
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha asegurado que el instituto emisor aún cuenta con margen de maniobra para hacer frente a la situación generada por el coronavirus y ha adelantado que el paquete de medidas se reevaluará el próximo mes de diciembre basándose en las nuevas proyecciones económicas.
Así lo ha puesto de manifiesto Guindos durante su intervención en el 'Annual Membership Meeting' organizado por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), donde ha subrayado que la política del BCE está siendo coherente con la actual situación.
De este modo, el vicepresidente del BCE ha asegurado que aún queda "munición", ya que solo se ha utilizado la mitad del programa de emergencia para combatir los efectos de la pandemia, por lo que, una vez se hayan actualizado las previsiones macroeconómicas en diciembre, el organismo procederá a reevaluar y, en su caso, a adecuar, el programa de estímulos.
Ahora mismo, el programa de compras contra la pandemia (PEPP por sus siglas en inglés) tiene un tamaño de 1,350 billones de euros, del que aún la mitad está sin utilizar. No obstante, el colapso de la economía y las necesidades de los gobiernos para financiar las políticas de lucha contra la crisis se podrían extender más de lo previsto. El BCE debe analizar la situación y quizá revisarla, como ha anunciado Guindos.
El BCE tiene varios frentes abiertos. A una recuperación cada vez menos intensa se le une la apreciación del euro, que amenaza con lastrar unos precios que coquetean con la deflación. Tanto el IPC con los indicadores económicos están pidiendo más acción a un BCE que está siendo incapaz de cumplir con su mandato, por el momento.
La recuperación se 'aplana'
Guindos ha reconocido que los indicadores de alta frecuencia están sugiriendo que la recuperación económica de la zona euro se estaría debilitando desde hace unas semanas y ha afirmado que el BCE continúa siguiendo muy cerca los riesgos e incertidumbres de esta segunda ola del Covid-19 en Europa.
La recuperación se está deteniendo en la zona euro. El rebote de la economía fue fuerte tras el fin del confinamiento, pero desde el verano a esta parte se ha producido una pérdida de velocidad que corre el riesgo de terminar generando una nueva contracción del PIB en el peor de los casos. La actividad del sector servicios (casi el 75% de la economía euro) se está contrayendo, mientras que la industria parece mantener su expansión, según los indicadores PMI (analizan si un sector expansión o contracción).
La actividad del sector servicios (casi el 75% de la economía euro) se está contrayendo, mientras que la industria parece mantener su expansión, según los indicadores PMI (analizan si un sector expansión o contracción). Los expertos coinciden en que para lograr una recuperación plena se necesita que el sector servicios no solo no se contraiga sino que despierte con fuerza. Unos servicios deprimidos pueden abocar a la zona euro o a algunos de sus países a sufrir una doble recesión (corta) y generar aún más desigualdades entre los países de la región.
El vicepresidente del BCE afirmó, durante la entrevista 'online' organizada por elEconomista, que la recuperación tras la crisis del coronavirus "es incierta y no tan intensa como se esperaba". Luis de Guindos manifestó que "tras los nuevos rebrotes, lo que hemos visto a partir de agosto y septiembre en los indicadores es que la recuperación ya no es tan intensa como en mayo, junio, o incluso julio". La zona euro podría necesitar otro impulso monetario que a su vez pongas las bases para un mayor apoyo fiscal.