Economía

La ayuda europea da un respiro pero no aleja el ajuste

  • España tendrá que tomar "medidas impopulares" a partir de 2021
  • La deuda se disparará veinte puntos este año hasta superar el 115% del PIB
La presidenta del Banco Cental Europeo, Christine Lagarde. Reuters
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Europa ha desplegado un estímulo fiscal y una intervención monetaria sin precedentes para capear la peor recesión de la historia de la UE. El 'paraguas' europeo dará un respiro a la economía española, cargada de desequilibrios y vulnerabilidades incluso antes de que golpeara la pandemia. Sin embargo, no aleja el importante ajuste que necesitará a partir del año que viene para que sus cuentas vuelvan a la senda de la sostenibilidad, opinan economistas, eurodiputados y otras fuentes comunitarias consultadas por elEconomista. De otra manera, nuestro país se asomaría de nuevo al precipicio y el riesgo de un rescate resurgiría.

La economía española llegó con problemas a esta crisis. El déficit estructural, la diferencia entre ingresos y gastos al margen del ciclo económico, lleva años sin bajar del 3.5% del PIB (más de 40.000 millones de euros). Se trata del desajuste más elevado de la zona euro, que se pudo digerir gracias a un robusto crecimiento superior a la media europea. O lo era hasta que llegó el coronavirus. La economía española caerá este año un 9,4% y el déficit estructural se disparará hasta el 5,6%, advierte la Comisión Europea.

Las cifras podrían resultar aún más negativas. La AIReF ha empeorado su previsión de déficit nominal hasta el 14%, por el impacto de partidas como la nueva renta mínima. Además, el BCE también es más pesimista respecto a la recesión en la zona euro, al situarla en el -8.7% este año, peor que el -7.7% previsto por la Comisión el pasado mes.

La embestida del virus en nuestro país ha sido tan fuerte que la deuda se disparará veinte puntos este año hasta superar el 115% del PIB. Como resultado, el Tesoro español estima que necesitará emitir al menos 100.000 millones de euros más este año en letras y bonos, que se sumarán a los 200.000 millones ya previstos.

Frente a esta losa tan pesada, Europa esta vez sí que está echando una mano a los países más afectados por una crisis de la que no son responsables. Sobre todo a través de las compras de deuda del BCE, y su programa para la pandemia reforzado esta semana hasta los 1,35 billones de euros.

Aún hay que cerrarlo

Además, el paquete de recuperación de 750.000 millones de euros propuesto por la Comisión Europea, y respaldado por Francia y Alemania y España, entre otros países, "ha tranquilizado mucho a los mercados" señala Maria Jesús Fernández, economista senior en Funcas. Los Estados miembros aun tienen que cerrar un acuerdo que se espera difícil, aunque los optimistas esperan lograrlo el próximo mes.

Estas medidas se suman a los 540.000 millones de euros de liquidez ofrecidos a los países y sus empresas a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad, del Banco Europeo de Inversiones y de la Comisión Europea, a través de su nuevo instrumento SURE de apoyo al empleo.

Con todo ello, se formaría un colchón importante para España para aguantar la arremetida del virus. El BCE ya ha comprado unos 37.000 millones de euros en deuda española entre marzo y mayo. Según estimaciones de Analistas Financieros Internacionales (AFI), podría adquirir unos 100.000 millones en bonos españoles este año, dando un balón de oxígeno fundamental para mantenernos financiados con costes bajos.

Además, nos ahorraríamos unos 77.000 millones de euros a partir del próximo año, gracias a las ayudas a fondo perdido (no reembolsable) que nos tocarían del fondo de recuperación europeo, una vez se apruebe.

España también tendría a su disposición un gran volumen de créditos blandos, que aunque incrementarían su deuda, representaría un ahorro en costes de financiación. Tendría unos 25.000 millones de euros del MEDE sin condiciones, para costear el impacto de las medidas de contención y la crisis sanitaria. Según el MEDE, nos podríamos ahorrar unos 2.000 millones de euros en intereses.

A ello se sumaría el crédito a través de SURE, que podría llegar hasta los 20.000 millones de euros. Por último, nos tocarían unos 63.000 millones también en préstamos ventajosos del nuevo fondo de recuperación cuando esté listo. El Gobierno no se ha decidido a solicitar la ayuda del MEDE aún, aunque sí pedirá los préstamos blandos de SURE.

"La deuda va a entrar en tasas de crecimiento insostenibles", remata Fernandez

Como resume Gonzalo García, director de Economía en AFI, "se trata de un paraguas muy potente, para que no tengamos problemas a corto plazo". Pero añade que las dificultades llegarán a partir del año que viene, cuando los inversores atiendan a la sostenibilidad de nuestras cuentas.

"La deuda va a entrar en tasas de crecimiento insostenibles", remata Fernandez, sobre todo atendiendo a nuestro déficit estructural, incluso si volvemos a cifras de crecimiento por encima de la media europea como antes del coronavirus.

Ambos coinciden en que España tendrá que realizar un ajuste "importante", con medidas "impopulares" sobre todo en dos areas: subida de impuestos generalizada, incluyendo el IVA y ampliación de las bases; y una nueva vuelta de tuerca a las pensiones, teniendo en cuenta que a partir de mediados de esta década la generación del 'baby boom' empezarán a retirarse. Un paquete que requeriría un amplio consenso, por lo que piden a los partidos que tomen conciencia del desafío.

El ajuste llegará el año que viene

Aunque este año la prioridad sea salir del agujero, los economistas y las señales de Bruselas apuntan a que el ajuste tendrá que llegar a partir de mediados del año que viene y con la vista en 2022. Será entonces cuando el BCE podría empezar a cerrar el grifo. Además, a partir de la próxima primavera, la Comisión probablemente empezará a apretar de nuevo con la senda fiscal, una vez que reactive el control del déficit y la deuda a través del Pacto de Estabilidad.

¿Corremos entonces el riesgo de caer bajo un rescate, con 'hombres de negro' e imposiciones de ajustes a cambio de más ayuda? El eurodiputado de Ciudadanos, Luis Garicano, opina que "salvo extrema irresponsabilidad del Gobierno, un rescate en el sentido tradicional debería ser completamente evitable". Eso sí, Fernández señala que si no se toman medidas para encauzar la sostenibilidad de la deuda "el riesgo es elevado".

Fuentes comunitarias valoran que la clave de momento es el BCE. Mientras siga actuando y manteniendo los costes de financiación relativamente bajos no debería haber ningún problema.

Un punto en el que también incide el eurodiputado socialista Jonás Fernández. En su opinión, la inyección adicional del BCE de 600.000 millones de euros anunciada esta semana "garantiza costes de financiación muy reducidos para la deuda pública", haciendo menos necesario incluso que España utilice los 25.000 millones de euros del MEDE.

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