Economía

De Guindos: "Hay que evitar que la crisis sanitaria se convierta en una crisis financiera"

  • No descarta que el PIB de la zona euro caiga en el cuatro trimestre
Luis de Guindos, Vicepresidente del Banco Central Europeo

La situación económica, la respuesta de política económica y la situación de estabilidad financiera a raíz de la pandemia en la zona euro han sido los factores analizados por Luis de Guindos, Vicepresidente del Banco Central Europeo en el Foro Círculo Virtual, organizado por el Círculo de Empresarios, en colaboración con el Banco Central Europeo, bajo el título de La economía de la zona euro: proceso de recuperación y perspectivas. Además, ante el elevado nivel de incertidumbre que se vive por la situación actual de la pandemia, el economista ha resaltado el compromiso de actuación por parte del BCE y la necesidad de "evitar que la crisis sanitaria se convierta en una crisis financiera".

La estimación de Eurostat sitúa el crecimiento de la zona euro en el tercer trimestre casi en el 13%, lo que De Guindos valora como "una sorpresa positiva", por encima del crecimiento proyectado por el BCE de acuerdo a su escenario central de crecimiento, cuya cifra estaba ligeramente por encima del 8%. Sin embargo, el economista señala que "esto ya es pasado y de alguna forma lo que se ha dado ha sido un efecto estadístico y ligado al desconfinamiento de la economía europea".

De cara al último trimestre del año y a la entrada de 2021, la cuestión básica es la evolución de la pandemia y de las medidas de confinamiento, en las últimas semanas los gobiernos europeos han tomado medidas sanitarias más duras a las que estará sujeto el cuarto trimestre. "Nuestra proyección era que en el cuarto trimestre tuviéramos un crecimiento económico por encima del 3% y, en estos momentos, se va a ver que el cuarto trimestre no va a cumplir estas proyecciones en términos de crecimiento trimestral. No sería una locura que fuéramos a crecimientos cero o negativos en la zona euro", señala el vicepresidente del BCE. Esta situación deja un sabor agridulce, ya que tras un tercer trimestre mejor del esperado la entrada a 2021 puede ser inferior a la proyectada.

En esta coyuntura económica juega un papel fundamental la política económica. La primera línea de defensa fue una política fiscal que se basó en dos tipos de medidas: los ertes europeos y las medidas de garantía para la concesión de créditos. Por otro lado, el economista también ha resaltado la aprobación del fondo de recuperación que "marcó un antes y un después y tuvo un efecto positivo desde la perspectiva del sentimiento sobre la zona euro. En estos momentos, la cuestión básica es cuando se van a implementar dichos fondos y esperemos que la disponibilidad de los recursos se haga lo más rápido posible".

Por su parte, la política monetaria desde el primer momento se basó en tres pilar: "Inyecciones de liquidez en condiciones favorables para los bancos, programa de compras y medidas para facilitar la utilización de capital a los bancos, con el objetivo de mantener las condiciones de financiación y evitar que hubiese una restricción de crédito, que sería un efecto muy negativo", señala De Guindos. Esta actuación, según explica el vicepresidente del BCE, ha permitido no haya fragmentación en los mercados de bonos gubernamentales, ni aumentos importantes en los tipos de interés en los mercados de crédito y de renta. "Yo creo que la actuación de BCE, por el momento, ha evitado que a una crisis sanitaria a la que se ha unido una crisis económica termine acompañada de una crisis financiera o de deuda, que también hubiese podido acabar afectando al conjunto del sector financiero".

Estabilidad financiera

Por último, De Guindos destaca la estabilidad financiera como algo fundamental. "Esta no es una crisis financiera, lo que ha ocurrido es como consecuencia de la pandemia y del confinamiento. Se ha dado una caída brutal de los ingresos de las empresas y ahí es donde se han encontrado con su restricción financiera", apunta. En esas circunstancias es necesario focalizar los potenciales riesgos para la estabilidad financiera.

"Ante esta situación la política fiscal tiene que jugar un papel fundamental para permitir que aquellas empresas que se han visto afectadas por esta caída de facturación y que son solventes pasen esas circunstancias y puedan continuar sobreviviendo", argumenta De Guindos.

Es importante que esta política fiscal esté centrada en la pandemia: "El incremento de gastos se tiene que producir como consecuencia de medidas extraordinarias derivadas de los ertes, efectos de los programas de garantía, del incremento del gasto sanitario, en gasto en educación. Todo eso son cuestiones normales derivadas de la pandemia. Lo que no sería adecuado desde el punto de vista de las finanzas públicas sería que hubiera un incremento en las partidas de gastos que no están ligadas y que llevaran a un incremento del déficit estructural a medio plazo, porque eso requeriría un esfuerzo adicional", resalta el economista.

El segundo elemento a destacar es la situación del sistema bancario europeo, donde el vicepresidente del BCE ha detallado que antes del coronavirus tenía un ratio de capital próximo al 15%, con liquidez relativamente elevada y con un problema fundamental que era una muy baja rentabilidad (en torno al 5%) y que los inversores institucionales demandaban una rentabilidad superior. Los bancos europeos cotizados lo hacían con descuesto en valor en libros muy superior a lo que ocurría en otros países de nuestro entorno. Ante esto señala que "esto no se ha visto agravado por la pandemia, sin embargo, la pandemia va a llevar necesariamente a un incremento de los préstamos dudosos y a un incremento de la necesidad de provisiones por parte de los bancos europeos".

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