
La ampliación a 35 años del cálculo de la base reguladora en el sistema de pensiones impactaría negativamente en la cuantía de la pensión media inicial de jubilación, pero afectaría especialmente a las pagas más pequeñas, según las principales conclusiones del análisis realizado por el Observatorio de Pensiones de Willis Towers Watson, en colaboración con la Universidad de Valencia y la Universidad de Extremadura.
De momento la ampliación del cálculo para las pensiones está aparcado tras el choque entre los socios de coalición, pero el Ministerio de la Seguridad Social puso sobre la mesa una medidas que suponía un recorte en las nóminas por jubilación de entre el 5,45% y el 6,3%.
Pero la consultora Willis Towers Watson ha analizado el impacto que tendría la ampliación de 25 a 35 años para las nuevas pensiones y calcula que la cuantía inicial disminuiría de media un 8,6%, mayor que el recorte que propuso la Seguridad Social, pero los efectos dependiendo del tipo de pensión no será igual.
La firma apunta a que los trabajadores con carreras laborales más cortas se verán más perjudicados. La tendencia normal en la vida laboral de casi todas las personas es percibir un salario medio cada vez mayor, por lo que tener más años cotizados implicaría en teoría tener una mejor pensión en el futuro. Al aumentar a 35 años el cálculo daña aún más a las bases de cotización menos duraderas en el tiempo. Según las cuentas de Willis Towers Watson la pensión futura de las personas que han trabajado menos años podría verse reducida hasta un 15% frente a aquellos con carreras largas que sufrirían la mitad de reducción, un 7,5%.
Los trabajadores con carreras laborales más cortas se verán más perjudicados
Hasta 2013, para calcular la base reguladora de la pensión se tenían en cuenta los últimos 15 años (180 meses). A partir de ese año se ha ido aumentando de forma paralela el período de años para el cálculo, así como la edad mínima de jubilación para acceder a la máxima prestación. En este 2021, se toma de referencia los últimos 24 años.
La ampliación a 35 años afecta a las bases más cortas y por lógica más a las mujeres, que de media suelen acumular menos años trabajados y con menores salarios. La pensión inicial de una trabajadora se recortaría de media un 10,3%, frente a un 7,9% en el caso de los hombres.
Otro de los colectivos más perjudicados por el alargamiento del periodo de cómputo, según desvela el informe, serían los autónomos, con una bajada del 10,3%, frente al 8,6% de reducción en el régimen general. Esto es debido a que la inmensa mayoría cotizan por las bases mínimas durante los periodos más alejados de la edad de jubilación y a que los meses no cotizados computan con cero euros para este grupo, penalizando fuertemente el valor de la Base Reguladora.
La edad de jubilación también tiene un efecto relevante, el impacto sobre la pensión de aquellos trabajadores que decidieran demorar su jubilación sería mayor, supondría una reducción del 11,6%, frente al 8% de los que opten por anticipar su retiro
Como explica Rafael Villanueva, Manager de Retirement de Willis Towers Watson, indica que "esta medida no sería más que un parche para intentar paliar parcialmente toda una serie de problemas e inequidades que arrastra nuestro sistema de pensiones".
"Creemos que la ampliación del cálculo de la base reguladora debería hacerse, ya que mejoraría la contributividad y la sostenibilidad del sistema de pensiones. Sin embargo, conviene señalar que habría que tener cuidado con tres elementos: no se debería acompañar de la elección de los mejores años de cotización; habría que prestar atención a la posible modificación de la integración de los años no cotizados; y, por último, podrían surgir problemas por la posible discriminación por razón de género", concreta el experto.
En cuanto al impacto sobre el gasto en pensiones, el análisis muestra que el ahorro que genera esta medida tardaría bastantes años en notarse, como ocurre con todas las medidas que afectan solo a las nuevas pensiones de jubilación y, además, se implantan en un largo periodo transitorio. Concretamente, en 2040 el ahorro sería del 0,65% del PIB de ese año, pasando en 2050 al 0,88% del PIB, para empezar a descender paulatinamente a partir de esa fecha, llegando en 2067 al 0,64% del PIB.