Economía

La resurrección de los salarios más bajos pone en alerta a la Fed: el mercado laboral se calienta en un sector clave

  • Los salarios repuntan en el sector del ocio y la hostelería hasta el 7% anual
  • La creación de empleo se concentra en los sectores de mayor crecimiento salarial
  • La inflación en los servicios se mantiene al alza y no da señales de tregua
Trabajador de una pizzería en EEUU. Foto: iStock

En marzo de 2022, el crecimiento de los salarios en la economía de EEUU comenzó a moderarse. Aunque la creación de empleo sigue siendo sorprendentemente fuerte y las vacantes se mantienen cerca de máximos históricos, el crecimiento anual de los sueldos ha caído desde casi el 6% hasta el 4,4% en enero de este año. Una tendencia, que salvo en pequeñas pausas de un mes, se ha mantenido, lo que ha permitido a la Reserva Federal levantar el pie del acelerador de las subidas de tipos y casi descartar una espiral precios-salarios (el escenario más temido por la Fed). Sin embargo, en los últimos meses se ha podido ver una nota discordante dentro de los salarios. Hay un sector, cuyo peso en el empleo es notable, donde los salarios llevan tres meses consecutivos al alza, aunque aún no es alarmante, algunos expertos comienzan poner el foco y a analizar el posible impacto de este sector en la economía en su conjunto y en las decisiones de la Fed.

El sector es el de la hostelería y el ocio, que emplea a 16,5 millones de trabajadores y ha superado recientemente en peso al sector del retail, que históricamente generaba más trabajo en EEUU. No obstante, lo que más destaca de la hostelería y el ocio (alojamiento, restaurantes, cafeterías, otros servicios de alimentación, planificación de eventos, parques temáticos, transporte y otros productos y servicios orientados al turismo) es la tendencia de los salarios y de las vacantes de empleoque superan ya los 1,9 millones en el sector (puestos de trabajo que no se cubren).

Tras presentar el mayor crecimiento entre todos los sectores durante 2021, la remuneración por hora de estos trabajadores comenzó a moderarse en 2022 junto al del resto de la economía, llegando a quedarse en el 6,4% hace cuatro meses. Sin embargo, desde entonces, los salarios no han parado de aumentar en este sector (hasta alcanzar el 7%, como se puede ver en el gráfico), a la vez que la creación de empleo se ha intensificado.

Esta tendencia podría estar 'ocultando' un mayor crecimiento de los salarios por lo que se conoce en argot económico como efecto composición. Aunque los salarios están creciendo más en los sectores peor pagados, estos siguen siendo de lejos los más bajos de todo el mercado en términos absolutos. A medida que los trabajadores de estos sectores peor pagados ganan peso en el empleo total de EEUU, la media de los salarios cae, pese a que la realidad es que la remuneración de los trabajadores están creciendo con fuerza.

Efecto composición

Un ejemplo numérico. Imagine una economía con cuatro empleados: un ingeniero industrial que cobra 4.000 euros al mes, un ingeniero informático que cobra 3.000, un vendedor de bicis que cobra 2.000 y un camarero que cobra 1.000. El salario medio de la economía es 2.500 euros en dicho mercado laboral.

Al mes siguiente se crean dos empleos más, que son dos camareros que cobran 1.500 euros al mes, mientras que el resto de puestos de trabajo y salarios se mantienen constantes. Ahora el salario medio es de 2.166 euros al mes, lo que supone que los salarios medios han caído más de un 13% (aunque nadie está cobrando menos), cuando en realidad lo que ha ocurrido es que se ha producido un cambio de composición en el empleo (ahora hay más camareros), aunque el sueldo de los camareros ha subido un 50%, como eran empleos 'mal pagados', han distorsionado el salario medio de la economía.

Desde Oxford Economics se hacen eco de este fenómeno y explican "el ocio y la hostelería lideraron la contratación el mes pasado, con 128.000 nuevos trabajadores. Según el Banco de la Reserva Federal de Atlanta, las nóminas en las industrias que emplean a trabajadores con ingresos inferiores al promedio aumentaron en 333.000 en enero, en comparación con un aumento de 133.000 de los sectores con salarios más altos. Por lo tanto, el aumento en los ingresos promedio del mes pasado se inclinó a la baja por la mayor concentración de trabajadores con salarios más bajos", sostienen estos expertos.

La Fed está en alerta

"Con todo, es probable que la Fed no esté contenta con el último informe de empleo, ya que su misión de frenar la inflación está vinculada a la solidez del mercado laboral, en particular el componente salarial... Aunque los trabajos con salarios más bajos tuvieron una mayor influencia en el aumento general, esos trabajadores siguen recibiendo aumentos considerables. Durante el último año, los ingresos promedio en ocio y hotelería crecieron un 7%, muy por encima del aumento promedio general del 4,3%. Y mientras este último se está desacelerando, el primero se está acelerando", advierten los economistas de Oxford Economics.

Desde Datatrek, los analistas Nicholas Colas y Jessica Rabe ponen en alerta al banco central: "Los sectores del ocio y la hostelería y del comercio y el transporte representan más de una cuarta parte (29%) de la población activa estadounidense y ambos registraron un crecimiento salarial récord a finales del año pasado. Esto supone un grave problema para la inflación de los servicios". Este último indicador se ha convertido en uno de los de referencia para la Fed.

