
El Gobierno aprovechó este martes, Día Internacional de la Mujer para presentar desde Moncloa el III Plan Estratégico de Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres (2022-2025), dotado de 20.300 millones de euros. Una cantidad que tendrá que ser sufragada por los Presupuestos Generales del Estado de 2022, de manera que corresponde a un gasto por contribuyente de 1.000 euros, ya que España cuenta con alrededor de 20 millones de personas que cotizan a Hacienda.
La iniciativa, dada a conocer tras el Consejo de Ministros, llega justo cuando el Gobierno de Pedro Sánchez ha reconocido estos días que tendrá que rebajar su cuadro macroeconómico -previsiblemente en abril cuando mande los datos a la Unión Europea-, puesto que las expectativas de crecimiento y el impacto de la invasión de Ucrania las han mermado, y por tanto acabarán afectando a los Presupuestos Generales de 2022.
Unas cuentas públicas que en todo caso se proyectaron con números más optimistas. Pese a ello, la ministra podemita de Igualdad, Irene Montero, recordó este martes que esta partida supone un 4,4% del total del presupuesto no financiero, mientras que en 2016, apenas significó el 1,1%.
El III Plan Estratégico de Igualdad se trata de una cantidad muy alejada, por ejemplo, del Plan de Oportunidades de 2014-2016 -durante la etapa de Mariano Rajoy en la presidencia del Gobierno-, dotado entonces con 1.558 millones de euros, tal y como recoge el consabido documento de aquella época en el BOE, plan editado también por el Instituto de la Mujer.
La hoja de ruta
Desde un punto de vista técnico, el III Plan Estratégico 2022-2025, u hoja de ruta del Gobierno y del conjunto de las administraciones, como señaló ayer la ministra Montero, consta de cuatro ejes de intervención que van desde el Buen Gobierno, la Economía para la Vida, el Reparto justo de la Riqueza, pasando a la Garantía de las Vidas Libres de Violencia Machista. Así mismo, el plan incluye 20 líneas de trabajo, 49 objetivos específicos y 141 objetivos operativos.
Enfoque de género
Por partidas, la más abultada es la consagrada a la Economía para Vida, con 18.461 millones de euros, abarcando actuaciones encaminadas a un empleo digno, a la reducción de la brecha salarial, de la brecha en pensiones y de la precariedad en el trabajo, entre otras cuestiones.
El capítulo dedicado a erradicar la violencia machista cuenta con un presupuesto de 972 millones de euros. Un epígrafe -explicó ayer la ministra Montero- consagrado "a fortalecer los sistemas de respuesta de las instituciones con el objetivo de llegar a tiempo y prevenir los asesinatos machistas".
Para el eje de los derechos, Irene Montero ha consignado 826 millones de euros. Este capítulo pone el foco en la ayuda a mujeres con discapacidad, las migrantes, las racializadas que sufren mayores desigualdades de género y que no han sido bien atendidas, con el fin de que puedan sentirse protegidas al tiempo que se impulsa entre ellas el asociacionismo femenino.
Este martes, la titular de Igualdad agradeció el trabajo realizado por el Instituto de las Mujer y por todos los ministerios en la elaboración del Plan. Y así, Montero explicó que habrá enfoque de género en todo el ciclo de las políticas públicas que salen de cada ministerio, desde la elaboración de una ley o un plan, a un pliego de contratación pública o unas bases de subvenciones. Aparte de la transversalidad y la coordinación interinstitucional, también incluye canales de participación ciudadana y elaboración de estudios y estadísticas que contemplen el enfoque e impacto de género.
Los orígenes
Los planes estratégicos de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres que hoy conocemos en la actualidad antes fueron planes de Igualdad de Oportunidades.
La legislación española tuvo el primero de ellos de 1998 a 1990 -estos planes suelen ser plurianuales, y se reparten en actuaciones que van desde el Estado pasando a las CCAA y a las entidades locales-. En aquella etapa Felipe González era el presidente del Gobierno.
Desde 2016, España no ha vuelto a contar con un nuevo plan
Tras este plan de oportunidad vinieron los de 1993-1995; 1997-2000; y 2003-2006. A partir de esta fecha, los planes se convirtieron en planes estratégicos gracias a la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres de 2007.
Desde 2016, España no ha vuelto a contar con un nuevo plan.