Economía

Elvira Nabiúlina, de presentar su dimisión del Banco de Rusia a liderar la 'resistencia heroica' del rublo

  • La presidente pidió su marcha con la invasión
  • Ha logrado estabilizar la moneda, que cotiza en niveles pre-invasión
  • Llego al cargo en 2013 y ya van más de 3 crisis bajo su mando

24 de febrero de 2022, Putin anuncia oficialmente el comienzo de la invasión de Ucrania. La operación relámpago parece devastadora e imparable. En pocas horas ya hay videos de tanques rusos en Kiev y desde Estados Unidos se avisa de que la caída de la capital puede ser inminente. La victoria rusa parece asegurada. Sin embargo, la presidenta del Banco de Rusia, Elvira Nabiúllina, sabiendo que pase lo que pase vienen unas sanciones devastadoras desde Occidente, ofrece su dimisión, Putin la rechaza. A los pocos días el rublo pierde un 40% de su valor acosado por las medidas de Biden y la Unión Europea.

Más de dos meses después de la invasión el ejército ruso se retira de la provincia de Kiev y replantea la guerra centrándose en el este ante los problemas logísticos y militares que se han encontrado. Ucrania resiste y el ejército ruso está, por el momento, atascado con más de 1.300 bajas según el Kremlin y 15.800 según Ucrania. Sin embargo, el rublo cotiza solo un 1% por debajo de sus cifras previas a la invasión y en varios momentos de la jornada ha llegado a estar por encima.

Elvira Nabiúllina ha pasado de pedir su dimisión, a liderar una 'defensa heroica' del rublo. La figura de esta economista tártara y antigua asesora del Kremlin se está alzando como una de las más importantes para entender el conflicto de Rusia contra Ucrania. La presidenta ahora se postula para un nuevo mandato de cinco años, tras ser nominada hace dos semanas. Sería su tercera etapa al frente de la institución.

¿Quién es Elvira Nabiúllina?

Nacida en Ufá, ciudad cercana a los Urales, la actual presidenta del Banco de Rusia comenzó su andadura en la antigua URSS, dentro del sindicato de Ciencia e Industrias, para pasar en 1994 al ministerio de Desarrollo económico y Comercio. Tras su paso como diputada y asesora por la Duma y por el Kremlin regresó al ministerio de Desarrollo económico como funcionaria hasta que el 2007 fue nombrada ministra del mismo.

Sin embargo, el momento clave llegaría en 2013 cuando sustituyó como presidenta del Banco Central a su predecesor, Serguéi Ignatiev. Desde entonces ha sido una figura clave en la Rusia contemporánea pues sus mandatos han estado marcados por medidas clave en el desarrollo económico del país y, especialmente, por una sucesión de baches y desafíos que han ido sumándose uno detrás de otro y que Nabiúllina ha tenido que hacer frente.

La primera medida al frente de la institución fue una reforma bancaria en la que depuró todo el sistema. Si antes en el país operaban 894 bancos, antes de la inflación solo había 368 en activo. Además, frente a su gran obsesión, el rublo, la presidenta creó un corredor para evitar las bruscas oscilaciones de la moneda.

Los problemas llegaron pronto, en su primer año de mandato el país vivió una importante crisis por el desplome en el precio del crudo y, en particular, por la anexión de Crimea por parte de Rusia, que trajo unas sanciones importantes que afectaron a la moneda y dispararon la inflación. La presidenta tuvo que tratar con estos dos frentes y lo hizo con relativo éxito. El primer año de su mandato la inflación se acercaba al 7% y llegó a dispararse un 15,5% en 2015. Sin embargo, pudo reducirla poco a poco hasta que en 2020 se situaba en el 3,38%.

Entonces, cuando parecía estar saliendo de estas crisis llegó el coronavirus, que sacudió la economía y provocó una intervención del Banco Central en el país para manejar las consecuencias de un golpe histórica. Con el covid en retroceso, la invasión de Ucrania fue la gota que colmó el vaso para Nabiúllina, que ofreció su puesto ante eque se venía, tras estar al frente en dos mandatos marcados por los numerosos problemas a los que tuvo que hacer frente.

Las medidas de Nabiúllina frente a Occidente

Sabiendo que debía permanecer en su puesto y con una situación límite, Elvira Nabiúllina se puso manos a la obra y el banco central comenzó a liderar una serie de medidas. Estados Unidos había congelado los activos en dólares de Rusia, entre otras sanciones a su sistema financiero. En los primeros momentos de la crisis, la bolsa cayó con fuerza, el rublo se depreció un 40% y los ciudadanos se agolpaban en los cajeros para retirar su dinero ante un colapso financiero, el corralito parecía inevitable.

La primera medida del Banco Central fue subir los tipos de interés al 20% y a lo que siguió una fuerte intervención en los inversores para evitar la fuga de capitales. Para empezar los rusos ahora mismo cuentan con un control intenso para evitar que muevan su dinero a cuentas extranjeras y se ha prohibido a los inversores extranjeros salir de sus inversiones en el país y vender sus títulos.

Al margen de esta medida, han limitado los dólares y euros que se pueden retirar en el país, además de prohibir a los bancos hacer ninguna operación en una divisa extranjera en los próximos seis meses. Además, una de las cosas que más ha animado al rublo ha sido la decisión de Rusia de 'obligar' a pagar en rublos las compras de gas. Una medida aún en discusión y que desde la UE afirman que no les afectará, pero que sin duda es una posibilidad que está alentando la cotización de la moneda nacional de Rusia. Por último otra medida que ha pasado más desapercibida es la compra agresiva por parte del banco central de rublos, deuda pública, además de aumentar sus estímulos.

"El repunte del rublo realmente ha sido el resultado de las políticas del Banco Central de Rusia para obligar a que las empresas vendan sus divisas, y limitar las compras de dólares", dijo Natalie Rivett, analista senior de mercados emergentes de Informa Global Markets. "Un alto el fuego entre Rusia y Ucrania probablemente ayudaría a reforzar el rublo, pero es difícil imaginar una apreciación sostenible".

Sin embargo estas agresivas medidas tienen sus riesgos. Por un lado a medio y largo plazo pueden hacer mella en sus exportaciones (en particular las de gas), que actualmente es la principal fuente de riqueza del país. Además, los altos tipos de interés puedes hacer mucho daño a su economía, lastrando el crédito a empresas y ciudadanos. Además, en algún momento, los ciudadanos rusos y los inversores extranjeros encontrarán vías para poder escapar del escrutinio del regular y poder eludir los controles de capital que actualmente están conteniendo la sangría.

En cualquier caso, de momento, la defensa del rublo se está llevando a cabo con éxito y la moneda, que parecía que iba a ser el principal punto débil de la invasión, resiste con fortaleza, mientras el conflicto se recrudece y la ofensiva militar se estanca. Queda por ver cómo afrontará Elvira Nabiúllina la siguiente fase de la guerra económica que Rusia mantiene con Occidente.

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