Economía

Europa condena el crecimiento de 2021 con la segunda ola de restricciones

  • El frenazo económico dejará a España rozando una caída del 10% del PIB.
  • El avance previsto dependerá de la dureza de los confinamientos
  • Los expertos prevén un recrudecimiento de la crisis con el paro
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Reuters
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Se advertía allá por el mes de mayo, durante el periodo de la desescalada, y tras el verano se han confirmado los peores presagios sobre el avance de la crisis sanitaria y el impacto de la misma en las principales economías del euro. Ahora, en pleno mes de noviembre, Europa se blinda ante la segunda oleada de contagios con más restricciones para la movilidad, los comercios, e incluso con la imposición de confinamientos estrictos como el acaecido en marzo para mitigar el impacto en los sistemas sanitarios nacionales y su colapso, y con las miradas puestas en una Navidad que la totalidad de los gobiernos de los países europeos se obstinan en salvar con estas restricciones que permitan una mayor laxitud en diciembre y enero.

Sin embargo, estas medidas amenazan con descarrilar las proyecciones ya lastradas para el crecimiento y la recuperación económica prevista para el próximo ejercicio. Como explica el profesor y economista, Javier Santacruz, al respecto de esta nueva oleada de restricciones, un segundo confinamiento que implique la suspensión de toda actividad no esencial "sembraría la semilla para que las principales economías no se recuperen hasta 2023". De este modo, las restricciones supondrían un retraso en el objetivo de alcanzar los niveles precrisis de antes de marzo y más allá, implicaría que los daños de la pandemia son aún más profundos.

Según el FMI, el conjunto de las economías más avanzadas del globo, entre las que se encuentra España, sufrirá este año un retroceso de 5,8 puntos porcentuales del PIB, para después experimentar un crecimiento en 2021 del 3,9%. En el caso de España, nuestro país se contraerá este año un 12,8% y crecerá un 7,1% en 2021. Más allá el Fondo estima un avance del 4,4% en 2022, del 3,3% en 2023, 2,7% en 2024 y finalmente un 1,4% en 2025.

Como explica el profesor Santacruz, estas previsiones podrían caer en saco roto más pronto que tarde si las nuevas restricciones que se vayan aplicando en el resto de Europa y en España implican un cierto frenazo de la economía o de actividades no esenciales.

Sin embargo, una muestra de lo que pueda llegar en el próximo ejercicio se podrá extraer del comportamiento de la economía española e internacional en el cuarto trimestre del año. "Es un indicador importante porque condiciona la dinámica de crecimiento del primer y el segundo trimestre del próximo ejercicio", explica Santacruz sobre la trascendencia del pulso del PIB en los últimos tres meses del año. En este sentido, advierte el economista que el periodo de desescalada tras el primer azote de la pandemia se tradujo prácticamente en una apertura total de todas las economías en el conjunto de Europa. Ello, ha contribuido a la parte sanitaria de la situación que acontece en la actualidad con récords de contagios en todo el continente y ha supuesto el sustento de las nuevas medidas tomadas por los Gobiernos para contener el avance.

Las estrategias divergen

Sin ir más lejos, en España se ha vivido durante este mismo puente el intento del Gobierno de Asturias de aplicar un confinamiento estricto a todo el territorio autonómico, una medida que finalmente fue desestimada por el Gobierno central si bien se mantienen a lo largo y ancho del país tanto las restricciones de movilidad como el denominado como toque de queda. Entre los vecinos del continente, las medidas más severas por esta segunda ola se aplican ya en Francia, con un confinamiento total de la población durante un mes; Alemania que ha aplicado de todos los restaurantes durante al menos 30 días e importantes restricciones de aforo en comercios y otros establecimientos; Italia que ha echado el cierre de todas las salas de ocio incluidos los cines y teatros y limita los horarios de los comercios a las 18:00 de la tarde, o Reino Unido, que en la misma línea de la medida adoptada en Francia aplicará durante el próximo mes un confinamiento severo de la población.

