
El turismo es el motor económico que mueve a España y, por ello, el verano es una de sus grandes fechas. Sin embargo, el de 2022 será realmente especial para miles de empresas de todo el país, pues lo han marcado en su calendario como la auténtica prueba de fuego para ver si, dos años después del covid y con la pandemia contenida, ya pueden cantar victoria. Tras más de 800 días paralizados y lastrados en fechas clave de facturación, el objetivo es lograr las cifras de 2019, lo que implicaría que el principal sector del país ya podría pensar en operar a pleno rendimiento.
Sin embargo, aún con el covid contenido, los hoteles, bares, restaurantes, aerolíneas… etc ven que hay importantes focos de incertidumbre que hacen que la 'vuelta a la normalidad' no esté ni mucho menos asegurada.
El verano que salvará España
El Gobierno de España cree que el turismo será un elemento clave para marcar el rumbo de la economía este mismo año, pues este sector supone más del 12% del PIB total del país. En sus previsiones en el Plan de Estabilidad 2022-2025 el Ejecutivo explica que "junto al impacto de la guerra, el segundo factor que marcará el crecimiento económico en 2022 será la recuperación de la actividad turística. A pesar del impacto limitado de Ómicron, se espera alcanzar en el conjunto del año el 80% de la actividad turística registrada en 2019, tras alcanzar en 2021 una actividad turística superior al 50%". De lograr este objetivo según Exceltur se lograría recuperar 50.561 millones de euros para la economía española.
Para lograr esta meta, uno de los hitos fundamentales es lo que suceda este verano. Conseguir buenas cifras en los meses de julio, agosto y septiembre es clave para el devenir de un sector que viene crecido tras los buenos datos de Semana Santa, que entre las firmas del sector han disparado el optimismo para lograr superar sus registros de 2019. Concretamente, se logró una recuperación de la demanda cercana al 90% de los tiempos precovid, con la llegada de 6,1 millones de turistas en abril, diez veces más que en 2021. Esto llevó a que los turistas internacionales gastaron aproximadamente 7.000 millones de euros en abril y los españoles alrededor de 5.000 millones. Las estimaciones de Exceltur para el tercer trimestre del año, en el que se encuadra el verano, apuntan a que España se quedará muy cerca de recuperar el PIB turístico perdido. Concretamente sus previsiones apuntan a que estará un 5,8% por debajo y del 4,8% para el total del año.
"Un buen verano en términos de turismo supondría un impulso clave para la recuperación y, sobre todo, para una reactivación sólida de la economía española" afirma Alberto Puente, socio de Financial Advisory de Deloitte. En ese sentido, añade que "la expectativa del turismo es la de alcanzar y, en algún segmento concreto (como el del alojamiento vacacional) o incluso superar los niveles previos a la pandemia". Sin embargo apuesta a que en otros aspectos como la restauración se seguirá ligeramente por debajo.
Por su parte, Miguel Flecha, managing director de Travel Accenture en Europa, afirma que "después de la peor crisis de la historia para el turismo, está claro que el verano va a ser muy positivo, ya estamos viendo ejemplos como la saturación reciente en algunos aeropuertos españoles, donde la afluencia de viajeros es superior a la capacidad existente". El experto afirma que "el foco de las compañías del sector durante los meses pasados ha estado centrado en capturar la demanda creciente y en recuperar sus capacidades de operación de negocio para ir volviendo progresivamente a la normalidad".
Por su parte, Antonio Ramos, socio consultor de Adeitur es más escéptico y cree que "una posible crisis económica mundial está provocando una restricción en la planificación de viajes" y, debido a ello, "el gasto medio por turista creemos que pueda volver a evolucionar a la baja, lo que hará que los negocios turísticos no puedan elevar demasiado sus precios y pierdan rentabilidad". Pese a todo habla claramente de que el turismo crecerá con fuerza y "será la salvación y el elemento de resistencia ante la situación macroeconómica actual".
El experto añade que, "a pesar de que España es un país refugio, alejado del conflicto y atractivo para la demanda extranjera", el mercado exterior "tardará en recuperarse porque la guerra provocará nuevamente la decisión de optar por el turismo de cercanía" y esto alejará a muchos potenciales turistas, especialmente los asiáticos.
Todo lo que ocurra este periodo estival depende de la llegada de turistas a España desde el exterior. Según datos de Forwards Keys, los viajeros a través de avión rumbo al país estarán un 30% por debajo de las cifras prepandemia y serán los del Reino Unido los turistas que liderarán las llegadas a España. Sin embargo, esto se compensa con una mayor movilidad de visitantes nacionales, dejando las cifras totales realmente cerca de la era anterior a la enfermedad.
Según datos del INE, entre los meses de julio y agosto de 2021, la llegada de turistas internacionales fue de 9,5 millones y se gastaron en el país cerca de 11.000 millones de euros. En 2020 apenas se llegó a los 5 millones. El gran objetivo de España es duplicar de nuevo las llegadas para que, tal y como pasara en el año 2019, en estos 60 días España puede celebrar la llegada de más de casi 20 millones de viajeros que dejaron aquí cerca de 23.000 millones, como ocurrió en el año previo al covid.
