La coyuntura deficitaria de la Seguridad Social supone una rémora para los futuros beneficiarios de las prestaciones a clases pasivas y los trabajadores encargados de aportar a la caja común, que habrán de hacerse cargo de los actuales desequilibrios financieros que sufre el sistema público. De hecho ese escenario ya está empezando a dibujarse en las cuentas de la Seguridad Social, cuyo déficit anual se sitúa por encima de los 16.000 millones de euros desde 2016 –alcanzó los 18.000 millones de euros en el año 2018–. Esto supone, tal y como se refleja en el informe sobre La deuda pública en España. Implicaciones sobre la política económica publicado recientemente por el Inistituto de Estudios Económicos (IEE), que 150 euros mensuales de cada pensión media del sistema son abonados a través de emisiones de deuda.
De este modo, sobre los cálculos de ese ejercicio 2016 –cuando el déficit rebasó los 16.000 millones–, con una pensión media para el conjunto del sistema en este ejercicio de 910 euros mensuales, significa que un 16,4 por ciento de la pensión se sufragó gracias a las emisiones de deuda. Deuda de la Seguridad Social que, habida cuenta de los déficits acumulados durante los últimos ejercicios, parece estar adoptando un carácter estructural por lo que será necesario abonar esos excesos de gasto a través de la vía impositiva.

"La precaria situación de la Seguridad Social queda también de manifiesto si se estudia la deuda asumida por el sistema, que hasta mediados de 2017 se mantuvo estabilizada en torno a los 17.000 millones de euros, pero desde entonces se ha disparado hasta situarse por encima de los 50.000 millones de euros", señala al respecto el informe del IEE dando cuenta de la cronificación del endeudamiento.
Cabe recordar en este punto, que este pasado mes de noviembre el Gobierno volvió a tirar de la hucha de las pensiones y del crédito del Estado a la Seguridad Social para hacer frente al paga extra de los pensionistas de diciembre. Concretamente, la ministra de Trabajo afirmó que se han dispuesto en las últimas semana una nueva retirada de fondos de la hucha de las pensiones de un máximo de 3.598,20 millones para afrontar el pago de la nómina de las pensiones de noviembre, que asciende a 19.292 millones, al incluir, además de la mensualidad corriente, la paga extra de Navidad. Aunque la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, aseguró que no se dispondrá de toda la cantidad, el Fondo de Reserva se quedará tiritando, teniendo en cuenta que tenía un 5.000 millones de efectivo. De este modo, la hucha queda prácticamente liquidada, con un remanente de unos 1.500 millones de euros.
Crece el pasivo en préstamos
Además, ante el creciente déficit del sistema, desde 2017 cuenta con el apoyo de los Presupuestos para apuntalar los ingresos, a través de un préstamo del Estado a la Seguridad Social. Estaba previsto que fuera de más 15.100 millones, pero el rechazo de los Presupuestos de 2019, obligó al Gobierno a seguir disponiendo de los 13.800 millones aprobados para el año anterior, en las Cuentas elaboradas por el Gobierno popular de Mariano Rajoy.
En suma, estos créditos emitidos por el Estado a la Seguridad Social suman una factura de 56.355 millones de euros desde que se empezasen a conceder en 1997.
"El déficit acumulado desde hace años por el sistema de pensiones supuso, primero, el agotamiento del Fondo de Reserva y se traduce, ahora, en un aumento progresivo de la deuda de la Seguridad Social", señalan los expertos del IEE a lo que añaden que la desaceleración del empleo, la falta de reformas estructurales y el envejecimeinto demográfico harán que este indicador se siga deteriorando, generando nuevas cargas y perjudicando la sostenibilidad futura del sistema de pensiones.
Un 10% del año 'sin' pagar
En esta línea, el informe añade una perspectiva temporal sobre el déficit de la Seguridad Social. "Si analizamos la salud de la Seguridad Social en los distintos países de la Unión Europea, llegamos a una conclusión alarmante: la caja de las pensiones española presenta el peor resultado, puesto que los ingresos logrados por cotizaciones sociales en 2018 fueron insuficiente para cubrir 37 días de gasto en pensiones", señala el documento.
Es decir, en el pasado ejercicio el sistema solo logró dinero para abonar las pensiones hasta el 25 de noviembre de 2018, de modo que un 10 por ciento del año se quedó sin cubrir y fue sufragado por otras partidas fuera del saldo contributivo, ya sena mediante un préstamo o con la disposición de dinero del fondo de reserva.
"Al margen de España, solo Italia y Dinamarca tienen la caja de la Seguridad Social en números rojos, aunque el descuadre del país nórdico es de apenas una jornada, mientras que la república transalpina sí cosecha un resultado preocupante que se acerca al de España, con 31 días de saldo negativo. Por el contrario, todos los países restantes presentan un saldo positivo en su Seguridad Social, siendo la media de 12 días", apunta el estudio en la comparativa internacional.