
La Generalitat de Cataluña prevé mantener las principales alzas fiscales previstas para los ciudadanos en el proyecto de Presupuestos de 2020, como el Impuesto sobre las Personas Físicas (IRPF) y Sucesiones, pese a la crisis del coronavirus.
En una comparecencia por videoconferencia en el Parlament, el vicepresidente de la Generalitat y consejero de Economía, Pere Aragonès, ha insistido en su defensa de aprobar las cuentas autonómicas de este año cuanto antes y luego adaptarlas para abordar la crisis sanitaria, económica y social provocada por el Covid-19 y la posterior estrategia de recuperación, pero ha indicado algunas medidas fiscales que no prevé modificar.
Es el caso de los cambios en el IRPF para quienes ingresan menos de 12.000 euros y más de 90.000, así como el alza del Impuesto de Sucesiones, sobre el que ha afirmado que "afecta a muy pocas familias y es una herramienta de redistribución de la riqueza".
Con todo, este martes prevé aprobar un aplazamiento de dos meses de su pago desde que se levante el Estado de alarma para facilitar los trámites registrales y de notaría, un punto especialmente relevante dado el elevado número de fallecimientos por la pandemia.
El Govern también aprobará este martes aplazar el pago del impuesto de bebidas azucaradas del primer trimestre, que en lugar de abril se pagará junto con la cuota del siguiente trimestre, y también se aplazará el canon de residuos y agua en el ámbito industrial.
Sobre política fiscal futura, Aragonès ha defendido la propuesta de creación de un impuesto sobre los grandes patrimonios a nivel europeo.
Gasto
El consejero catalán también ha dado por "suspendido" el límite de déficit autonómico del 0,2% del PIB regional para 2020 –decisión estatal todavía no tomada- y ha indicado que, hasta el pasado viernes, la Generalitat ha gastado 198,4 millones de euros en material sanitario para combatir el coronavirus.
Ha recordado que la previsión total actual de gasto sanitario de la administración catalana por la pandemia es de 1.800 millones, aunque la cifra se irá "ajustando" según las necesidades y la evolución de la enfermedad.
Respecto a las transferencias económicas que llegan del Estado, ha querido diferenciar entre transferencias presupuestarias, que permiten aumentar presupuesto (hasta ahora 45,5 millones para gasto social, 51,3 para salud y 3 millones para becas comedor), y las ya previstas este año y que "simplemente lo que se hace es avanzarlas en el tiempo para tener tesorería pero no permiten aumentar gasto" (es el caso de transferencias vinculadas al sistema de financiación autonómica).
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