La hostelería prevé facturar 26.000 millones
La hostelería con los bares a la cabeza es uno de los negocios que más ha sufrido los últimos dos años y que más se ve beneficiado por la llegada masiva de visitantes cada periodo estival. El sector viene de una sangría por el covid que ya se ha materializado en un gran número de quiebras y cierres. Los que han aguantado para vivir el verano de 2022 se encuentran con un panorama plagado de desafíos pero también de esperanzas.
En el primer trimestre del año se rozaron las cifras de pandemia según Hostelería de España, con un alza del 86,3% respecto al año anterior y con solo un 15% por debajo de 2019. Ahora desde la patronal creen que se superarán las cifras de prepandemia este verano. Su presidente José Luís Yzuel explica que "se van a alcanzar esas cifras e incluso se superarán". A pesar de que los turistas de largo radio como los asiáticos o los norteamericanos aún no volverán con la afluencia de antes "creemos que los visitantes de países más cercanos se incrementarán a niveles mejores que antes de la pandemia y el turismo interno también crecerá con fuerza". En ese sentido cree que la guerra de Ucrania, lejos de desincentivar la llegada de visitantes, la reforzará porque "somos un destino muy seguro y la gente que viajaría a países como Turquía o fuera de la UE verán España como una mejor opción con esta crisis".
Las previsiones de la patronal para el mercado de 2022 es que se logre una facturación superior a los 26.000 millones de euros entre julio y agosto. Cifras superiores a las prepandemia y por supuesto, ostensiblemente mejores a las de 2021, que se situaron en los 21.000 millones en estos dos meses.
"Es imposible que la situación actual no se traslade a los precios finales con subidas"
A pesar de ello, esta buena facturación no será necesariamente un mejor escenario para los hosteleros que el de 2019. Los empresarios del sector alertan de que "hay que tener en cuenta que los márgenes de beneficio sufren un deterioro por la subida de los costes de la energía y de las materias primas".
En ese sentido desde la patronal creen que los consumidores tendrán que asumir una subida de precios dado el entorno macroeconómico. "Es imposible que la situación actual no se traslade a los precios finales", defiende Yzuel, pero "la hostelería tiene un buen margen de subida porque es un sector muy competitivo en los precios". En ese sentido, desde la patronal afirman que "la inflación está siendo un lastre muy importante" y frente a ello "hay que aumentar la rentabilidad" ya sea con alzas de precios o con "reducciones de costes que las empresas del sector ya están trabajando".
Lo mismo piensan desde la consultora Adeitur, pues afirman que, aunque ven problemas para subir precios en todas las áreas del turismo, en la restauración y hostelería "irremediablemente se deberán subir dada la situación actual, y esto, unido a la pérdida de poder adquisitivo del turista en general, puede provocar una restricción en este gasto, perjudicando la facturación de estos negocios".
Crisis del empleo veraniego
Los datos de la EPA muestran como el año 2019 el turismo daba un puesto de trabajo a más de 2,68 millones de españoles, una cifra que se redujo en 2020 a 2,2 millones (la mayoría en ERTE) y, tras un año de crecimiento sostenido, la Semana Santa de 2022 ha logrado el hito de superar el empleo prepandemia al llegar a los 2,5 millones de ocupados en el mes de abril, en un inicio del año en el que el sector turístico ha creado el 40% de los puestos de trabajo de España.
Con ese objetivo las previsiones son superar estas cifras este verano, donde todas las áreas del turismo ya reconocen que hará falta extender sus plantillas, supondrá un verdadero desafío debido a que hay un auténtico problema para las firmas a la hora de encontrar trabajadores. Desde la hostelería, el sector con más demanda de empleados, afirman que se requerirán como mínimo 100.000 personas para atender una demanda similar a la de 2019.
La patronal hostelera afirma que las ofertas llegan con cuentagotas. "Siempre ha faltado gente pero ahora es un problema serio pero lo que está pasando recientemente es sorprendente. Un negocio me comentó que tenían 5.000 propuestas al año de trabajo y este año solo han sido 1.500". El principal motivo para este cambio de paradigma es que "en épocas clave como verano solíamos contratar gente joven con un marco laboral flexible y ahora no hay tanta oferta de este segmento de la población".
"La temporalidad es inherente a nuestro sector porque tenemos que asumir picos de demanda concretos"
Desde el ministerio de Trabajo la propia ministra, Yolanda Díaz, afirmó que la falta de trabajadores se debe principalmente a "las malas condiciones laborales y las deficientes retribuciones". Desde sindicatos como UGT, afirman que la ministra "tiene razón y se ve en que a veces ni el 100% del salario da para pagar la vivienda". En ese sentido Unai Sordo reforzaba el argumento de la ministra añadiendo que "los puestos que se quedan sin cubrir, que no son tantos, tienen que ver con las pésimas condiciones salariales que se ofertan".
