
Se ha dicho durante años. Pero nunca ha sido tan visible. Holanda golpea por encima de su peso. La salida del Reino Unido de la UE le dejó via libre como guardián del mercado interior. La reforma de la eurozona probó hasta qué punto marca los plazos y limita las ambiciones. Y la crisis del coronavirus le ha consolidado como punto de referencia, capaz de mantener la respuesta europea en el aire a la mayor recesión en casi un siglo.
El responsable en gran parte de este paso a la primera línea es su primer ministro, Mark Rutte, quien se ha convertido en el cabecilla de los llamados "Cuatro frugales" (Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca). Se oponen a la concesión de 500.000 millones de euros de ayudas a fondo perdido, el núcleo de la respuesta europea a la crisis del Covid-19, y pelean por recortar el presupuesto comunitario para los próximos años. Y están dispuestos a pelear hasta el final en la cumbre del próximo 17 y 18 de julio, en la que los líderes europeos quieren lograr un acuerdo sobre el gran estímulo europeo de 1,85 billones de euros hasta 2027.
Para intentar ablandar su oposición, Italia y España, los países más afectados por la pandemia, han emprendido una ofensiva casi sincronizada. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará el lunes a La Haya para reunirse con Rutte. Este viernes, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se desplazó hasta allí para cenar con el holandés.
Conte y Sánchez ya dieron muestra de su buena sintonía y coordinación cuando el italiano visitó Madrid este miércoles. "No podemos aceptar una rebaja de la propuesta de la Comisión Europea para el fondo de reconstrucción", dijo Conte en la rueda de prensa conjunta. "Por esto nos juzgarán los libros de historia", añadió.
Sin embargo, la ofensiva del Sur no llega en un buen momento. Además de los "Cuatro frugales", Holanda también encabeza la llamada "Nueva Liga Hanseática", el bloque del Norte ampliado que también incluye a los Bálticos. La habilidad de los holandeses en estos grupos, además de su peso entre los socios del Benelux, les sirvió para impulsar un frente alternativo a la candidatura de la ministra, Nadia Calviño, para presidir el Eurogrupo.
Enorme unidad
Estos socios más pequeños desplegaron toda una demostración de fuerza y de unidad, hasta el punto de conseguir torpedear a la española, a pesar de que contaba con el apoyo de Alemania, Francia, Italia, además de España (el 80% del PIB europeo).
Un sonoro varapalo para el Gobierno de Sánchez, más aún cuando el presidente del Eurogrupo será el irlandés Paschal Donohoe, cuyo país es uno de los miembros de esta nueva "Liga Hanseática".
España ha ganado voz entre los socios del Sur, pero le sigue faltando el peso y la influencia
Las capitales frugales además consiguieron cerrar la semana introduciendo una condicionalidad más exigente y una supervisión más estrecha para acceder a la ayuda del fondo de recuperación.
El presidente de Consejo Europeo, Charles Michel mantuvo los cheques, el dinero que se les devuelve de las arcas comunitarias, a pesar de que la Comisión propuso eliminarlos. España ha ganado voz entre los socios del Sur, pero le sigue faltando el peso y la influencia que le correspondería a la cuarta economía europea. Todo lo contrario que le sucede a Holanda.