
Isabel Schnabel ha sido el primer miembro del Consejo de Gobierno del BCE que ha mostrado su preocupación públicamente sobre el reciente calentamiento en los intereses del mercado de bonos. En una entrevista en el medio letón Nozare, la banquera alemana comenta que "un aumento demasiado abrupto de las tasas de interés en la deuda como consecuencia de la mejora de las perspectivas de crecimiento podría poner en peligro la recuperación económica". Y añade que "nos aseguraremos de que no haya un endurecimiento injustificado de las condiciones de financiación".
Subida de tipos de interés y más inflación, igual a recuperación. El apoyo de los bancos centrales, las ayudas fiscales y las expectativas sobre la eficacia de las vacunas han logrado cerrar la fórmula del crecimiento económico para superar la pandemia. Sin embargo, puede que esta situación haya llegado demasiado pronto para el BCE, que todavía se encuentra manejando un escenario de doble recesión y sin cimentar la rampa de salida de la recuperación.
"Estamos viendo bastantes señales alentadoras, viendo la luz al final del túnel. En primer lugar, ahora tenemos vacunas. La vacunación avanza lenta pero constantemente. La economía mundial se está recuperando más rápidamente de lo que habíamos previsto. Y el considerable paquete fiscal previsto por la administración Biden probablemente tendrá efectos secundarios positivos en la zona del euro", explica Schnabel.
Pero el acercamiento del paquete fiscal de 1,9 billones de dólares en EEUU está provocando un rally de los bonos americanos, sobre todo en plazos largos, arrastrando a la deuda europea. El interés del bono a diez años del bund alemán, la referencia en Europa, ha pasado del -0,5% a subir a más del -0,25%. Lo que para el BCE supone un serio problema. Este aumento significa una subida de los tipos reales y de las expectativas de inflación. Se traduce en un encarecimiento del crédito para familias y empresas.
Hay opciones para intentar controlar las tipos reales pero pasan por aumentar más los estímulos
"Un aumento demasiado abrupto de las tasas de interés reales como consecuencia de la mejora de las perspectivas de crecimiento mundial podría poner en peligro la recuperación económica", reconoce por primera vez un miembro del BCE. El lunes la presidenta del BCE, Christine Lagarde, solo hizo referencia a esta situación con un ligera señal de preocupación. "Vigilaremos la evolución", dijo.
Pero hoy Schnabel ha ido más allá. "Nos aseguraremos de que no haya un endurecimiento injustificado de las condiciones de financiación". Otros bancos centrales, afectados por la misma situación, ya se han visto obligados a intervenir. El Banco de Australia ha reactivado su programa de compra de deuda, en Nueza Zelanda se han alargado los estímulos y el Banco de Corea ha prometido condiciones de financiación bajas.
Para Lagarde y su equipo es una situación incomoda porque prácticamente tienen que elegir entre apostar por el crecimiento o controlar la inflación. Y la prioridad del BCE es sobre todo el control de los precios. "El BCE tiene una serie de opciones potencialmente poderosas en su caja de herramientas para anclar los rendimientos de los bonos", indica Nick Kounis de ABN Amro Holding. Una opción para el banco central es acelerar la compra de bonos de PEPP, las siglas en inglés del programa de compra de deuda de emergencia. La otra opción es alargar el programa para intentar reducir los intereses a largo plazo. Actualmente, las compras tiene un horizonte hasta finales de 2022.
"De cara al futuro, el apoyo a la política fiscal y monetaria seguirá siendo fundamental y no debe retirarse prematuramente", ha declarado Schnabel sin ofrecer más detalles. Pese a todo, la banquera alemana está viendo "signos alentadores" de recuperación, con la mejora de las vacunas y la recuperación de la economía mundial más rápido de lo que anticipó el BCE. En la reunión de diciembre, se recortaron las previsiones de crecimiento para la zona euro al 3,9% en 2021.
Posteriormente, Lagarde dijo que probablemente la zona euro entrará en recesión de nuevo. "Debido a los continuos bloqueos, el crecimiento económico en el primer trimestre de 2021 puede ser algo más débil de lo esperado, pero a la luz de las condiciones financieras históricamente favorables y una política fiscal expansiva, es probable que el crecimiento anual se sitúe en el mismo estadio que el proyectado en diciembre", ha indicado.