
Hace unos años, BMW decidía basar la estrategia de su filial Mini en una ampliación casi sin límites de su gama, que fue tomando forma con inéditas variantes como el Mini Coupé o el Roadster. Pero ahora los de Múnich consideran que se les ha podido ir de las manos y reducirán su abanico de modelos a cinco únicos "supermodelos".
A medio plazo, la marca de origen británico dirigirá su foco hacia modelos como el Mini de tercera generación, su flamante versión de 5 puertas o las versiones Countryman y Clubman, que serán renovados el próximo año, de acuerdo a lo reconocido por Peter Schwarzenbauer, jefe de la marca. "Al igual que un superhéroe, cada uno de estos coches tiene su propia personalidad y capacidades únicas", afirmaba el máximo responsable de Mini en un evento ayer en Múnich según declaraciones recogidas por Bloomberg.
De este modo, aunque Schwarzenbauer no ha hablado explícitamente de supresión de modelos, parece que variantes de Mini más recientes pero no poco icónicas como el Paceman o el Roadster podrían ir perdiendo su sitio en el medio-largo plazo.
Más costes y competencia
Mini parecía haber encontrado en la expansión de su gama un vehículo de crecimiento y, de hecho, así fue: las ventas subieron incluso durante la crisis. E incluso fue referente para otras marcas, como Fiat, que poco después decidió hacer de su pequeño 500 una suerte de submarca con distintos modelos (500L, 500L Living, 500X...) con la ambición de hacer frente a la propia Mini.
Así pues, ¿a qué se debe este cambio de rumbo? Pues a que el crecimiento les estaba resultando demasiado caro por el aumento en los costes de producción y la complejidad de gestión. "Es importante encontrar el equilibrio adecuado entre el crecimiento, por un lado, y la rentabilidad por otro", asegura Schwarzenbauer sugiriendo esa desproporción entre costes y resultados.
Además, el incremento de la competencia en su segmento también ha afectado a la marca de BMW. "Mini se enfrenta ahora a la competencia en áreas donde antes estaba solo", admite Schwarzenbauer.
El nuevo futuro
Pero no todo en Mini dará marcha atrás. La marca prevé lanzar "pronto" un coche eléctrico para ofrecer una conducción de cero emisiones que esperan se convierta en una necesidad en muchos grandes núcleos urbanos de todo el mundo. Un coche eléctrico que podría basarse en el elegantísimo prototipo Superleggera exhibido en el Salón de París en octubre.
Además, su gama será renovada progresivamente con el transcurso de los meses, con miras hacia un mayor número de opciones de personalización y alternativas a los canales de distribución tradicionales. "La marca seguirá evolucionando en los próximos años para asegurar que seguimos estando a la vanguardia", afirma Schwarzenbauer. "Vamos a tomar una dirección inesperada".