En la primera cita del BCE en 2021 no habrá grandes novedades, después de que en diciembre el PEPP, el programa de compra de bonos de emergencias, se elevara en 500.000 millones. Pero las perspectivas económicas se han enturbiado de mala manera desde entonces por los rebrotes del virus, lo que obliga a Christine Lagarde, presidenta del BCE, a despejar cinco interrogantes a corto plazo.
El coronavirus vuelve a poner contra las cuerdas al BCE, justo un mes después de que Christine Lagarde elevará el tono en diciembre con un impulso de 500.000 millones al PEPP hasta los 1,85 billones. El movimiento no despeja las dudas sobre un contexto económico cada vez más difícil. El resurgimiento de los casos de covid, las nuevas restricciones a la actividad en países europeos y el lento despliegue de vacunas están poniendo en riesgo la ansiada recuperación. La semana pasada, tanto la presidenta del BCE, como su vicepresidente, Luis de Guindos, se agarraron al éxito de las vacunas para mantener la hoja de ruta del banco central. Pero hay cinco preguntas clave para los mercados que deberán ser despejadas.
¿Qué implicaciones económicas tiene la aplicación lenta de las vacunas y la tercera ola de contagios?
Lagarde y Guindos fueron claros la semana pasada. La recuperación económica se deberá desarrollar a partir del segundo semestre del año, siempre que las medidas de bloqueo para frenar la pandemia se levanten para fines de marzo y se distribuyan eficazmente las vacunas.
Las previsiones de diciembre, que conllevaron un fuerte recorte de crecimiento, incorporan dificultades en el arranque del año. En marzo, será el momento de si el BCE las vuelve a empeorar o mejorar tras nuevo golpe del coronavirus. El PIB debería volver a los niveles anteriores a la crisis a mediados de 2022, según muestran las actas de la reunión de diciembre del BCE. Pero la realidad es que las nuevas medidas de contención que están tomando los países europeos ahogan las esperanzas de un repunte rápido durante la primera mitad del año. Los mercados examinarán de cerca la evaluación del BCE sobre el equilibrio de riesgos y querrán saber si es probable que haya más estímulos este año.
¿Está dispuesto el BCE a agotar los 1,85 billones del PEPP?
Las actas desvelan que el Consejo de Gobierno debatió un aumento menor de los 500.000 millones en las compras de bonos de emergencia el mes pasado y estuvieron muy interesados en enfatizar que es posible que no gasten todo el programa. Pero el actual contexto económico, con casi una recaída de la economía casi asegurada podría generar cierta inquietud en los mercados de falta de compromiso por parte del BCE.
"Lo que pondrá nerviosos a los mercados en los próximos trimestres es el compromiso que existe para llevar a cabo el paquete", dijo el estratega senior de bonos de ING, Antoine Bouvet. "Los halcones insistirán en que no es necesario, sospecho que tendrán que hacer más que menos".
¿Qué quiere el BCE de la inflación?
Un indicador clave de las expectativas de inflación a largo plazo de la zona euro, seguido de cerca por el BCE, está cerca de los máximos de 18 meses, gracias al repunte de los precios energéticos. Si bien son señales positivas para la inflación, para una economía que no ha comenzado a recuperarse no es tan buena noticia. Como muchos bancos centrales, el BCE está haciendo lo imposible por revivir los precios e incluso ya plantea abiertamente flexibilizar su objetivo del 2%. La pregunta clave es hasta dónde está dispuesto dejar correr a la inflación antes de frenar los estímulos. Isabel Schnabel, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, cree que un aumento de la inflación a corto plazo no tendrá un impacto material en las decisiones de política monetaria.
¿Cuál es el nivel de tipo de cambio aceptable para el BCE?
Lagarde ha dicho que el BCE estaría "extremadamente atenta" al impacto de una moneda fuerte en los precios. Es posible que se le vuelva a preguntar cuál es el nivel aceptable para el BCE, teniendo en cuenta que un euro por encima de los 1,2 dólares plantea serías fuerzas deflacionistas y ponen en riesgo la recuperación. Aunque el tipo de cambio no se encuentra dentro del mandato del BCE, Lagarde ha tenido que cambiar el perfil suave por uno más severo en los últimos meses.
¿Podría el BCE considerar el control de la curva de rendimiento de la deuda?
Pablo Hernández de Cos, miembro del BCE, dijo este mes que el BCE debería considerar pasar al control de la curva de rendimiento para aumentar la inflación. Es decir, focalizar las compras de bonos en determinados plazos para empinar la curva de intereses. Australia y Japón ya lo han puesto en práctica y la Fed está a punto de decidirlo. Pero para el BCE es un tema mucho más delicado, ya que no tiene un mercado único de bonos gubernamentales. Si bien los economistas esperan que la opción permanezca en el conjunto de herramientas del BCE, no creen que se pueda adoptar a corto plazo. Sin embargo, parece más urgente tomar una decisión cuando cada vez más bonos europeos entran en terreno negativo.