaciones, el grupo nace con 46 miembros de Foment, bufetes de abogados, consultoras, ex responsables políticos, académicos, colegios profesionales, entidades empresariales y juristas, y en sus trabajos incluirá una comparecencia al mes de exconsejeros de la Generalitat, miembros de la magistratura y empresarios, entre otros, para conocer diferentes puntos de vista.
Bajo la coordinación del economista Valentí Pich, que lidera la comisión de Economía y Fiscalidad de Foment, plantea cuatro grandes áreas de trabajo, empezando por un análisis económico general de la fiscalidad en Cataluña para determinar el esfuerzo fiscal que realizan familias y empresas, su impacto en el desarrollo de la actividad empresarial y una comparativa con otros territorios.
Asimismo, entrará al detalle de figuras impositivas concretas, como el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP-AJD); sucesiones; patrimonio; IRPF; tributación del juego; impuestos ambientales -que la patronal pide hacer compatibles con el desarrollo industrial-; bebidas azucaradas; tasa turística, y tasas y precios públicos, como el canon del agua y el gravamen de protección civil.
El grupo de expertos también abordará el análisis y propuestas sobre la acción de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) respecto a la protección de los derechos del contribuyente y encontrar fórmulas para cooperar y reducir la litigiosidad, y la patronal pretende completar los trabajos con análisis y propuestas sobre el gasto público, para que respete los principios constitucionales de eficiencia y economía, ha explicado Manel Silva, abogado y consejero de Presidencia de Foment.
Competencia global
Sánchez Llibre ha incidido en que "los catalanes no vivimos aislados del resto de España, Europa y el mundo. Estamos en un mundo global que requiere una fiscalidad competitiva para atraer inversiones y que las empresas puedan invertir para generar riqueza y redistribuirla para reforzar la cohesión social".
Sin embargo, desde Foment consideran que las familias y empresas de Cataluña pagan "muchos más impuestos que el resto de ciudadanos de España, y muchos más que en Madrid", y sufren "un exceso de presión fiscal".
"La Generalitat ha implementado una política fiscal excesiva en impuestos y con excesiva creatividad en la creación de impuestos que hacen que no seamos competitivos para generar riqueza", ha reprochado, y ha defendido "implementar en la Generalitat y el Estado una política fiscal competitiva que vaya acompañada de una evaluación del gasto público".
Sánchez Llibre ha recordado algunos ejemplos, como que si un catalán compra una vivienda de segunda mano, paga un 65% más de ITP que un madrileño, y que en los tramos autonómicos del IRPF, los tipos mínimos que pagan los catalanes son un 23,5% más elevados que los que pagan los ciudadanos madrileños, y en los máximos es un 24% más.
Además, Cataluña ha impulsado 15 impuestos propios, más uno actualmente en elaboración para los grandes barcos, mientras Madrid tiene "cero".
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