La dentellada que dará el Covid-19 a la economía europea será más profunda y dolorosa que lo inicialmente previsto, sobre todo para España. Tal y como adelantó elEconomista este lunes, la Comisión Europea prevé que nuestra economía caiga un 10,9% este año, en comparación con el 9,4% previsto en mayo. Solo será superada por la contracción del PIB italiano, que se dejará un 11,2%. Francia, la tercera economía en el vagón de cola este año, registrará una recesión del 10,6%.
El hundimiento de las grandes economías del euro provocará que la recesión sea más profunda en Europa este año que lo inicialmente previsto en primavera, alejando la probabilidad de una recuperación con forma de 'V'. La Comisión prevé que la zona euro pierda un 8,7% este año, mientas que la UE en su conjunto se desacelere un 8,3%.
El próximo año, Bruselas espera la vuelta del crecimiento, con un 7,1% en el caso español, una décima más que lo señalado hace un par de meses.

Sin embargo, el rebote será algo menos vigoroso que lo previsto en mayo para el conjunto de los socios. En el caso de la UE llegará hasta el 5,8% y para la eurozona del 6,1%, frente al 6,1% y 6,3% de las proyecciones de primavera.
Las previsiones económicas de verano solo actualizan las cifras de crecimiento e inflación, la cual también continúa deprimida. Para España, la Comisión incluso prevé que la evolución de los precios entre en terreno deflacionario este año con un -0,1%, para remontar el próximo año hasta el 0,9%.
Las previsiones de Bruselas llegaron una semana antes de la cumbre del 16 y 17 de julio, en la que los líderes de la UE intentarán llegar a un acuerdo sobre el fondo de recuperación. Los Estados miembros también aspiran cerrar el próximo presupuesto de la UE para los próximos siete años. En total 1,85 billones de euros de gasto para salir del agujero. El acuerdo es "posible", aunque las posiciones están aún "bastante alejadas", resumió este martes un alto cargo diplomático.
Uno de los puntos más conflictivos es el criterio para decidir cómo se reparten los 750.000 millones de euros del fondo de recuperación. La propuesta de la Comisión, basada en las cifras de empleo del último lustro, convertía a Italia y España en los grandes beneficiarios. Polonia también estaba entre los ganadores. Sin embargo, la economía polaca será la que menos sufrirá este año, con una caída de su PIB del 4,6%. Un ejemplo que dará munición al gran grupo que pide revisar el criterio de reparto y usar otros indicadores más recientes.
Y mientras los socios discuten el gran estímulo para superar la crisis del Covid-19, también ya han empezado a discutir cómo y cuándo habrá que empezar a retirar las ayudas y empezar a sanear las economías con ajustes fiscales.
Ajustes presupuestarios
Sin embargo, en la Comisión no esperan que los países presenten ajustes en sus borradores presupuestarios este otoño para el próximo año. Preguntado sobre cuándo tendría que presentar España sus ajustes para reducir el elevado endeudamiento, que podría superar este año el 120% del PIB, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, respondió que ahora es el momento de reaccionar frente a esta crisis para evitar consecuencias económicas "incluso más serias".
La discusión sobre los niveles de deuda "no debería desaparecer" porque en el medio y largo plazo será una preocupación para todos los Estados miembros, comentó el italiano. Sin embargo, "no es la prioridad número uno en estas semanas o meses", añadió.
Gentiloni también expresó su "solidaridad" con nuestro país, recordando que ha sido uno de los más golpeados por la pandemia.
En una breve radiografía de la economía española incluida en las previsiones, la Comisión valora cómo precisamente algunas de las medidas aprobadas por el Gobierno, como los ERTE, han ayudado a amortiguar el impacto económico del coronavirus. Por eso, Bruselas espera que aumente el número de parados cuando se retiren las ayudas temporales.
El debate sobre el momento para sanear las economías dependerá de cuándo la Comisión decida reactivar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El pasado marzo, suspendió temporalmente por primera vez los límites del déficit y la deuda para que los países pudieran responder al gasto adicional causado por el virus. Al mismo tiempo, este debate no solo se solapará con el del fondo de recuperación, sino también con la revisión del Pacto de Estabilidad que lanzó la Comisión en febrero.
Gentiloni destacó la importancia de la discusión sobre las reglas fiscales, que espera que se reactive a la vuelta del verano, porque "probablemente dará forma a la política económica de los próximos años".
"Nadie pide un ajuste inmediato"
El debate sobre el saneamiento de la economía, el cuándo y el cómo retirar los estímulos y ajustar las economías para digerir el enorme endeudamiento público, ya está en marcha entre las capitales. Sin embargo, "nadie está pidiendo un ajuste inmediato", aclaró este martes un alto cargo europeo. Tanto la Comisión, como los Estados miembros o el Consejo Fiscal Europeo, son muy conscientes de que la transición debe ser gradual, para evitar los errores de la pasada crisis. Entonces se provocó una segunda recesión en 2012 por el exceso de austeridad, cuando la recuperación aún no había echado raíces.
Esta discusión llegará este jueves a la mesa de los ministros de Finanzas de la eurozona (el Eurogrupo). Un alto cargo comunitario explicó que no se espera pasar a los ajustes el año que viene, sino que más bien el debate está centrado en 2022. Sin embargo, todo dependerá de cómo evolucione la pandemia y de si se tiene una vacuna, explicó. "Es muy pronto para anticiparlo", añadió la misma fuente.
El presidente del Consejo Fiscal Europeo, Niels Thygesen, también participará en el Eurogrupo. Propuso la semana pasada la eliminación del límite del 60% de la deuda pública, y fijar en su lugar objetivos "realistas" ajustados a la situación de cada Estado miembro.