Según datos del INE la hostelería en uno de los sectores con sueldos peor pagados del país, con un salario medio de 1.119,5 euros. Al margen de la cifra que perciben estos empleos, Gobierno y sindicatos critican entre las malas condiciones laborales la temporalidad como uno de los principales problemas. Según datos de Turijobs el sector turístico es el que presenta una mayor temporalidad con un 43%. Randstad, por su parte, afirma que temporalidad en la hostelería es del 36%,
Desde la patronal de la hostelería creen que todas estas declaraciones que desde la patronal solo "demonizan al sector". El presidente, José Luis Yzuel, explica que "los salarios son los que marca el convenio, no salen de la nada". Respecto a la temporalidad desde la asociación creen que no entienden la naturaleza de este sector. "La plantillas son cada vez más quirúrgicas, necesitamos gente para trabajar en momentos concretos y a tiempo parcial, no contratos fijos, la temporalidad es inherente a nuestro sector porque tenemos que asumir picos de demanda concretos".
Los hoteles 'cerca' de 2019
El sector hotelero es otro de los han sufrido mucho estos dos años y creen que este verano pueden volver a acercarse a las cifras récord de 2019 y a superar uno de sus mejores años como fue el de 2015. Jorge Marichal, presidente de CEHAT explica que "estaremos seguro por encima de niveles de 2015 y cerca de los niveles de 2019". El motivo al que apuntan es que "hay una demanda contenida muy fuerte con el covid, la gente tiene muchas ganas de viajar llevan mucho tiempo sin salir".
En ese sentido desde DBK creen que en el cómputo global del año se situará en el 80% de los niveles precovid. Según la firma no se espera una recuperación anual a esos niveles hasta el año 2024 pero creen que en fechas clave como este verano pueden darse niveles de ocupación similares o incluso superiores a los prepandemia, tal y como pasó en Semana Santa. Sin embargo las previsiones están en el aire pues la demanda hotelera suele completarse con numerosas reservas de última hora que aún no es seguro si se alcanzará esta marca.
Lo que sí queda claro es que, aunque recupere la facturación previa, sentirán el golpe de la inflación en sus cuentas, reduciendo sus márgenes. Debido a ello es muy probable que se vean subidas de precios. Un ejemplo de esto es Paradores, que ya ha anunciado una subida del 8% en sus tarifas de cara a este verano. "Este será el primer verano en el que tengamos ya un tráfico de pasajeros normal, más cercanos a 2019, que hay que recordar que fue un año récord", ha señalado su presidente, Javier Gándara, en una rueda de prensa en la que se han presentado previsiones y balance del invierno.
Vuelven los aviones a pleno rendimiento
Y respecto a la aerolíneas, el optimismo no puede ser mayor. La patronal del sector ALA, que engloba a 80 compañías que operan en España, afirma que "la previsión de oferta de asientos para este verano está ligeramente por debajo que la oferta en el mismo período de 2019. En cuanto a la demanda de pasajeros es razonable pensar que alcancemos el 90% de los pasajeros que volaron en el último verano prepandemia tras recuperar el pasado mes de mayo el 88% de los pasajeros". A pesar de ello, advierten de que estas previsiones pueden venirse abajo miy rápido porque "están condicionadas a factores exógenos al sector aéreo como la evolución de la guerra de Ucrania, de la pandemia y de la inflación".
Uno de los grandes problemas es la posibilidad de colapsos en los aeropuertos por la llegada masiva de visitantes, tal y como ya ha pasado recientemente en Barajas, cuando el Gobierno tuvo que reforzar la presencia policial y las medidas para evitar esta aglomeración Desde ALA defienden que los aeropuertos de Aena y el gestor de tráfico aéreo Enaire "están preparados para dar respuesta a un incremento de actividad. Y confiamos que las medidas anunciadas por el Ministerio de Interior para agilizar los controles de pasaporte, con 500 efectivos policiales adicionales y con la activación de las máquinas automáticas para el control fronterizo de los pasajeros que proceden o van a Reino Unido, garanticen el tránsito fluido en estos pasos fronterizos".
Desde el gestor de navegación aérea, Enaire, hay un menor optimismo pues creen que no se llegará a las cifras prepandemia, pero casi. Hablan concretamente de recuperar el 93% del tráfico aéreo de 2019 y, en ese sentido, han iniciado procedimientos para reforzar su plantilla a la hora de asumir este aumento de la demanda de vuelos. Desde Aena concretan que hay una apuesta reforzada de los operadores turísticos por los destinos españoles debido a la mejora en la conectividad aérea. Una tendencia que llevan detectando desde mercados emisores para el inicio de la primavera, recuperando los niveles precovid (+1%) para las vuelos internacionales en abril y mayo, según Turespaña, -1,7% en abril para vuelos nacionales, según AECFA y en niveles pre-covid en verano de 2022.