Economía

El 'tasazo' de Trump presiona a la Fed a rebajar aún más los tipos de interés

  • El gigante asiático responderá ante otra escalada arancelaria
  • La importación estadounidense de productos chinos cae un 12%
Donald Trump y Xi Jinping. Foto: Reuters
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende matar dos pájaros de un tiro. No satisfecho con la rebaja de 25 puntos básicos implementada el pasado miércoles por la Reserva Federal, la primera desde la crisis financiera, ahora se dispone a escalar su azote arancelario con China, situación que podría forzar al banco central estadounidense a relajar la política monetaria de forma más agresiva.

"Su anuncio se produjo solo un día después de la reunión de la Fed, cuando su presidente, Jerome Powell, enfatizó que la incertidumbre de la política comercial era un factor clave en la decisión de los funcionarios de reducir las tasas, una medida que Trump consideró insuficiente", señala Andrew Hunter, economista para EEUU de Capital Economics.

Con la implementación de nuevos aranceles del 10% sobre un catálogo de productos chinos por valor de 300.000 millones de dólares a partir del próximo 1 de septiembre, EEUU gravará ya todos los bienes procedentes del gigante asiático. De hecho, el pulso comercial entre las dos economías, que comenzó hace ya más de un año, arrebata ya a Pekín el título de principal socio comercial de EEUU.

Las importaciones estadounidenses desde el país asiático cayeron un 12% en la primera mitad de este año mientras que las exportaciones cayeron un 19%, según los datos del Departamento de Comercio. De esta forma, el valor total del comercio de bienes con China alcanzó los 271.040 millones de dólares en los primeros seis meses del año, por debajo del valor acumulado por otros socios como Canadá y México por primera vez desde 2005, de acuerdo con los cálculos realizados por The Wall Street Journal. México es ahora el principal socio comercial de EEUU.

El inquilino de la Casa Blanca está dispuesto, según sus propias palabras, a "tasar terriblemente" a China hasta que se logre un acuerdo. Sin embargo, si bien un arancel del 10% podría suponer solo una "molestia" en las decisiones de inversión, la perspectiva general es incierta, lo que refuerza la necesidad de reestructurar las cadenas de suministro para esquivar los aranceles en la medida de lo posible.

Impacto en el crecimiento

Desde Citi estiman que un arancel del 10% reducirá el crecimiento estadounidense en 0,1 puntos porcentuales y el global en 0,02 puntos porcentuales aproximadamente. Paralelamente, esto hará que a este lado del Atlántico, la inflación sobre el gasto de consumo personal suba en una décima pero dado que la lista de productos afectados se centrará más en bienes de consumo, este podría verse afectado en su ritmo de crecimiento.

"Estamos decepcionados porque la Administración Trump esté reforzando una estrategia arancelaria defectuosa que está desacelerando el crecimiento", avisaron desde la Federación Nacional de Minoristas, una de las organizaciones más influyentes de la industria. "Los aranceles adicionales no harán más que amenazar el empleo en EEUU y aumentar los costes para las familias estadounidenses", señaló su portavoz, Bethany Aronhalt.

Por su parte, Stephen Lamar, vicepresidente ejecutivo de la American Apparel & Footwear Association, dejó claro cómo los nuevos aranceles afectarán mucho más a los consumidores estadounidenses que a los fabricantes chinos, que producen el 42% de la indumentaria y el 69% del calzado comprado en EEUU.

Precisamente, el sector minorista es uno de los que ha destruido empleos durante los últimos tres meses, desde que en mayo, la Casa Blanca elevase los aranceles sobre un catálogo de productos chinos por valor de 250.000 millones de dólares del 10 al 25%. Los minoristas han eliminado un total de 22.500 puestos de trabajo entre mayo y julio, según los datos del Departamento de Trabajo dados a conocer el viernes.

El empleo pierde fuelle

Todo ello en un momento en que el motor laboral estadounidense comienza a desacelerarse. El pasado mes, la mayor economía del mundo sumó 164.000 empleos, en línea con lo previsto, mientras la tasa de paro se mantuvo en el 3,7%. A medida que la participación laboral creció por segundo mes consecutivo, hasta el 63% también lo hicieron los salarios, que acumularon un incremento interanual del 3,2%. No obstante, en lo que llevamos de año, EEUU ha creado una media de 165.000 empleos, por debajo de los 223.000 al mes generados en 2018.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, dijo en su conferencia de prensa diaria que Pekín tomará represalias si EEUU se compromete a aplicar más aranceles a los productos chinos, según informó Reuters. Poco después del anuncio de los nuevos aranceles en ciernes, China canceló una partida de 14.700 toneladas de carne porcina procedentes de EEUU.

Dicho esto, el gigante asiático tasa ya alrededor de 110.000 millones de dólares en productos estadounidenses por lo que su margen de respuesta es más limitado dado que sus importaciones desde EEUU son mucho menores. El pasado 1 de junio elevó al 25% los gravámenes sobre productos estadounidenses por lo que podría aumentar los aranceles al resto de bienes.

No obstante, Iris Pang, economista para China de ING, enumera una serie de iniciativas, como la creación de una lista negra de entidades estadounidenses, similar a la del Departamento de Comercio de EEUU, donde se incluye en estos momentos a Huawei. También apunta a una posible prohibición en las exportaciones de tierras raras.

Pero las tensiones comerciales con epicentro en Washington también miran a Europa. En un breve alivio a ambos lados del Atlántico, Trump oficializó formalmente el viernes un acuerdo para aumentar las exportaciones de carne de vacuno estadounidense a la Unión Europea. La firma del mismo permitirá a los productores estadounidenses podrán vender en Europa hasta 35.000 toneladas de carne de ternera en siete años.

En junio, la Comisión Europea ya había anunciado que la UE y Washington habían llegado a un acuerdo para que los productores estadounidenses vendan en Europa una mayor cantidad de carne de vacuno, siempre que no haya sido alterada con determinadas hormonas de crecimiento.

Tras años de litigio en la Organización Mundial de Comercio, ambas partes alcanzaron un acuerdo en 2009 por el que se establecía que EEUU y otros países podían vender en Europa hasta 45.000 toneladas de carne de vacuno sin hormonas de crecimiento. Lo que el nuevo acuerdo establece es que, de esa cuota de 45.000 toneladas, unas 35.000 serán vendidas exclusivamente por productores estadounidenses, según adelantó la agencia de noticias Efe.

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