
El Parlament catalán aprobó este viernes los Presupuestos de la Generalitat para 2020 y su ley de acompañamiento, pactados entre el 'Govern' y Catalunya en Comú Podem. Unas cuentas alejadas de la realidad ya que se gestaron antes de producirse la crisis sanitaria, económica y social vinculada al coronavirus.
Aunque el presupuesto recoge un aumento del gasto de 3.070 millones de euros, el Ejecutivo catalán reconoce que habrá mucho más gasto -no tiene todavía calculadas sus necesidades financieras-, unido a una disminución de ingresos.
Lo que sí da por hecho es que se quedará corta la estimación de 1.800 millones de euros de coste sanitario adicional por el Covid-19, que ya suponía el doble que el incremento presupuestado para la consejería de Salud este 2020, respecto a las últimas cuentas vigentes de 2017.
Compromisos pendientes
Los Presupuestos 2020, que ascienden a 36.000 millones de euros, fijan el citado aumento del gasto de 3.070 millones, para cumplir compromisos pendientes como la recuperación de pagas a los empleados públicos o la reducción de las tasas universitarias.
Estas Cuentas se diseñaron pensando en un aumento de ingresos de 4.174 millones respecto a 2017 y se pretendía reducir el peso de la deuda sobre el PIB hasta situarse en el 31,4% del PIB catalán en 2020. Sin embargo, la pandemia disparará déficit y deuda, y convierte en imposible la estimación de que la economía catalana crezca un 1,9% este año. De hecho, Torra explicó que el PIB catalán puede caer dos puntos, y el paro superar el 20%.
Las partidas de mayor cuantía del Presupuesto son Salud, que recibirá 9.659 millones, un 10,4%; Educación, que crece 17,2%, hasta 5.590 millones; Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, con 2.697 millones, un 16,8% más, y Empresa y Conocimiento, 1.456 millones, un 15,7% más.
Entre las novedades, los Presupuestos incluyen la creación de dos nuevos impuestos ambientales pioneros en España y una subida de figuras impositivas, como un subtramo autonómico en el IRPF, en una comunidad donde ese tributo ya es el más elevado del Estado.
Sí se renuncia finalmente a la subida del impuesto de Sucesiones y Donaciones, que cuenta con una moratoria de dos meses, lo que permite que las herencias de los fallecidos por el coronavirus sigan tributando lo mismo y no se vean afectadas por la subida. Tampoco subirá el gravamen sobre los refrescos con exceso de azúcar, en marcha en 2017, y la tasa turística.
En un 'Parlament' con 21 diputados en el hemiciclo y el resto con voto delegado o telemático, el 'president', Quim Torra, aprovechó para proponer un "pacto para la construcción a nivel catalán", en el que pretende que se impliquen todos los agentes políticos, culturales, científicos, económicos y sociales, "todo el talento de Catalunya", afirmó.