En este punto, como explica el profesor y economista Santacruz, los efectos esperados de estas medidas sobre la economía serán adversos y arriesgarán el crecimiento previsto para el próximo año. Clave será el comportamiento, como se ha mencionado, del PIB en los últimos meses del año. Pero según los cálculos, estas medidas pueden llevar en el caso de aplicarse en España a un escenario de crecimiento negativo o plano en el cuarto trimestre del ejercicio, después del fuerte repunte del 16% experimentado en el tercer trimestre. De darse esta situación, Santacruz explica que estaríamos en el último trimestre del año con un crecimiento interanual del -10% del PIB.

Para España, además, está la componente del empleo y de la crisis que aún está por aflorar en el seno de las familias y los hogares al tiempo que la tasa de desempleo da cuenta del impacto de la pandemia. Según el FMI, en lo que se refiere al desempleo, este año y el que viene éste se mantendrá en el 16,8%. En 2022 se reducirá hasta el 15,6% y un año después hasta el 14,8%. A partir de entonces se moverá entre el 14,3% y el 14,2% hasta 2025. Aquí, Santacruz recuerda que en España aún hay más de 700.000 trabajadores en Erte, a la espera de que su puesto de trabajo se reactive con un incremento de la demanda que debería llegar con el fin de la crisis sanitarias y las restricciones para la actividad económica. Con la situación en ciernes parece lejana la recuperación de estos flujos comerciales por lo que se espera que buena parte de estas personas acaben sumándose a la lista de desempleados a causa de la pandemia. Y con ello las complicaciones económicas para los hogares.

Una situación a la que se sumará la devaluación de los salarios que el experto consultado por elEconomista da por supuesta en el sector privado pero que tampoco descarta en el sector público si finalmente la coyuntura da al traste con las previsiones del Gobierno, y por lo tanto con los sustentos previstos en el Presupuesto General del Estado.

¿Cuáles son las medidas económicas que aplican en Europa frente al coronavirus?

España

A expensas de financiación

Los últimos anuncios de medidas aplicadas en España bajo el paraguas del estado de alarma no han traído nuevos anuncios de ayudas para los sectores afectados. España ha presentado recientemente el Presupuesto del año próximo donde se prevén el mantenimiento de las ayudas ya conocidas tanto para los trabajadores en Erte como para los autónomos afectados por las restricciones, al menos hasta el 31 de enero de 2021. Buena parte del pago de estas ayudas y exenciones de cotización se fían a la llegada de los fondos europeos de reconstrucción, de los que España recibirá unos 140.000 millones de euros. 

Alemania 

Inyección a los hosteleros 

El Ejecutivo alemán ofrecerá ayuda a las empresas. Las compañías más golpeadas por las nuevas restricciones, recibirán ayuda financiera por una cantidad total de 10.000 millones de euros. Además, aquellas empresas que cuenten con hasta 50 empleados, así como los autónomos, recibirán el 75% de las pérdidas, en relación a las cifras del mismo periodo de 2019. 

Italia

Prohibición de los despidos

Habrá una prohibición a los despidos hasta marzo de 2021 y una prorroga de los Ertes. Además, el gobierno "concretara cuanto antes las medidas de apoyo a las empresas". El Gobierno transalpino aprobó la pasada semana un paquete de ayudas por valor de 5.400.000 de euros para las empresas afectadas por los recientes cierres impuestos para contener la pandemia del coronavirus y que penalizan especialmente a la restauración y la cultura. Asegura el presidente Conte que estas ayudas llegarán de forma automática a las empresas que ya solicitaron financiación en los meses pasados y dijo que para "mediados de noviembre" ya habrán recibido el dinero.

Francia

Cobertura de cotizaciones 

Todas las empresas de menos de 50 trabajadores instaladas en zonas donde se aplique el toque de queda y que sufran una caída de sus ingresos del 50% podrán recibir una subvención de 1.500 euros. Para las compañías de menos de 50 empleados de los llamados sectores HCR (hostelería, cafés y restaurantes), las ayudas podrán llegar a 10.000 euros cuando hayan perdido la mitad de su facturación. También se pasará a compensar el pago de las cotizaciones sociales salariales (las que corresponden a los trabajadores). Medidas que tendrán un coste presupuestario de 1.000 millones. Y los préstamos garantizados por el Estado, que estaba previsto que estuvieran disponibles hasta finales de año, se van a prolongar hasta el 30 de junio de 2021. 

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