Economía

Tres nuevos políticos pugnan por el regreso de la austeridad a la UE

  • Lindner, Kaag y Brunner muestran una mayor flexibilidad que sus predecesores
El ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner.

Las elecciones en Países Bajos y Alemania o el colapso del Gobierno en Austria han cambiado el equilibrio de fuerzas políticas y también la estructura de los ejecutivos en Europa, incluidos los ministerios de Economía, y lo hacen en pleno debate sobre la reforma de las normas fiscales y presupuestarias de la Unión Europea. El momento es así oportuno para analizar los perfiles de los nuevos colegas de la vicepresidenta primera Nadia Calviño, que podrían cambiar las dinámicas del Ecofin y el Eurogrupo.

La negociación de la reforma del Pacto de Crecimiento y Estabilidad determinará los objetivos de déficit y deuda a los que los países deberán aspirar en los próximos meses y podrían condicionar su acceso a los fondos de recuperación; pero también cómo debe de lograrse unas finanzas públicas más sostenibles, al tiempo que se mantiene la inversión para garantizar un crecimiento sostenido y robusto. Por eso, la llegada de nuevas caras, y nuevos discursos, a los círculos de discusión de la economía europea, serán claves. Y los nuevos frugales no parecen tan fieros.

El 'halcón' amable

La victoria de los socialdemócratas en las elecciones el pasado mes de octubre ha acabado con dieciséis años de liderazgo cristiano-demócrata en Alemania. Tras una compleja negociación, los Verdes y el FDP (Partido Democrático Libre) hicieron canciller a Olaf Scholz, líder del SPD y ex ministro de Finanzas del ejecutivo de la ex canciller Angela Merkel. En ese acuerdo de coalición, y los liberales se hicieron con el ministerio de Finanzas.

Christian Lindner era el favorito para el puesto. Al frente del FDP desde 2013, fue una de las voces más importantes en Alemania en defensa del 'Grexit' en 2015. Lindner se opone a la intervención del Estado, las subidas de impuestos, o la mutualización de la deuda, y no esconde su defensa a ultranza de la disciplina fiscal y la senda de ajuste para garantizar el saneamiento de las finanzas públicas. Pero Lindner tiene un acuerdo de Gobierno a sus espaldas y desde que llegó al ejecutivo alemán, ha bajado notablemente el tono. Scholz, aunque justo representante la ortodoxia alemana, está mucho más abierto a la reforma del Pacto al entender que es demasiado complejo y difícil de aplicar en la práctica, y está además abierto al avance hacia una mayor integración económica en Europa. Y esta es ahora la posición de Alemania. "No soy un halcón siniestro, soy un halcón amistoso," aseguró Lindner en su primer Eurogrupo subrayando que esta vez, Alemania quiere ser parte de la solución, no del problema.

La diplomática

Otro giro importante, al menos en la narrativa, tuvo lugar en la Haya. Tras casi un año de negociaciones, Países Bajos repite coalición con los mismos partidos en el gobierno, pero un programa muy distinto, mucho más pro-europeo y más abierto al gasto en ámbitos estratégicos, no ya para garantizar la recuperación, sino para transformar la economía. Esto, con un matiz nacional importante, también se ha visto reflejado en las posiciones del ejecutivo en asuntos clave en Bruselas.

La reorganización del Ejecutivo, liderado por Teflon Mark Rutte, ha traído un relevo en el ministerio de Finanzas holandés que ha sido en gran medida responsable de la política europea holandesa en los últimos diez años, desde la crisis financiera. Wopke Hoekstra, quien acusara a España e Italia de despilfarrar dinero durante la negociación del fondo de recuperación y liderara los Cuatro Frugales que se oponían a la puesta en marcha de tal instrumento, deja el puesto. Será Sigrid Kaag con una extensa carrera como diplomática y exministra de Comercio y Cooperación quien le suceda.

Miembro del partido de centro-izquierda D66, destacó tras su nominación la defensa de su país de invertir "en educación, en clima y en una Europa fuerte," aunque apuntó al importante papel del ministerio de Economía de asegurarse de que estos planes se ponen en marcha de manera "responsable." La Haya no abandonará la disciplina fiscal pero su apertura al diálogo sobre cómo hacerlo y la forma de abordar el debate es muy distinta bajo el mando de Kaag.

El líder de 'los responsables'

Tras el colapso del gobierno del conservador Sebastian Kurz, en Austria, cambian las caras pero no la postura. El político Magnus Brunner sucede a una larga lista de predecesores que, como él, defienden a ultranza la ortodoxia fiscal. Apenas después de tomar posesión, y antes de su primer Eurogrupo, Brunner afirmó en una entrevista que aspiraba a crear una "liga de estados responsables" en defensa del mantenimiento y la estricta aplicación de las actuales normas presupuestarias tras la crisis. Y mira precisamente a Copenhague, Estocolmo pero también La Haya o Berlín en su cruzada contra la flexibilidad y en defensa de "la estabilidad."

De la sintonía entre los nuevos frugales dependerá la reforma de las normas que la Comisión lanzó en octubre; la presidencia francesa aspira a encarrilar; y Bruselas espera tener lista para principios del próximo año. En el otro bando, Francia, España o Italia defienden unas normas que se adapten al contexto actual, reconozcan los distintos niveles de deuda y la necesida de que el saneamiento de las finanzas no ponga en riesgo el crecimiento.

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