
El Gobierno aprobará el ingreso mínimo vital dentro de una semana, en el Consejo de Ministros del martes 19 de mayo, cumpliendo así con los últimos plazos previstos por el titular de la cartera de Seguridad Social y arquitecto de la ayuda José Luis Escrivá. Concretamente, tras conocerse este lunes más detalles sobre el contenido y forma de la prestación que servirá para paliar la pobreza extrema y la desigualdad en nuestro país. No obstante, la volatilidad de los acontecimientos a causa de la evolución de la pandemia y la profusa labor legislativa del Gobierno durante estas semanas hace que existan salvedades de que se pueda demorar hasta el Consejo de Ministros del próximo 26 de mayo, si bien esta no sería la opción principal del Ejecutivo, según ha podido saber elEconomista.
Concretamente, el borrador de la medida del que cada vez se van conociendo más detalles será presentado a finales de esta semana, probablemente jueves o viernes, a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, donde se pasará revista a la memoria económica de la prestación y será evaluada para posteriormente ser elevada al Consejo de Ministros, lo que sucedería el martes de la próxima semana. De hecho, fuentes de Moncloa descartan de cualquier modo que la prestación pueda ver la luz en la reunión interministerial de mañana. Recuerdan en este sentido, que el compromiso del Gobierno es de presentar la propuesta a los agentes sociales para su valoración antes de que vea la luz y que por lo tanto el documento se le hará llegar a las patronales, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil durante este semana.
Si todas estas revisiones de una medida que ya está aquilatada por parte del Ministerio de Seguridad Social serían el único motivo para que la aprobación del ingreso mínimo vital se postergase hasta la semana del 26 de mayo. Cabe recordar en este punto, que los plazos los apuró el propio Escrivá durante la rueda de prensa celebrada hace unos días en Moncloa en la que aseguró que la ayuda se podría comenzar a percibir en el mes de junio. Con todo ello, explican fuentes oficiales que el key de la cuestión está precisamente en el conocimiento del alcance la medida y su fondo más que le volumen de las cuantías que pueda otorgar el Estado "porque se verá que los beneficiarios es gente que realmente lo necesita".
Si embargo, consultados por este medio ni patronal ni sindicatos tienen aún constancia de los detalles de este ingreso mínimo vital ni han sido convocados para ningún tipo de reunión definitoria, que según fuentes del Gobierno se producirá a lo largo de esta semana.
Ayudas de hasta 1.015 euros
Este lunes, además, a través de una noticia publicada por El Mundo se ha arrojado luz sobre uno de los puntos de mayor interés acerca de la ayuda: la cuantía mensual del ingreso mínimo vital. Si bien fuentes de Moncloa aseguran a elEconomista que las cifras vertidas se desprenden de un borrador que puede estar sometido a modificaciones en los detalles reconocen que se aproxima a lo que finalmente verá la luz la próxima semana.
En este sentido, la cuantía de las pagas irían desde los 462 euros en caso de que sea un adulto el perceptor del ingreso mínimo vital hasta los 1.015 euros mensuales en caso de tratarse de dos adultos con más de dos hijos a su cargo los beneficiarios de la ayuda. En este sentido, el borrador de la norma prevé rentas de 700 euros mensuales para un adulto con hijo a cargo; 838 euros en caso de ser un adulto con dos hijos a cargo; y de 977 euros para un adulto con tres o más hijos a cargo.
En el caso de ser dos cabezas de familia, a parte del caso mencionado en el que se concedería la ayuda de 1.015 euros, si los beneficiarios son dos adultos sin hijo a cargo la ayuda ascenderá hasta los 600 euros al mes; hasta los 738 euros en caso de ser dos adultos con un menor a cargo; 877 euros si se trata de dos adultos con dos hijos a cargo; mientras que si se trata de tres adultos sin cargas se prevé una ayuda de 730 euros y de hasta 877 euros para tres adultos con un menor a cargo u otros modelos de familia.
Otras claves de la medida
Entre otros aspectos fundamentales que aparecen en el borrador del ingreso mínimo vital está el de la dureza de los requisitos de acceso, que tal y como avanzó este medio se encontrarían sujetos a un peritaje individual que incluye pruebas de renta y justificantes de búsqueda de empleo de los miembros del núcleo familiar donde va a entrar esta ayuda. En este sentido, según informa El Mundo parece que quedarían excluidos de la ayuda aquellas personas que sean titulares de un patrimonio de 100.000 euros o más, en el que estaría incluida la vivienda habitual. Además, deberá ser mayor de 23 años, salvo que tenga al menos un hijo a cargo, y menor de 65 años.
Además, en clara sintonía con otros programas de rentas mínimas ya vigentes en las diferentes comunidades autónomas, y como ya avanzó este diario, una de la claves para el acceso a la prestación será como ocurre sin ir más lejos para beneficiarse de esta ayuda en Asturias que: el beneficiario esté inscrito como demandante de empleo así como que todos los miembros del hogar hayan solicitado previamente las pensiones y prestaciones vigentes a las que pudieran tener derecho, incluidas las del derecho de alimentos.
Todo ello, conforma el armazón de un escudo social que alcanzará a cerca de 1,1 millones de personas en nuestro país, de las que un 30% serían familias monoparentales para sumar un coste anual de la prestación de 3.000 millones de euros que irán con cargo a la Seguridad Social.