
En plena cuarentena por la infección de coronavirus de su pareja, Irene Montero, Pablo Iglesias ha utilizado este jueves las instalaciones de prensa del Palacio de La Moncloa, junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa, para anunciar unos futuros Presupuestos Generales del Estado "antiausteros", lejos de los que vinieron tras la crisis económica de 2008, ya que, en su opinión, se ha demostrado que con unas Cuentas como esas no se da la cobertura y la protección necesaria a las personas más vulnerables socialmente. "Esta crisis - dijo- no la van a pagar los de siempre".
Saltándose el protocolo sanitario y tomando el protagonismo que le había quitado Moncloa en la gestión de esta crisis, así se pronunciaba el vicepresidente de Asuntos Sociales y Agenda 2030, en una comparecencia que ha tenido lugar cinco días después de que el Consejo de Ministros decretase el estado de alarma por la epidemia del coronavirus.
Iglesias subrayó en su intervención que "hemos dejado atrás los dogmas del austericidio que fracasó en 2008, y ahora la apuesta es la opuesta; es decir, utilizar el Estado para proteger a las personas y a los trabajadores", sostuvo.
Mantiene Iglesias que la intención de elaborar unos Presupuestos con mayor gasto social y más impuestos está bien visto en estos momentos, e incluso recibe el respaldo de destacados economistas, opina el líder de Unidas Podemos. "Lo público -sustanció Iglesias- nunca se pone de perfil".
Y lejos de estos postulados, se pronunciaba también el Partido Popular, de la mano de Cuca Gamarra, para quien es prioritario, primero superar la crisis del coronavirus, y luego abordar los Presupuestos. Lo que tiene claro el PP es que, de llegar a acuerdos con el PSOE, el PP decidirá si apoya o no en función de las "recetas" para reactivar la economía que planteen, anticipando que, si las Cuentas van en la línea del enfrentamiento entre el sector público y la economía productiva se estarán "alejando" de lo que necesita España.
Ciudadanos, por su parte, ha pedido unos Presupuestos más contundentes con avales, créditos y anticipos, y mayor dotación a las autonomías.
La repetición del plan
Iglesias repitió las medidas aprobadas en el plan de choque. De ellas, se arrogó la gestión de los 600 millones de euros que irán destinados a la Sanidad y Dependencia de comunidades autónomas y entes locales. Se trata de una partida que sale del superávit de estas administraciones, y sobre la que ahora el Estado da permiso para utilizar.
Ayer, José Luis Martínez Almeida pidió al Gobierno la posibilidad de utilizar, no solo esta cantidad, sino los 5.000 millones de euros que generan de superávit los ayuntamientos, y así destinarlos a medidas de emergencia económica. En el caso de Madrid, 420 millones de euros