Economía

El Banco de Inglaterra sube los tipos dos veces en mes y medio para intentar contener la inflación

  • Las disputa en el seno del BoE: cuatro miembros querían una subida de 50pb
  • No se veían dos subidas seguidas de los tipos de interés desde el año 2004
  • El Banco de Inglaterra comenzará también a reducir su balance
Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra

El Banco de Inglaterra (BoE) abrió la veda de las subidas de tipos de interés el pasado 16 de diciembre y este jueves no ha querido perder la oportunidad volviendo a elevar el precio del dinero, por segunda reunión consecutiva, en un intento por contener la inflación. El Comité de Política Monetaria ha elevado los tipos de interés en 25 puntos básicos hasta el 0,50%, tras el alza de 15 puntos en diciembre. Esta es la primera vez que eleva el precio del dinero en dos reuniones consecutivas desde 2004. La lucha dentro del Comité ha sido intensa, puesto que cuatro miembros habrían preferido subir los tipos en 50 puntos básicos hasta el 0,75%, frente a los cinco que han votado a favor de la subida de 25 puntos básicos.

Por otro lado, el Comité también ha votado por unanimidad (aquí no ha habido disputa) para que el Banco de Inglaterra comience a reducir el stock de compras de bonos del gobierno del Reino Unido y dejando de reinvertir los ingresos de los activos que vencen.

También comenzará a reducir el stock de bonos corporativos no financieros, dejando de reinvertir los activos que vencen y a través de un programa de ventas que no se completará antes de finales de 2023, lo que debería liquidar por completo el stock de compras de bonos corporativos. De este modo da el Banco de Inglaterra el 'pistoletazo de salida' a su quantitative tightening (QT) particular con una reducción neta del balance que incluye esta venta paulatina de los bonos corporativos. Esto drenará parte de la liquidez que inunda el mercado británico.

Empieza una nueva era tras los 895.000 millones de libras en bonos acumulados durante la última década bajo la flexibilización cuantitativa (QE): 875.000 millones en deuda pública británica y 20.000 millones en bonos corporativos con grado de inversión. El BoE dejará de reinvertir de inmediato las ganancias de losgiltsvencidos, lo que permitirá que se agoten más de 200.000 millones de libras para 2025.

Aunque todos los bancos centrales han endurecido su mensaje en las últimas reuniones, el de Inglaterra ha sido el que realmente ha ido casi directamente a los hechos y las acciones para evitar el recalentamiento de una economía que vive una situación extremadamente singular dentro del ya peculiar contexto económica global.

ING: "Todo lo que puede hacer la Reserva Federal, lo puede hacer mejor el Banco de Inglaterra"

"Todo lo que puede hacer la Reserva Federal, lo puede hacer mejor el Banco de Inglaterra. Esta es la principal conclusión de la reunión", señalan los analistas de ING en una nota. "Está claro que el banco ve la necesidad de actuar de forma preventiva, y de construir una fuerte cobertura contra el riesgo de que las altas tasas de inflación actuales se consoliden", valoran.

"Tenemos la firme sospecha de que a la subida de tipos de hoy le seguirán otras en las reuniones de marzo y mayo. Y lo que es más importante, no creemos que las fases iniciales del programa de ajuste cuantitativo (QT) del banco, que al poner fin a las reinversiones supondrá una modesta retirada de 25.000 millones de libras del balance, le impidan nuevas subidas de tipos a corto plazo", añaden desde el 'banco naranja'.

"También creemos que el banco puede detenerse a pensar cuando los tipos lleguen al 1%. En este punto, los responsables políticos han dicho que "considerarán" la venta activa de bonos del Estado para acelerar el proceso de reducción de su balance. No hace falta decir que este es un territorio inexplorado para cualquier banco central de un mercado desarrollado y que podría resultar mucho más difícil que simplemente poner fin a las reinversiones, sobre todo si el banco se encuentra vendiendo en un período de turbulencia del mercado", completan en su análisis.

