"Esta madrugada, las tropas rusas han invadido Ucrania, un país libre y soberano. Una vez más, en el centro de Europa, mujeres, hombres y niños inocentes mueren o temen por su vida. Condenamos este bárbaro ataque, y los cínicos argumentos para justificarlo", ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una declaración en la que también ha anunciado un nuevo paquete de sanciones "masivas contra el Kremlin".
Europa está en guerra. La pasada madrugada, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una intervención militar en Ucrania que occidente temía desde hace meses. "Son unas de las horas más oscuras para Europa desde la Segunda Guerra Mundial", ha dicho el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, "una gran potencia nuclear ha atacado a un país vecino y amenaza con tomar represalias contra cualquier otro Estado que pueda acudir en su ayuda. Esto no es sólo la mayor violación del derecho internacional, es una violación de los principios básicos de la convivencia humana".
Mientras las sirenas siguen sonando en todo el territorio ucraniano, donde se han registrado explosiones en diversos puntos del país desde hace horas, los diplomáticos europeos se mueven. El apoyo a Ucrania y la condena del ataque ruso es unánime. Los embajadores de los veintisiete países de la UE se reúnen esta mañana, habrá además un encuentro extraordinario de todos los comisarios y también los embajadores de la OTAN se coordinan.
"Condeno enérgicamente el ataque temerario y no provocado de Rusia contra Ucrania, que pone en peligro innumerables vidas civiles. Una vez más, a pesar de nuestras repetidas advertencias y de nuestros incansables esfuerzos por emprender la diplomacia, Rusia ha elegido el camino de la agresión contra un país soberano e independiente", ha dicho el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg.
Los países Bálticos y Polonia han activado el artículo 4 que permite mantener una discusión sobre la situación cuando uno o varios miembros consideran que su integridad territorial está bajo amenazada. En su discurso el pasado lunes, Putin no solo puso en cuestión la independencia de Ucrania sino de todas las ex repúblicas soviéticas, algunas de ellas, hoy estados miembros de la UE.
El G7 también aborda la cuestión y esta noche, los líderes europeos se verán las caras para discutir cómo dar respuesta a una "agresión sin precedentes" a las puertas de la Unión. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, está además en contacto con Kiev. Ha expresado su condena por la agresión y su apoyo a Ucrania durante una llamada con el presidente Volodymyr Zelenskyy. Michel ha llamado a Putin a poner fin a la guerra cuanto antes.
Sanciones masivas
"El Presidente Putin está trayendo la guerra de nuevo a Europa", ha dicho von der Leyen y el objetivo, ha dicho la presidenta, no es solo Ucrania, "el objetivo es la estabilidad de Europa y todo el orden de paz internacional. Haremos que el presidente Putin rinda cuentas por ello". Por eso, Europa prepara una nueva batería de sanciones, apenas horas después de anunciar un paquete de medidas como respuesta al reconocimiento de Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes. "La Unión Europea responderá con la mayor firmeza posible", advirtió Borrell que anunció "el paquete de sanciones más duro que jamás hemos implementado".
Von der Leyen ha explicado que las sanciones apuntan a sectores estratégicos de la economía rusa. El objetivo es bloquear el acceso a tecnologías claves y a los mercados. Debilitaremos la base económica de Rusia y su capacidad de modernización. "Debilitaremos la base económica de Rusia y su capacidad de modernización", ha dicho la presidenta.
Además, Europa apunta al sector financiero, avisa de congelación de activos y bloqueo del acceso a los mercados financieros europeos. "Estas sanciones están diseñadas para hacer mella en los intereses del Kremlin y en su capacidad para financiar la guerra", ha añadido la ex ministra de defensa alemana. Las medidas han sido coordinadas además con Estados Unidos, Canadá y Reino Unido que también impondrán duras sanciones al régimen de Putin.
La dureza de las sanciones radica precisamente en el enorme impacto para la economía rusa, pero también en que inevitablemente sufrirá la economía europea. La presidenta de la Comisión insistió esta semana que Europa está preparada para afrontar las consecuencias.