
Partiendo de la premisa de que los mayores han sido el salvavidas para numerosas familias y hogares que sufrieron los azotes de la crisis económica de 2008 manteniendo a hijos y nietos gracias a la pensión que percibían del Estado, también han sido los jubilados el único colectivo que ha visto incrementado sus niveles de renta durante los años posteriores de recuperación de la economía española, concretamente un 14,8%.
Así lo demuestra la última Encuesta Financiera de las Familias que ha publicada recientemente el Banco de España, donde por contra se observa como los más jóvenes han sido el colectivo más castigado en términos de ingresos y riqueza acumulada por la crisis al calor de la destrucción de millones de puestos de trabajo.
En este sentido, y teniendo en cuenta la distribución de los hogares españoles en función de la situación laboral de su cabeza de familia nos encontramos que aquellos donde el principal ingreso proviene de una persona jubilada han elevado su renta media un 14,8% en el periodo transcurrido entre 2011 y 2017. En este caso, los ingresos se incrementaron desde una media de 28.200 euros anuales a 32.400 euros.
Todo lo contrario a la experiencia de trabajadores asalariados y autónomos, que en este periodo objeto de análisis han visto reducirse su renta media un 5,7% y un 9,6%, respectivamente.
Concretamente, en el sexenio anteriormente mencionado, los empleados por cuenta ajena han pasado de percibir ingresos por valor de 43.600 euros anuales a 41.100 euros, mientras que para los trabajadores por cuenta propia esta renta se ha reducido desde los 52.000 euros al año a los 47.000, manteniéndose no en vano por encima en la comparativa entre ambos.
Por último, otros tipos de inactivos o parados han pasado de ingresar en sus hogares una media de 22.200 euros al año a 19.600 euros, lo que implica una reducción del 11,7%.
Recuperación desigual
Pero estas no son las únicas cifras que muestran la envergadura de los desequilibrios instalados durante la recuperación de la crisis, donde los jóvenes han sido los más perjudicados en términos de ingresos disponibles.
Si atendemos a este mismo análisis de renta media disponible comparada entre los años 2011 y 2017 en función de la edad del cabeza de familia, se aprecia como los hogares donde este es menor de 35 años han experimentado una pérdida de ingresos del 23% siendo la más abultada de todas las cohortes analizadas por el Banco de España. En este caso, las rentas medias se han reducido en seis años desde los 35.600 euros anuales hasta los 27.300 euros.
En este punto, nos encontramos con la única cohorte, a aparte de los mayores de 65 que sí han incrementado su renta disponible en los últimos años al calor de la recuperación. Son los hogares jóvenes -entre 35 y 44 años- pero con una mayor estabilidad en el trabajo que en el caso de los menores de 35 años, que han visto elevarse sus ingresos en un 6%, pasando de los 34.700 euros anuales a los 36.800 euros.
De hecho, el siguiente colectivo por edad, entre los 45 y 54 años, lejos de esta experiencia, han sufrido una merma de los ingresos del 7,4% pasando de los 41.700 euros anuales de ingresos a los 38.600 euros de media.
Además, tanto el caso anterior -entre 45 y 54 años- como el colectivo comprendido entre los 55 y 64 años componen una fotografía fidedigna del colosal efecto del desempleo entre los trabajadores cercanos a la jubilación que son también quienes más engordan las listas de parados de larga duración en nuestro país. Así, estos últimos han pasado de ver un ingreso medio anual de 47.000 euros a uno de 41.000 euros.
Por último, y en contra de todas estas tendencias, se encuentra los hogares donde el cabeza de familia tiene una edad comprendida entre los 65 y 74 años, y los mayores de 74 años. Para el primero de los casos la ganancia de renta media en los años de recuperación ha sido del 14,3%, mientras que en el segundo caso el incremento asciende al 18,2%.
Así, los primeros pasan de contar con un ingreso medio al año de 29.900 euros a 34.200 euros, mientras que los mayores de 75 años suben desde los 19.700 euros a los 23.300 euros.Cabe recordar en este punto, que en estos casos la mayoría de las rentas provienen de pensiones de jubilación y que, durante el periodo analizado, este colectivo no perdió poder adquisitivo gracias a subidas mínimas de las pensiones (0,25%) con inflación negativa.
En cuanto a la renta mediana real de los hogares, "se observan variaciones positivas de en torno al 10% a lo largo de toda la distribución, siendo estos aumentos algo menores a medida que se eleva la renta. También se produjeron crecimientos sustanciales de renta para los hogares en todos los grupos de edad del cabeza de familia, aunque la renta mediana para los hogares más jóvenes se situaba a finales de 2016 aún un 18% por debajo de la observada para ese grupo de edad en 2010", concluye el informe.