"Es importante destacar que el mayor crecimiento de los salarios se está produciendo, precisamente, en los sectores que tienen la mayor necesidad de trabajadores (servicios de ocio y hotelería y salud) y donde la escasez de mano de obra sigue siendo aguda, ya que el empleo se mantiene por debajo de los niveles previos a la pandemia. El desequilibrio entre la oferta y la demanda debería mantener la presión alcista sobre los salarios en esos sectores, independientemente de la dirección del empleo total", comentan los analistas de Oxford Economics.

No obstante, el tono del mercado laboral es fuerte en general, más allá del ocio y la hostelería. Desde Bank of America Merrill Lynch apuntan en una nota que "en general, el informe de empleo de enero sorprendió al alza, no solo en términos de revisiones de meses anteriores, que revelaron un ritmo de contratación más fuerte en 2022 que el informado anteriormente, sino también en el empleo de enero, que aumentó en un asombroso 517.000 nóminas... los datos de empleo plantean la pregunta de si la economía se está reacelerando de cara a 2023".

Aunque se ha producido cierta moderación en los principales indicadores de salarios (desde el Índice de Costes Laborales, que se desaceleró en el pasado trimestre, hasta los ingresos medios por hora del informe de empleo, también en fase de desaceleración), la tendencia de fondo hallado en el sector del ocio y la hostelería llama la atención. En el propio informe de enero de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo se recoge que el sector registró una creación neta de 128.000 puestos tras lecturas de 123.000 en noviembre y 64.000 en diciembre. Son tres lecturas muy potentes.

No hay una explicación clara a este fuerte repunte en enero. Uno de los pocos puntos en común entre los analistas ha sido destacar un clima benigno impropio de enero como factor potenciador. "Fue el sexto enero más cálido registrado desde 1900, lo que probablemente favoreció el empleo en sectores sensibles a las condiciones meteorológicas, como la construcción", subraya Antti Ilvonen, analista para EEUU de Danske Bank.

La cuestión climática también la compra James Knightley, de ING: "Este mes de enero ha sido más cálido y ha nevado menos que la media de los últimos 20 años, por lo que la construcción, la minería y la perforación se han visto menos afectadas y la gente ha salido más a gastar dinero. Esto sugiere que también deberíamos anticipar unas ventas minoristas y una producción industrial fuertes para enero. Hasta ahora, febrero ha sido mucho más frío". 

Según los cálculos de Knightley, normalmente, en enero se pierden entre 2,7 y 3,1 millones de puestos de trabajo. "Estas pérdidas estacionales de empleo se deben en parte al final de la temporada de vacaciones, ya que en enero la gente gasta menos en el comercio minorista, el ocio y la hostelería, y las empresas suelen despedir personal en estas fechas. Además, las temperaturas invernales y la nieve limitan la capacidad de los trabajadores para trabajar al aire libre, lo que afecta al sector de la construcción, la minería y la extracción de petróleo y gas", explica. Eliminando en su modelo el año 2020 debido a las oscilaciones causadas por la pandemia durante ese año, aunque en enero de ese año se produjo una caída del empleo de 2,8 millones, sobresale el dato del primer mes del año este 2023: solo se perdieron 2,5 millones de puestos de trabajo. "Tenemos que remontarnos hasta 1995 para encontrar un mes de enero en el que se perdieran menos puestos de trabajo", enfatiza Knightley para remarcar la particularidad de este enero.

Para el economista de ING, la fortaleza de enero en la cifra de nóminas no agrícolas se debe esencialmente a que se ha despedido a menos gente y no a un aumento significativo de la contratación. Esta opinión la ve respaldada por los datos de empleo de Homebase, una herramienta de planificación laboral y seguimiento del tiempo de trabajo utilizada por decenas de miles de empresas locales que suelen ser de propiedad individual y se dedican principalmente a la restauración, el comercio minorista y los servicios personales.

"Estas pequeñas empresas han tenido dificultades para contratar, por lo que también puede haber cierto grado de acaparamiento de mano de obra, por temor a que si despiden a trabajadores no puedan contratarlos cuando el negocio vaya mejor. Esto es coherente con el descenso observado en las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo, aunque las solicitudes continuas se mantienen estables: no hay contrataciones, hay menos despidos", plantea el analista. "Si no se trata de acaparamiento, entonces deberíamos estar preparados para un clima más frío en febrero que signifique que los despidos estacionales simplemente se han retrasado de enero a febrero", concluye.

"Muchos de estos aumentos en las cifras se deben a que las empresas mantienen en plantilla a trabajadores estacionales que normalmente despedirían", ha señalado recientemente Diane Swonk, economista jefe de KPMG para EEUU. "Se trata de una gran acumulación de mano de obra, en todas partes, desde el ocio y la hostelería hasta el comercio minorista y la construcción".

La Fed no tiene otra que mantenerse vigilante. La subida de los salarios en los sectores peor remunerados es positivo para combatir la desigualdad de rentas en EEUU, pero a su vez puede potenciar la inflación core, puesto que los trabajadores que se benefician de estos menores salarios presentan una mayor propensión al consumo, es decir, gasta una mayor porción de cada dólar extra que ingresan frente a los trabajadores con salarios más altos (presentan una mayor propensión al ahorro). Esto puede ser un revitalizador de la economía y retroalimentar la creación de empleo, los salarios y a su vez la inflación.

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