Cada crisis económica acuña su propio lenguaje. En 2008, las expresiones favoritas para expresar expectativas fueron los famosos brotes verdes de Ben Bernanke y la doble recesión cuando había miedo a una recaída. En Europa, desde 2012 la austeridad marcó los siguientes años de evolución económica. Con la pandemia, los economistas se han afanado en recorrer el alfabeto para dibujar la salida de la crisis. A punto de terminar 2020, algunos expertos han comenzado a recurrir a las letras árabes para vislumbrar una recuperación incierta a pesar de la vacunas.
Al principio de los confinamientos, los representantes políticos se aferraron a la recuperación en V cuando estaban cerrando las economías. El impacto de las medidas restrictivas y el miedo desatado por el coronavirus varió la V por una V asimétrica. La recuperación ya no iba a ser rápida, tras una caída en picado. Y ya con la primera herida, los expertos, políticos y medios de comunicación empezaron a rescatar letras más sombrías, en forma de U, de L o de K.
Algunas expresiones tuvieron hasta su punto poético. Larry Summers, exsecretario del Tesoro de EEUU, comparó la crisis como si fuera Cabo Cod en invierno, un lugar de vacaciones en verano, en la que la economía espera que pase el mal tiempo para la llegada de la temporada turística.
Pero a medida que el virus se volvió a descontrolar, el alfabeto ya se quedó corto para los economistas. El logo de Nike pasó a ser recurrente en muchos analistas a la hora de advertir que la recuperación no iba a ser fulgurante, sino con una pendiente suave. Nadia Calviño, ministra de Economía de España, fue una de las primeras en apuntar a una V asimétrica y en Francia se comenzó a hablar del símbolo de la raíz cuadrada, lo que significa que tras una breve recuperación intensa, como la experimentada en el tercer trimestre, el crecimiento será plano.
Más apuestas para la recuperación
Los analistas de Robeco Asset Management han ido más allá en su ingenio y han propuesto la letra árabe Ba, para señalar la realidad económica de 2021. Para estos analistas pasará un largo período para registrar un repunte de la actividad económica, argumentando que su largo recorrido horizontal es más adecuado para ilustrar nuestra realidad económica.
Otra teoría que circula es que la pandemia ha infligido daños económicos duraderos, preparando el escenario para una recuperación muy lenta o un estancamiento absoluto: la temida forma de L. Si bien este escenario parece poco probable con el comienzo de la distribución de la vacuna, el temor de que muchos trabajadores puedan quedar excluidos del mercado laboral durante años, o incluso para siempre, ha sido palpable entre algunos responsables del BCE.
Otros analistas apuestan directamente por la K, para hablar de la desigualdad en sectores y población. Peter Atwater, profesor adjunto en el departamento de economía de William & Mary, explica a Bloomberg que la letras que capta mejor la cruda realidad de 2020 es K. La pandemia no ha afectado a todos por igual y ha ampliado muchas de las desigualdades existentes. Los dos trazos divergentes de la K ilustran esto: aquellos que no estaban en la mejor posición económica antes de la crisis, por ejemplo, los trabajadores de bajos ingresos en industrias como el turismo, el entretenimiento y la hostelería fueron devastados por el virus y son los que más hayan perdido puestos de trabajo este año. La parte superior de la K representa a las personas en mejores circunstancias, incluidas aquellas que pueden trabajar desde casa y pueden haber visto dispararse sus carteras de acciones.
La llegada de las vacunas está dando esperanzas a los economistas. Algunos dicen que aún podríamos ver un rebote en forma de V si se vacuna a un número suficiente de personas. Otros, teniendo en cuenta el período prolongado de bajo crecimiento que hemos tenido el año pasado, dicen que un fuerte repunte haría que este período se pareciera a una U o J. No obstante, tras las nuevas medidas adoptadas contra el virus, es posible que la forma de la recuperación no se revele durante muchos meses más.
