Economía

La prórroga de los Presupuestos de Montoro lleva a Sánchez a elecciones

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. Imagen: Europa Press

Apenas unos días antes de que estallara la pandemia del coronavirus, el presidente Pedro Sánchez insistía en que contaría con unos nuevos Presupuestos Generales para antes de que finalizara el verano, es decir, para antes del 21 de septiembre. Pero la pandemia del coronavirus lo ha trastado todo. El Gobierno no tiene Presupuestos, vive con la prórroga de las Cuentas de 2018, al tiempo que pierde los apoyos de sus socios de investidura. Así, volver a las urnas es una de los escenarios políticos.

El horizonte que planteaba entonces ya era un poco difuso, pues aprobar unas nuevas cuentas para, en el mejor de los casos, cuatro meses, no tiene mucho sentido, si no es que estás pensando en los Presupuestos de 2021. Lo cierto es que el Gobierno presentó en el mismo paquete los objetivos de déficit de 2020, hasta 2023, y con eso ya quedaba claro que si no jugaba una carta presupuestaria, la de este año, podía jugar a otra.

Sánchez se encuentra sumergido en la mayor crisis económica de España después de la Guerra Civil

Pero la irrupción del coronavirus en España cambiaron las fichas del tablero nada más empezar la partida. Y ahora Pedro Sánchez se encuentra sumergido en la mayor crisis económica de España después de la Guerra Civil de 1936, y con un debilitamiento del apoyo inicial de sus socios de investidura (entre ellos, ERC y PNV), pendientes de elecciones en sus autonomías, y tocados por el recorte de competencias que sus territorios han experimentado con el mando único decretado desde el primer estado de alarma.

Así pues, Sánchez se ve abocado a prorrogar PGE, como el mismo y la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, llegaron a admitir a mediados del mes de abril -algunos ministerios como el de Defensa ya lo habían asumido antes-, poniendo la vista ya en unos Presupuestos extrasociales para 2021. Pablo Iglesias se refiere a unos Presupuestos antiausteros.

Pero si en 2020 no todo era mil sobre hojuelas para encontrar apoyos, más difícil resulta ahora encontrarlos para un ejercicio más tarde. El presidente -le asiste la ley- puede permanecer en el poder con unos presupuestos prorrogados, los de 2018 con firma de Cristóbal Montoro. Pero tiene serios problemas.

"Un Gobierno sin Presupuestos debe someterse a elecciones para que una mayoría decida el Gobierno"

El presidente Sánchez quiere mayor gasto social, necesita nuevas figuras impositivas, y las cuentas se le han descuadrado en todas y cada una de las variables del cuadro macroeconómico. Además, tiene la incertidumbre del rango de ayudas que la Unión Europea brinde a sus socios, y de las condiciones que se impondrán a cambio de ellas, lo que le empuja cada vez más a una convocatoria electoral si se aplica para sí mismo aquella máxima que le aplicó él a Mariano Rajoy cuando literalemente le decía: "Un Gobierno sin Presupuestos es como un coche sin gasolina; tiene que someterse a una cuestión de confianza; debe someterse a elecciones para que una mayoría decida el Gobierno. Sin Presupuestos, un Gobierno es un lastre. Rajoy ha amenazado con prorrogar Presupuestos y llegar hasta 2020. O Presupuestos, o elecciones. Gobernar no consiste en vivir en La Moncloa".

Extrasociales

En enero de este año, la ministra de Hacienda hablaba de unas Cuentas Públicas que por primera vez priorizarían el impacto de género de los programas. La innovación, la tecnología, la transición ecológica o la justicia social y fiscal eran sus columnas argumentales. Sin embargo, la nueva era del coronavirus obligará por puro pragmatismo o unos Presupuestos muy distintos a esos. En primer lugar con un cálculo de un gasto reforzado en Sanidad, con unos parámetros de deuda y déficit muy alejado de lo alegremente previsto en febrero, y por qué no decirlo, con recortes en muchas partidas para la izquierda son anatemas.

El PNV pide unos Presupuestos con cifras concretas, si no, ve el final de la legislatura

El resto, dijo Aitor Esteban, del PNV, días atrás, son unos Presupuestos con cifras concretas, sin brindis al sol, porque de otro modo, hay que ir al final de la legislatura.

Los jeltzales no están muy contentos con la gestión de la crisis sanitaria y del estado de alarma de Sánchez. Es más, sin ambajes la califican de desastrosa, plagada de incertidumbres y poco seria.

A los nacionalistas vascos les preocupan sus elecciones. La figura de Iñigo Urkullu se ha visto reforzada. Y los sondeos le dan muy buenas expectativas en el caso de pronto se celebraran elecciones. En una situación como ésta, pactos con suponen un lastre. Las competencias recortadas durante el estado de alarma les han llevado a decir que, en la próxima prórroga, es probable que se retiren y dejen de apoyar al candidato socialista.

En Cataluña, el socio de investirura, ERC, presiona con una mesa de negocación una vez que finalice la crisis del Covid-19. Los de Esquerra nadan, aunque guardan la ropa. Pero su vehemencia con el Gobierno ha ido ganando peso. En la última ocasión ni siquiera se abstuvieron, directamente votaron en contra de la prórroga. Y en la sesión de control parlamentaria del pasado miércoles, Gabriel Rufián preguntó a la ministra Teresa Ribera "¿cuánto les importa la legislatura?, ¿mucho?, ¿poco?".

ERC lanzaba así su primer órdago. Sabe que tiene tras de sí unas elecciones en Cataluña, que JxC y Torra están sacando partida de las actuaciones centralizadoras de Pedro Sánchez, y la idea arrojada de que si no fuéramos españoles tendríamos menos muertes, ha sido muy duro, pero muy rentable para enardecer las masas del catalanismo soberanista radical.

Nubarrones de Europa

La palabra rescate ha empezado a expandirse por la geografía española.El presidente del Gobierno fue preguntado por ello, por parte de Pablo Casado, al sacar a colación que el primer ministro italiano lo había revelado en el Senado de su país. Sánchez -vino a decir Giuseppe Conte- está interesado en el Fondo Europeo de Rescate. Pero el presidente no dice nada, como tampoco de la recomendación de la agencia de calificación, Moody's, quien piensa que España tiene que solicitar el rescate a Europa, y después tiene que ejecutar un ajuste presupuestario para mejorar su solvencia y reducir su deuda pública, con unas previsiones nacionales de una caída del 9,2% del PIB. Así, ya hay quien piensa que, con estos mimbres, solo queda una salida: elecciones.

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