La inflación prosigue su moderación tras el dato provisional de noviembre que la sitúa en un 6,8%. Esta tasa todavía es significativamente alta en comparación con las del año pasado y los efectos de la subida de los precios se siente especialmente en la cesta de la compra. Por eso hay que combatir esos incrementos en todos los campos posibles.
Uno de los aspectos en los que el ciudadano puede luchar contra la pérdida de poder adquisitivo que provoca la inflación es en la gestión de su cuenta bancaria y, en concreto, en el dinero que guarda en ella. La tendencia habitual es la de depositar todo el dinero que ahorramos en la cuenta y dejarlo allí hasta que se necesite. Una práctica con efectos negativos en tiempos de inflación.
La razón es sencilla: el dinero depositado en la cuenta y que se va ahorrando mes a mes va perdiendo valor poco a poco. Por ejemplo, si un ciudadano tenía 10.000 euros ahorrados en la cuenta en 2021 será bastante probable que en ese momento pudiese comprar 'más cosas' que en la actualidad. Y eso es una pérdida de poder adquisitivo que se suma a la que sufren nuestros salarios, pensiones...
La Organización de Consumidores y Usuarios ha hecho en su página web un llamamiento a la ciudadanía para gestionar de forma más eficaz sus cuentas bancarias y luchar así contra esa pérdida de poder adquisitivo que provoca la inflación. La clave está en regular el dinero que se guarda en esas cuentas y cómo usarlo de forma correcta.
El organismo apuesta por mantener el dinero justo en la cuenta corriente y poner 'a trabajar' el resto. De esa forma, el ciudadano se asegurará hacer frente a los pagos comunes y podrá disponer de un fondo de emergencia y, mientras tanto, aspirará a obtener intereses y rendimiento con el resto de su dinero, de tal manera que frenará la sangría de poder adquisitivo.
Para la OCU lo ideal es dejar en la cuenta bancaria la cantidad de dinero equivalente a tres meses de salario. Con ella se podrán pagar facturas, vivir en el día a día y tener un colchón de seguridad en caso de gastos inesperados o de emergencia. Es lo que la organización denomina como 'reserva de liquidez'.
A qué debes destinar el dinero fuera de la cuenta corriente
El dinero restante se podrá destinar a otros menesteres para poder sacarle rendimiento. La OCU recomienda no dejarlo en la cuenta corriente y apostar por diferentes opciones en función del tiempo que se pueda prescindir del dinero. En todo caso, insiste la OCU, hay que tratar de evitar que el dinero permanezca en la cuenta bancaria, ya que "prácticamente ninguna entidad las premia con intereses".
Si el ciudadano puede prescindir del dinero durante un año, lo más recomendable es la opción de un depósito a un año. Eso sí, en este caso será imprescindible no tener que usar el dinero, ya que en muchas ocasiones de lo contrario hay que pagar penalizaciones que anularán el beneficio obtenido en intereses.
En el caso de que el ciudadano pueda prescindir durante más tiempo de ese dinero la OCU apuesta por productos financieros con plazos de entre cinco y diez años con los que, aunque pueden llegar momentos de pérdida, se tienen rendimientos asequibles.
Con todo, el ciudadano debe tener en cuenta que la normativa obliga al Fondo de Garantía de Depósitos a cubrir solo 100.000 euros en caso de quiebres bancarios, por lo que la OCU recomienda depositar un máximo de 100.000 euros en cada banco.