Economía

Llega la hora de la verdad para el mercado laboral de EEUU: millones de parados se acercan al 'abismo'

  • Unos 7,5 millones de parados podrían perder las ayudas o parte de ellas
  • Habrá que ver si la economía puede reabsorber a todos estos 'trabajadores'
  • Nadie habla de extender las ayudas extraordinarias más allá de septiembre

La economía de EEUU ha despegado con fuerza tras la crisis del covid-19. La reapertura de la economía (gracias a la vacuna), una política monetaria muy expansiva y un gasto público desenfrenado han sido los propulsores que han hecho despegar el cohete. Ahora, estos propulsores deberían ir desprendiéndose sin impedir que el cohete siga su rumbo. En septiembre, en principio, desaparecerán muchos de los subsidios, ayudas y prestaciones que han permitido que millones de americanos mantengan sus niveles de consumo incluso sin trabajar. Esta será la primera prueba.

Millones de estadounidenses desempleados están a punto de perder el apoyo federal y estatal de las ayudas creadas para amortiguar el impacto del covid en aproximadamente un mes (las prestaciones convencionales seguirán activas pero bajo los antiguos parámetros).

Si bien es cierto que la economía está generando empleo durante la recuperación, EEUU aún se encuentra lejos de los niveles de ocupación previos al covid. Antes de la pandemia había más de 152 millones de ocupados (personas con trabajo), mientras que ahora son unas 145 millones las personas con empleo (además hay que sumar el crecimiento de la población en edad de trabajar durante el último año.). Esos millones de americanos podrían perder su fuente de ingresos en cuestión de semanas.

El abismo de las prestaciones

Este inminente "abismo de las prestaciones" no está despertando gran interés entre los políticos, que parecen decididos a dejar que expiren las ayudas para ver cómo reacciona el mercado laboral.

Desde la CNBC aseguran que no parece haber prisas entre los legisladores federales para extender los programas de beneficios relacionados con la pandemia. "Casi nadie habla de extender las ayudas", asegura Andrew Stettner, miembro principal de The Century Foundation, un grupo de expertos progresista, en declaraciones al medio norteamericano.

Un abismo para millones de americanos

Este abismo de las ayudas afectará a los estadounidenses que reciben beneficios a través de alguno de los programas temporales que se han aprobado durante el covid.

Estos programas incluyen ayudas para los desempleados de larga duración, trabajadores freelance, los trabajadores autónomos, trabajadores de plataformas (Uber, Deliveroo...) y otros que, por lo general, no pueden optar a las prestaciones estatales.

En total más de 9 millones de personas estaban recibiendo este tipo de asistencia a 10 de julio de 2021, según el Departamento de Trabajo de EEUU.

Millones de personas reciben ayudas

Aproximadamente 7,5 millones seguirán recibiendo beneficios para el 6 de septiembre, estima Stettner. Estas personas perderían su derecho a cualquier beneficio de la noche a la mañana.

Otros americanos que también cumplen los requisitos para recibir el seguro de desempleo estatal convencional pueden continuar recibiendo esos pagos semanales después del Día del Trabajo (el 6 de septiembre), cuando caducan las ayudas extra.

Aproximadamente 3 millones de personas reciben actualmente beneficios estatales regulares. Sin embargo, perderán el suplemento semanal de 300 dólares. Muchos de estos desempleados podrían aceptar con mayor facilidad un puesto de trabajo si pierden ese suplemento.

Será suficiente el crecimiento

Durante la Gran Recesión, por ejemplo, los desempleados pudieron recibir hasta 99 semanas de prestaciones por desempleo, mucho más que las tradicionales 26 semanas (o incluso menos en algunos estados). Cuando esa ayuda cesó en diciembre de 2013 alrededor de 1,3 millones de parados perdieron las prestaciones. Ahora, esta cifra va a ser mucho más alta.

No obstante, también hay que tener en cuenta que la economía se ha recuperado más rápido que en recesiones pasadas. Ahora el PIB es más grande que antes de la pandemia, según los últimos datos.

La contratación también ha aumentado en los últimos meses. La economía generó 850.000 nuevos puestos de trabajo en junio, después de crear 583.000 en mayo y 269.000 en abril. Sin embargo, EEUU aún tiene que recuperar casi 7 millones de empleos perdidos en comparación con los niveles previos a la pandemia.

Los críticos de estos vastos programas de ayudas aseguran que han llevado a los trabajadores a quedarse en casa en lugar de buscar trabajo, lo que ha dificultado que las empresas llenen sus vacantes. Algunos estados han dejado de participar en los programas federales que subvencionan estas ayudas a los parados en un intento por volver a la normalidad.

"Las empresas de todo el país siguen diciendo que crecerían y se expandirían más rápido si no fuera por la falta de trabajadores", aseguraba en mayo Marcia Hultman, secretaria del Departamento de Trabajo y Regulación de Dakota del Sur. "Poner fin a estos programas es un paso necesario hacia la recuperación, el crecimiento y hacer que las personas vuelvan a trabajar".

Y aunque todavía es temprano, la evidencia hasta ahora no sugiere que estas políticas estatales hayan forzado de forma inmediata a los desempleados a buscar trabajo de una forma más activa.

Algunos economistas argumentan que los factores relacionados con la pandemia, no las ayudas, son las razones principales por las que los trabajadores pueden estar demorando su vuelta a la fuerza laboral.

Por ejemplo, es posible que los padres aún prefieran cuidar de sus hijos o no encuentren con quien dejarlos; mientras que aquellos que no pueden trabajar desde casa aún prefieren ser cautelosos por razones de salud... Pero también es cierto que es posible que los programas de ayuda hayan generado una bolsa de ahorro que ahora esté permitiendo a los desempleados mantenerse durante un tiempo sin necesidad de trabajar de forma inmediata.

Al mismo tiempo, la variante delta amenaza con complicar la recuperación. Esta nueva cepa del covid es significativamente más contagiosa que la original y puede ser más perjudicial que otras cepas, según un documento de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades revisado por la CNBC.

El mercado laboral de EEUU y la economía se enfrentará a la hora de la verdad cuando este propulsor de las ayudes se despegue. Por otro lado, otros propulsores como la política monetaria o el gasto público en infraestructuras seguirán activos por un tiempo más.

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