Economía

Sánchez impone una troika para la reforma laboral comandada por Díaz

  • Las posiciones negociadoras las fijarán Empleo, Economía y Seguridad Social
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. EP
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Los dos socios de la coalición, PSOE y Unidas Podemos, escenificaron este miércoles la pacificación interna en la guerra abierta en el seno del Gobierno con motivo de la reforma laboral. El presidente, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, llegaron al acuerdo de que la ministra podemita seguirá al frente de la negociación con los agentes sociales a cambio de que los contenidos se pacten previamente en una reunión semanal con los secretarios de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, y el de Seguridad Social, Israel Arroyo.

De hecho, este miércoles se estrenó la fórmula. Por la mañana, el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, que seguirá al frente de las reuniones con los agentes sociales, volvió a sentarse con empresarios y sindicatos y por la tarde se reunió con los secretarios de Estado de Economía y Seguridad Social. A partir de ahora, todos los martes por la tarde a las 17.00 horas se reunirá la troika de secretarios de Estado para establecer los pasos en la reunión que se mantendrá en la mesa de diálogo social, generalmente los miércoles por la mañana.

Yolanda Díaz celebró la pacificación de las relaciones. Sin embargo, reiteró que las diferencias entre los dos socios de Gobierno radican en el fondo de la reforma y no en la metodología de la negociación como defienden los ministros socialistas. Díaz desveló que el próximo martes, el presidente, Pedro Sánchez, liderará, como ella pidió, una reunión a la que asistirá Nadia Calviño, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Educación, Pilar Alegría, "para fijar la posición del Gobierno en la mesa de diálogo social, en los términos del acuerdo de Gobierno de coalición".

"Por fin vamos de nuevo a fijar los límites, el alcance de la reforma más importante que vamos a hacer del mercado de trabajo", celebró, insertando la curiosa paradoja de que "por fin" se va a fijar "de nuevo" un contenido que ella pensaba haber pactado con el propio Sánchez el pasado mes de diciembre pero que teme que se haya puesto en duda en los últimos días por el sector liderado por Calviño en el Ejecutivo.

Desde el lado socialista reiteran que las diferencias son de forma, no de fondo. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, insistió, tras el comunicado emitido por Moncloa sobre la metodología para negociar la reforma laboral, que no hay "diferencias de fondo" en cuanto al contenido y rechazó que el acuerdo suponga "tutelar" a la vicepresidenta segunda. "Nunca ha habido diferencias de fondo, reitero" e insistió en que estaban "hablando del método". Aclaró que los trabajos para el acuerdo han sido entre el PSOE y UP y que "el presidente no ha participado" de ellos.

Calviño: "Me he comprometido a bajar este grado de crispación" 

Nadia Calviño admitió que la exposición pública en el Gobierno español y el grado de crispación en la política "no tiene comparación, ni con otros países". "Me propuse, cuando vine hace tres años y medio, que no iba a contribuir a la crispación", afirmó. Remarcó la responsabilidad de "todos" de decidir entrar o no en un debate o entrar o no en un estilo de comunicación pública. "Creo que la función del Gobierno tiene que ser la de reducir la crispación y no alentar ese tipo de situaciones", declaró ayer la vicepresidenta primera.

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