
Los rumores se confirman. Pedro Sánchez creará un nuevo Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migración para blindar el dominio de las pensiones y en el que estará al frente José Luis Escrivá, actual presidente de la AIReF. De esta manera, el departamento de Trabajo, que va a depender de Yolanda Díaz (Podemos), no tendrá competencia en la materia.
No será el único Ministerio nuevo. En este Ejecutivo de coalición, que se va conociendo a cuentagotas, también habrá un Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en el que la diplomacia económica será prioritaria. Arancha González, actual subsecretaria general de la ONU, será la encargada de pilotar este nuevo Departamento. Y es que, según informan fuentes de Moncloa, Pedro Sánchez pretende constituir en su gabinete "el mejor equipo económico de la democracia española". En este sentido explica que "este ámbito se verá reforzado desde dos ministerios adicionales, que tendrán además de sus respectivas competencias habituales, un enfoque con clara vocación económica".
El por qué del divorcio con Trabajo
¿Cuál es el sentido de separar Seguridad Social y Trabajo, que por cierto es algo casi histórico? Por un lado, los socialistas logran satisfacer una de las principales aspiraciones de Podemos, el Ministerio de Trabajo, una reclamación que fue una de las causas de la ruptura de las negociaciones del pasado verano. Y con la separación de la Seguridad Social el PSOE se reserva una de las principales partidas presupuestarias del Estado así como un as electoral clave: las pensiones, protagonistas de las campañas electorales.
Lo cierto es que Escrivá tendrá una larga carrera de fondo por delante. En primer lugar, deberá ocuparse de todo lo relacionado con pensiones y prestaciones sociales, es decir, la parte que más dinero público mueve, con unos ingresos y unos gastos que pueden cerrar 2019 por encima de los 140.000 millones de euros, la mayor parte correspondiente a la recaudación de cotizaciones sociales y al pago de pensiones.
Asimismo como ministro encargado de la Seguridad Social tendrá que afrontar una reforma del sistema de pensiones dialogada con los agentes sociales y enmarcada en el Pacto de Toledo que en el acuerdo programático entre el PSOE y Unidas Podemos contempla la revalorización con el IPC real, eliminar el Índice de Revalorización de Pensiones y el Factor de Sostenibilidad -cuya entrada en vigor se retrasó a 2023-.
De esta manera, quedaría derogada la reforma de pensiones de 2013. También se fija en dicho acuerdo la adopción de nuevas medidas para reforzar la parte de ingresos del Sistema y una reducción de las bonificaciones a la contratación, con el objetivo de que sea financieramente sostenible.
A estas tareas se suma la incorporación del nuevo Ingreso Mínimo Vital como una prestación de la Seguridad Social para familias sin ingresos o con unos ingresos bajos. Este programa en materia de Seguridad Social coincide con las peticiones de CCOO y UGT. Fuera de las competencias de Escrivá quedarán, entre otras, la derogación de la reforma laboral de 2012 y la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores.