
El independentismo sigue incendiando el panorama político y social incluso durante la pandemia del coronavirus. La consejera de Presidencia, Meritxell Budó, afirmaba hace unos días que en una Cataluña independiente hubiera habido menos muertos. Palabras que suscribía la portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Laura Borràs.
No obstante, el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, daba un paso más asegurando que de ser independiente se hubiera salvado miles de vidas en la crisis del coronavirus, y llegando a exponer que "España es paro y muerte, y Cataluña vida y futuro".
Unas controvertidas declaraciones que no han tardado en tener reacciones. Desde el PP, el diputado Alejandro Fernández acusó al Govern de no generar confianza ni unidad: "Han sustituido el indecente 'España nos roba' con el inmoral 'España nos mata'. Asimismo, el primer teniente alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, tildó las palabras de Canadell a través de un tweet como "absolutamente lamentables".
En esta linea, el pasado 15 de marzo, la eurodiputada de JxCat, Clara Ponsatí, incendiaba las redes sociales. Tras abogar por el cierre de la capital española ante el brote del coronavirus, remataba el tweet con la frase "de Madrid al cielo". Unas desafortunadas palabras que más tarde acabó borrando.
Gestión de la pandemia
En este contexto de tensión, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, reclamaba el pasado viernes a los comuns que presionen al Gobierno para que desde Cataluña se pueda gestionar y aplicar su propio plan de desconfinamiento de la pandemia del coronavirus. "Ustedes gobiernan en España, hagan que el Gobierno acepte que Cataluña, que tienen competencia, experiencia y conocimiento, pueda hacer su desconfinamiento".
Una experiencia que no se ha visto reflejada en la gestión llevada a cabo durante esta crisis. Ejemplo de ello, es la labor desempeñada en las residencias de ancianos en Cataluña, quien incluso el mismo Torra admitió que "no estaban preparadas para una catástrofe como la que venía" y donde al menos 2.772 personas han fallecido -de acuerdo a la información declarada por las funerarias-, 9.794 personas han sido confirmadas como positivo y 19.421 son casos sospechosos, según datos publicados el sábado por el Departamento de Salud de la Generalitat.
Uno de los más críticos ha sido el líder del PP Alejandro Fernández durante la primera sesión de control al Govern, preguntando si "alguien en Madrid les ha impuesto el caos en las residencias de ancianos que han provocado ustedes mismos".
Esta situación tampoco ha tardado en denunciarla UGT. El sindicato ha juzgado que se hayan hecho pruebas de COVID-19 "selectivas", solamente a algunos usuarios y trabajadores, y ha avisado que poner las residencias bajo la gestión del departamento de Salud no será solución "si no va acompañada de medidas eficientes".
Otra de las polémicas decisiones del Govern durante la pandemia tiene que ver con el montaje del hospital de campaña de Sabadell en pleno pico de contagios, donde la Generalitat mandó desmontar las tiendas de campaña militares que el Ejército de Tierra instaló para atender a los pacientes derivados de hospitales para cambiarlos por panales, aludiendo a "criterios técnicos". Una decisión que hizo retrasar su entrada en funcionamiento y que pacientes de hospitales colapasados no pudiesen ser derivados con rapidez.
Asimismo, una orden muy criticada por los farmacéuticos la pasada semana fue a raíz del caos sembrado en las farmacias al inicio del reparto gratis de mascarillas anunciadas por la Generalitat, que causó el colapso del sistema informático de las farmacias catalanas, necesario para la dispensación de fármacos y otros productos sanitarios. El colectivo acusó a Torra de haber hecho una promesa sin disponer de las mascarillas y sin prever consecuencias tales como las aglomeraciones que se podían producir ante las farmacias.
Sin embargo, y pese a todo ello, el presidente de la Generalitat no tardó en acordarse del Estado español durante la sesión de control el pasado viernes, advirtiendo que "solo con estos presupuestos no saldremos de esta. Es evidente que lo que necesitamos son transferencias directas por parte del Estado, y no préstamos".
"Necesitamos tener un Estado a favor", ha insistido Torra antes de añadir: "Necesitamos estas transferencias de dinero para poder pagar el coste sanitario".