El impacto del Brexit

Además de los factores globales que están presionando al alza la inflación (materias primas, interrupciones de la cadena de suministros...), la economía británica se enfrenta a una aguda escasez de trabajadores y bienes derivada del Brexit, que amenaza con fortalecer y cronificar una inflación que se encuentra en máximos desde 1992 tras situarse en el 5,4% en diciembre.

El coste de la vida está disparado en toda Europa, pero sobre todo en Reino Unido, lo que añade más presión si cabe al Banco de Inglaterra. La factura de la energía subirá un 54% a partir de abril, lo que supondrá un duro golpe para los hogares que ya están sufriendo una subida de precios generalizada en casi todos los bienes y servicios.

"Sabemos que este aumento será extremadamente preocupante para muchas personas, especialmente para aquellas que luchan por llegar a fin de mes", reconoce Jonathan Brearley, director ejecutivo de Ofgem, en declaraciones a Bloomberg. Una subida de tipos es un arma de doble filo: por un lado puede abaratar las importaciones y elevar los intereses que reciben los hogares por sus activos (depósitos, bonos...), pero por otro también eleva el coste de los pasivos variables como son algunas hipotecas.

"El Banco de Inglaterra subió los tipos porque el crecimiento estructural de la oferta en el Reino Unido es débil, no porque la demanda sea fuerte. Esa debilidad está impulsada por la salida de trabajadores enfermos del mercado laboral, la inflación de los precios de los bienes a nivel mundial y el Brexit", explica en una nota el equipo de Bank of America (BofA) dirigido por Robert Wood. "El BoE está tratando de frenar el crecimiento de la demanda para adaptarse a las reducidas circunstancias económicas del Reino Unido", añaden.

Un mercado laboral estrecho

Pese a todo, el BoE debe mirar la panorámica de la economía para tomar sus decisiones. La tasa de paro ya ha caído hasta el 4,1%, y aunque todavía se encuentra levemente por encima de los niveles previos al covid, la empresas de ciertos sectores confiesan que los problemas para encontrar mano de obra son cada vez más agudos. Los salarios siguen creciendo a buen ritmo, aunque ha moderado su avance recientemente al 4,9%.

"El gobernador del BoE, Andrew Bailey, se mostró preocupado cuando habló hace una semana, destacando que las estrecheces del mercado laboral pueden implicar una presión al alza de los salarios y que los precios de las materias primas siguen siendo altos", señalan los analistas de Danske Bank.

Pese a todo, mientras que en la Eurozona la pregunta si hay alguna posibilidad de que se desate una espiral entre precios y salarios, en Reino Unido la pregunta que se hace la prensa es si hay todavía alguna opción de evitar entrar en dicha espiral, dadas las expectativas sobre empleo y salarios. Aquí, el Banco de Inglaterra tiene mucho que decir y que hacer. Una política monetaria que comience a ser realmente contractiva podría enfriar el alza de la inflación, fortalecer la libra y aliviar el impacto de esta espiral. 

Oxford Economics: "No está nada claro que una política monetaria más estricta sea necesaria, dada la magnitud del shock de ingresos reales"

"Ahora queda claro que todos los miembros del Comité se han vuelto significativamente más agresivos en las últimas siete semanas, en particular en lo que respecta al riesgo de que un mercado laboral tenso provoque un período sostenido de inflación elevada, incluso después de que las presiones temporales de los altos precios de la energía y de los bienes mundiales se hayan desvanecido", considera Andrew Goodwin, economista de Oxford Economics.

"El argumento del Comité es que una política monetaria más estricta ayudará a frenar la inflación y las expectativas salariales. Pero no está nada claro que esto sea necesario, dada la magnitud del shock de ingresos reales al que ya se enfrentan los hogares este año por el aumento de los precios de la energía y el endurecimiento de la política fiscal", apostilla el economista.

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