Countryman es la denominación de un Mini que es más grande y que, además, puede aventurarse fuera de la carretera. Funcionalidad añadida a un gran diseño.
No, no es un todoterreno. Ni siquiera un SUV al uso, pues no deja de tener un tamaño reducido. Pero no para un Mini. El Countryman, como su propio nombre indica, es la versión más campera del Mini, especialmente por su altura libre al suelo (149 milímetros), que no es que dé para subir ninguna montaña, pero sí sirve para afrontar con confianza caminos de tierra no demasiado complicados y, muy útil, poder transitar por carreteras nevadas sin miedo.
Pero sin duda lo que más destaca del Countryman es su tamaño, pues estamos ante el Mini más grande. Es un vehículo en el que, por fin, cuatro adultos pueden viajar con comodidad (lo de cinco es otra historia, pero como ocurre en tantos y tantos coches de este segmento). La configuración de las plazas traseras puede ser para dos ocupantes, con un carril central (denominado Center Rail), con sujecciones para poder llevar con comodidad, por ejemplo, bebidas; o para tres, con la consabida incomodidad.
Por lo demás, estamos ante un Mini crecido, porque tanto por fuera como por dentro su rompedor diseño no nos hace echar nada de menos del Mini mini. De hecho, el Countryman dispone de hasta siete versiones, cuatro en gasolina (One, Cooper, Cooper S y John Cooper Works, entre 98 y 218 CV); y tres diésel (One D, Cooper D y Cooper SD, entre 90 y 143 CV). Todas las versiones, excepto la One D, tienen disponible transmisión manual o automática, todas ellas de seis velocidades.
Tracción total a la carta
La versión que hemos tenido ocasión de probar es el Mini Cooper SD, la más potente de la gama diésel. Y sí, es más grande, y por tanto, si no obligatoriamente más cómoda (el nivel de confort va acorde a las necesidades de cada uno), sí desde luego más funcional, tanto para el espacio disponible en las plazas traseras (que ganan más en espacio para las piernas que en anchura con respecto al Mini normal), como, por supuesto, para el maletero, que sin llegar a ser desde luego un familiar ya empieza a ser un espacio más humano, con sus 350 litros de capacidad mínima, además dividida en dos espacios, uno de ellos oculto.
Otro de los elementos imprescindibles para que un vehículo sea, al menos, todocamino, es la tracción total, que en el caso del Countryman es opcional en todas sus versiones, por 2.000 euros más.
En definitiva, el Countryman es una vuelta de tuerca al concepto Mini que no puede ser más acertada, pues a los muchos incondicionales de este mito, más vivo que nunca, se le añaden dos funcionalidades tan vitales como el tamaño y la funcionalidad. Porque, además de todo esto, es una delicia echarse al monte con este campero.
Ficha técnica
Motor: diésel
Potencia: 143 CV a 4.000 rpm
Par motor: 305 Nm
Consumo: 4,6 litros a los 100 km
Maletero: 350/1.170 litros
Cambio: manual
Velocidad máxima: 198 km/h
Aceleración: 9,3 segundos de 0 a 100 km/h
Precio: desde 28.950 euros