Economía

Bruselas aprende la lección y dejará a un lado la austeridad hasta que la recuperación económica sea completa

  • Calviño cree que Europa esperará a que el PIB vuelva a niveles de 2019
  • Subir impuestos o recortar el gasto público ahora no es recomendable
  • La economía debe cerrar la brecha negativa de PIB abierta por el covid-19
Banderas de la Unión Europea

En medio de las negociaciones sobre el fondo de recuperación europeo están llegando mensajes de cambio en el seno de la Unión Europea. La austeridad y las subidas de impuestos podrían quedar suspendidas hasta que las economías de la zona euro hayan completado su recuperación económica, algo que no ocurrió tras la crisis de deuda soberana de 2010-2012. En esta ocasión, hasta que el PIB no logre cerrar la mayor parte de la brecha negativa que ha abierto el covid-19, la política fiscal deberá apoyar el crecimiento económico para que los daños sean menores e irreversibles. 

De modo que la vuelta del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) podría retrasarse hasta 2022, como ya adelantó elEconomista, o en todo caso hasta que la recuperación de la economía sea completa. Los recortes y las subidas de impuestos podrían ser necesarias, pero este no es el momento para hablar de ello y mucho menos para implementar estas políticas. 

Así lo ha dejado claro Nadia Calviño, vicepresidenta Económica del Gobierno de España, que en declaraciones tras su derrota para presidir el Eurogrupo ha declarado que las medidas de consolidación fiscal no se aplicarán hasta que el PIB recupere los niveles previos a la pandemia del covid-19. Un giro importante por parte de Bruselas, que durante la anterior crisis exigió medidas de austeridad a los países que más problemas estaban sufriendo, lo que terminó deprimiendo la demanda interna y complicando aún más el pago de la deuda pública.

Esto podría dejar desactivado el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) durante dos o tres años. El PEC contempla procedimientos y planes para que los países que superan un 3% de déficit público y un 60% de deuda sobre PIB acometan las medidas necesarias para redirigir sus finanzas públicas aun lugar sostenible. 

Ahora mismo, todos los países de la zona euro incumplirán al menos el objetivo de déficit, mientras que la deuda pública subirá con fuerza. Pero los recortes deberán esperar. "Dada la débil demanda y las interrupciones de la oferta, la política monetaria acomodaticia debe complementarse con una postura fiscal de apoyo en la zona del euro... Su objetivo es mantener a flote a los trabajadores y las empresas y limitar los efectos de histéresis y, por lo tanto, un impacto más permanente en las perspectivas potenciales del PIB", sentenciaba un documento reciente de la CE.

Un recorte del gasto público, una subida de impuestos o una combinación de ambos en este momento retrasaría la vuelta los niveles de PIB previos al covid-19, pudiendo prolongar la vuelta al empleo de muchos trabajadores poniendo en peligro sus habilidades y empleabilidad, lo que se conocer como histéresis laboral.

La ayuda del fondo de recuperación

A todo ello ayudará el fondo de recuperación, planeado para actuar allí donde sea más necesario. Nadia Calviño, preguntada por la nueva propuesta que ha presentado el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, tanto para el fondo de reconstrucción como para el presupuesto de la UE a largo plazo (MFF), ha apostillado que no ha estudiado "el detalle" de la misma todavía.

"Es una base que servirá como paquete para la discusión de los líderes (en la cumbre de los días 17 y 18), la vamos a analizar en detalle y se definirá cuál es la posición de nuestro país después de haber podido considerar todos los matices y detalles que contiene", ha apuntado.

Aunque mantiene el tamaño del fondo (750.000 millones) y la proporción de transferencias y prestamos (500.000 millones y 250.000 millones, respectivamente), el planteamiento de Michel de Michel recoge un mayor control de las ayudas al requerir que una mayoría de los países den luz verde a los programas nacionales de reformas.

Su derrota no complicará el futuro de España

La vicepresidenta de Asuntos Económicos ha descartado este viernes que su derrota en la votación para presidir el Eurogrupo vaya a complicar a España la negociación europea sobre el fondo de recuperación, que será "exactamente igual de difícil" que antes de haber sido superada por su rival irlandés, Paschal Donohoe.

"La negociación va a ser muy complicada y es exactamente igual de complicada hoy que anteayer", ha expresado en declaraciones a la prensa después de participar en la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin),

Calviño ha desvelado además que esta mañana ha recibido una llamada de Donohoe en la que el irlandés ha trasladado a la española su "aprecio"y "respeto" y para pedir que trabajen "juntos" durante su mandato. "Esta aproximación transversal es la que yo he venido defendiendo", ha revindicado, para después apuntar que no cree en una Europa "basada en clubes, en prejuicios o en etiquetas".

"Entre todos trabajar juntos para llegar a los acuerdos necesarios y salir adelante lo mejor posible", ha defendido la vicepresidenta. A su juicio, no es "fructífero" seguir "dando vueltas" a su derrota de este jueves porque "la decisión ha sido tomada".

En cualquier caso, Calviño ha recordado que el Eurogrupo es un órgano informan en el que no se tratan cuestiones legislativas, por lo que todos los aspectos relativos al fondo de recuperación se debatirán en el Ecofin, el foro formal en el que participan todos los ministros de Finanzas de la UE y no sólo los del euro.

Por eso, ha preferido no establecer un "vínculo directo" entre la elección del irlandés Donohoe como presidente del Eurogrupo y "la forma en que se aborde el plan de recuperación para el conjunto de la UE", que "se discute en otros foros".

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