Economía

La euforia turística desborda a las aerolíneas: temen contratar en exceso por si la demanda se desinfla

  • Algunos aeropuertos se plantean limitar el número de asientos en verano
  • Hay miles de vacantes que cubrir en las aerolíneas y la demanda 'aprieta'...
  • ... pero las compañías temen reforzar personal de más por la inflación
Foto: iStock

Verano, vacaciones, pocas restricciones por covid vigentes... El final de la pandemia en su versión más dura parece confirmarse y el turismo se erige como salvador de las economías. Las reservas están en máximos, como las ganas de salir. Pero hay un factor que puede dar al traste con esta euforia turística: la inflación. La incesante subida de los precios está inoculando la duda en las aerolíneas de si cubrir los puestos que quedaron vacantes en la pandemia por si la abrumadora demanda se desinfla.

Aunque la temporada estival no ha comenzado todavía, los aeropuertos ya se han visto desbordados por los viajeros como consecuencia de la falta de personal. Hace 10 días, Barajas experimentaba aglomeraciones y largas colas de pasajeros porque no había agentes suficientes en los controles de pasaportes.

La reapertura de fronteras y la fiebre por viajar ha pasado ya factura en aeropuertos de otros países de Europa, como Reino Unido (que vivió semanas caóticas a finales de mayo coincidiendo con el Jubileo) Países Bajos o Francia, y se expande por diferentes aerolíneas. La alemana Lufthansa, por ejemplo, se ha visto abocada a cancelar cientos de vuelos ante la imposibilidad de gestionar las operaciones con normalidad.

Australia, India, Singapur... Fuera de las fronteras europeas, el guion se repite de manera generalizada. El problema es común y tiene el mismo origen. Miles de pilotos, tripulantes de cabina o auxiliares de tierra se quedaron sin trabajo durante la pandemia.

El problema de las vacantes y sus dos derivadas

¿Y si se reincorporaran todos no se solucionaría el problema? En este punto intervienen dos derivadas: por un lado, muchos de esos trabajadores se niegan a volver a sus antiguos puestos (esta es la base de la 'gran dimisión' que afecta sobre todo a EEUU) y, por otro, la inflación está descafeinando el optimismo con el que se esperaba el fin de la crisis sanitaria. Las aerolíneas tienen miedo de contratar de más porque dudan  cuánto va a durar el boom de los viajes. Se mueven bajo la hipótesis de que si los precios siguen subiendo, la gente podría elegir quedarse en casa o no salir de su país ante un esfuerzo económico cada vez mayor.

Si esto último ocurre después de recuperar todos sus aviones inactivos y contratar de manera agresiva (aún económicamente tocadas por el parón de la pandemia), podrían pecar de exceso más adelante, tanto en términos de flota como de mano de obra. Ahora las tarifas están por las nubes, pero pasado el verano previsiblemente deberán bajarlas ante la reducción de los niveles de turismo. Y tener trabajadores de más previsiblemente obligaría a tomar medidas de ajuste de nuevo.

A este respecto, Robert Mann, jefe de la consultora de aviación RW Mann & Co, indica en declaraciones a Bloomberg que "los márgenes de las aerolíneas se deteriorarán" cuando pase el verano, por lo que tendrán que organizar los calendarios de vuelo que podrán asumir entonces.

Algunos aeropuertos optan por reducir el número de vuelos

Esta disyuntiva también la sufren los aeropuertos. Schiphol (Amsterdam) y Gatwick (Londres) han anunciado que limitarán el número de vuelos incluso durante el período de mayor pico de vacaciones. Este último ha concretado en un comunicado que reducirá el número de vuelos diarios en julio a 825 y a 850 en agosto, frente a los 900 registrados a diario en los mismos meses de años anteriores, ante la falta de personal para gestionar el volumen de pasajeros.

No hay que olvidar otros factores que pueden alimentar la congestión de los aeropuertos si no se refuerza el personal: las huelgas. Los tripulantes de cabina de pasajeros de Ryanair en España han convocado paros los días 24, 25, 26 y 30 de junio y 1 y 2 de julio ante la falta de acuerdo en la negociación del convenio colectivo en el que esperan mejorar sus condiciones salariales.

Desigual recuperación en el turismo

En el caso concreto de España, el sector del turismo se está recuperando del letargo pandémico en distintas magnitudes según la actividad. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre del año las actividades relacionadas con el turismo sumaron 349.730 empleados con respecto el trimestre anterior, la ocupación subió 16,8% sobre el año anterior y la tasa de paro se redujo hasta el 11,8%.

Sin embargo, en el caso concreto del transporte de viajeros la mejoría no se está dando todavía. Fue la única rama del sector donde la ocupación no avanzó sino que se redujo (-7,1%). Tampoco es motivo de celebración el número de desempleados: mientras en servicios de alojamiento, servicios de comidas y bebidas y otras actividades turísticas descendió por debajo de niveles de 2019, en transporte de viajeros se mantuvo igual.

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