Economía

Moderna agrava la preocupación sobre ómicron: "Tardaremos en disponer de una nueva vacuna específica"

  • Bancel dice que todos los científicos están siendo muy negativos con esta cepa
  • Powell advierte de que la nueva variante es una amenaza para la economía
  • La EMA cuenta con planes para adaptar las vacunas en 4 meses y pide prudencia

Vuelven las caídas a las bolsas con la creciente preocupación sobre la variante ómicron de coronavirus. El consejero delegado de Moderna ha declarado que las actuales vacunas perderán eficacia con la nueva cepa. "Tardaremos meses en tener disponible una nueva vacuna específica", asegura; aunque matiza que un refuerzo de la dosis sería eficaz y estará disponible "mucho antes".

La intranquilidad de los inversores por ómicron ha vuelto al mercado tras las declaraciones del consejero delegado de Moderna, Stephane Bancel, en Financial Times sobre la nueva variante. Su previsión es que las actuales vacunas no serán tan eficaces como lo han sido con las anteriores cepas. El directivo cree que ante las múltiples mutaciones de la variante sudafricana y su rápida propagación, los antídotos contra el coronavirus necesitarán ser actualizados el próximos año.

Pfizer y BioNtech, las otras compañías que desarrollaron una vacuna a la altura de Moderna en eficacia al basarse en el arn mensajero, comentaron ayer que necesitarán alrededor de 100 días para adaptarse a la nueva cepa. "Creo que no tendremos el mismo nivel de eficacia que tuvimos con la variante delta", subraya Bancel. Y alerta: "Con todos los científicos con los que he hablado comentan: "Esto no va a ser bueno"". El directivo asegura que Moderna tardará meses en desarrollar una vacuna específica contra la variante ómicron, aunque ha matizado que una dosis más fuerte que sirva para la nueva cepa estará disponible "mucho antes". En la CNBC ha dicho que hay muchas posibilidades de que ómicron esté ya en la mayoría de países.

Las declaraciones del máximo ejecutivo de Moderna chocan con el tono de calma que han tenido políticos y expertos en salud pública. Todavía no hay evidencia científica de lo potencialmente dañina que puede ser la cepa ómicron, pero la OMS ya ha emitido la señal de alerta de que la nueva variante podría tener graves consecuencias con una rápida de subida de los contagios.

En este sentido, la directora de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), Emer Cooke, ha señalado este martes que la agencia cuenta con planes para acelerar la adaptación de las vacunas a la nueva variante ómicron si fuera necesario, un proceso que ha estimado que llevará entre tres y cuatro meses.

En una intervención en el Parlamento Europeo, Cooke ha querido mandar un mensaje de prudencia ante la nueva variante y ha insistido en que todavía se desconocen muchos elementos de la nueva variante para determinar si habrá que adaptar las vacunas existentes.

"No sabemos todavía si esto se necesitará, pero en todo caso tenemos preparados planes de contingencia. Trabajamos con los reguladores porque esperamos lo mejor, pero estamos preparados para lo peor", ha afirmado la responsable de la EMA.

El rebote de ayer en el mercado fue un espejismo. Las bolsas asiáticas registran hoy una nueva sesión de fuertes descensos ante la nueva preocupación. Los descensos en los principales parqués del continente superan el 1,5% con el Nikkei japonés y el Hang Seng de Hong Kong como principales afectados.  El precio del barril de petróleo Brent para entrega en enero ha comenzado la sesión de este martes con una caída del 3,22 % en el mercado de futuro de Londres, y se aproxima a la barrera de los 70 dólares el barril (70,8 dólares). Y las caídas de las bolsas europeas superan el 1%.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, tampoco ha contribuido a mantener la calma. Ayer en el Senado dijo que la variante ómicron junto al repunte de casos de coronavirus representan una amenaza para la economía de EEUU. Según el banquero, las preocupaciones sobre la nueva variante podrían "reducir la disposición de las personas a trabajar en persona, lo que ralentizaría el progreso en el mercado laboral e intensificaría las interrupciones de la cadena de suministro". El escenario de Powell plantea un horizonte endiablado para la Fed, que ya ha anunciado la retirada de estímulos, con la amenaza de ralentización económica y los precios descontrolados.

El presidente Joe Biden intentó ayer hacer un llamamiento a la calma. "La variante ómicron es motivo de preocupación, pero no es una causa para entrar en pánico". El mandatario descartó que esté considerando la implementación de medidas de confinamiento generalizado en Estados Unidos. El mandatario instó a los estadounidenses a vacunarse por completo, incluyendo dosis de refuerzo, y retomar el uso de mascarillas en espacios cerrados para frenar cualquier propagación.

Para el mercado la situación es la que más le desgrada: la incertidumbre. "La información sobre la variante ómicron está incompleta, también se desconoce si los síntomas son más graves y su velocidad de propagación, al igual que la efectividad de las vacunas actuales", comentan desde CMC Markets. "Esperamos más riesgo a la baja durante las próximas dos semanas, a menos que haya más claridad sobre la nueva".

El economista Juan Ignacio Crespo recuerda que "la reacción de los mercados ayer sigue siendo muy parecida a la que tuvieron el 10 de marzo de 2020". El rebote que registró ayer el mercado se ha difuminado mientras se agrava la percepción que va teniendo las autoridades y la comunidad científica. Si ayer la promesa de tener nuevas vacunas para principio de 2022 era prometedora y contentaba al mercado, hoy parece una respuesta tardía. La mayoría de países ha decidido cerrar sus fronteras para vuelos procedentes de África. Y Japón y Israel ya han prohibido la entrada a extranjeros.

"Parece que los gobiernos occidentales no están por la labor de aplicar nuevamente duros confinamientos, probablemente porque saben del coste social, económico y, sobre todo político, que suele ser lo que más les preocupa, que conllevan este tipo de medidas", señalan desde Link Securities. Pero hasta que no haya respuestas sobre la peligrosidad de ómicron la tensión reinará en el mercado.

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