El Banco de España advierte de los posibles daños para la economía que derivarán si el actual episodio de desborde de la inflación persiste en el tiempo. Concretamente, el supervisor, apunta a dos consecuencias directas del incremento de precios acelerado por el encarecimiento de la energía: en primer lugar se podría producir un traslado de los costes al conjunto de bienes y servicios de consumo, y en segundo lugar, existe un riesgo de inflación salarial que dañe la creación de empleo, y la actividad económica en última instancia.
"De ahí la conveniencia de que la política monetaria mantenga un enfoque paciente a la hora de valorar una eventual revisión su actual tono acomodaticio, con el fin de estabilizar la tasa de inflación de medio plazo en el entorno del 2%", que es el objetivo establecido en el nuevo marco estratégico del BCE, apuntaba el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante su intervención ante la Comisión de Presupuestos del Senado para informar sobre el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022.
De este modo, se podría producir de persistir el escenario inflacionista una posible filtración de los aumentos observados en los costes de los productos intermedios energéticos y no energéticos a los precios de consumo. En el caso de España, esta señal de aceleración de los precios es aún moderada, puesto que el 70% de los precios del índice general avanzaban en octubre a una tasa inferior al 2%, proporción similar a la observada en el indicador subyacente.
Más allá, un segundo foco de incertidumbre surge de la evolución salarial y, por tanto, de la posible aparición de lo que se conoce como efectos de segunda vuelta. Por el momento, estos efectos son contenidos, con un aumento salarial hasta octubre del 1,6%, dos décimas menos que en 2020. No obstante, en los convenios de nueva firma, los aumentos pactados para 2021 han ido pasado del 1,1% en enero hasta el 1,7% en términos acumulados hasta octubre.
Un factor que apoyaría las expectativas de que la magnitud de los efectos de segunda vuelta sea modesta es la prevalencia reducida de las cláusulas de salvaguarda en los convenios colectivos, que, de hecho, se ha reducido de manera acusada en los últimos años, desde el entorno del 70% antes del inicio de la crisis financiera global hasta el 17% en la actualidad.
"El elevado ahorro acumulado por las familias durante la crisis debería permitir mitigar esos efectos negativos"
"Por otro lado, se observa que los aumentos salariales están siendo mayores en aquellos sectores en las que el empleo está mostrando una evolución más favorable y, por tanto, existe una menor holgura. Es decir, las alzas salariales en ciertos sectores recogen, de momento, factores coherentes con una posición cíclica más favorable en algunos sectores, y no con aumentos generalizados e indiscriminados de las remuneraciones", apunta el Banco de España en su documento analítico sobre el Presupuesto de 2022.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la economía española es muy dependiente de la energía externa, por lo que la perturbación actual supone un deterioro de la relación real de intercambio y, por tanto, una pérdida real de la renta de familias y empresas, con efectos negativos potenciales sobre el consumo y la inversión. De hecho, los salarios reales están cayendo y los márgenes empresariales se están reduciendo. "Y es cierto que el elevado ahorro acumulado por las familias durante la crisis, debería permitir mitigar esos efectos negativos, pero también sabemos que una parte muy significativa del ahorro acumulado se ha concentrado en familias de renta elevada que normalmente presentan una propensión al consumo relativamente reducida", señala el supervisor.
Componente transitorio
Por otro lado, Hernández de Cos ha explicado que las previsiones del BCE y del conjunto de los analistas apuntan a que el repunte de la inflación tiene un componente transitorio elevado y que, si detrás de los cuellos de botella en el suministro de determinados bienes está el incremento abrupto de la demanda tras la apertura de las economías, "lo razonable" es pensar que el desajuste de la oferta y la demanda volverá a la normalidad con el tiempo y los precios se desacelerarán.
"Con esa estrategia de política monetaria y esa perspectiva de que la inflación tiene un componente transitorio relevante, no tiene sentido anticipar la retirada de estímulos, dado que el contexto macroeconómico que todavía estamos viendo es de incertidumbre sobre la recuperación", insiste el gobernador, quien es además miembro del Consejo de Gobierno del BCE.
Por tanto, Hernández de Cos aboga por "ser pacientes" desde el punto de vista de la política monetaria antes de proceder a su normalización, algo que será "muy importante" para mantener la recuperación.
