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Nuevo Mini 2014: el pequeño compacto lo cambia todo sin perder las formas

Ya se comercializa la tercera generación del coche británico utilitario más famoso de todos los tiempos. El lanzamiento de la gama se va a producir en tres fases. En la inicial han llegado la Cooper y Cooper S con motores de gasolina de tres y cuatro cilindros respectivamente y potencias de 136 y 192 caballos, mas una versión Cooper D con motor Diésel de 116 caballos.

En abril llegarán a los concesionarios las versiones de acceso One y One D, con potencias respectivas de 102 y 95 caballos. Finalmente, en el mes de julio se lanzarán otras dos motorizaciones, una de bajo consumo, la One con 75 caballos destinado al uso ciudadano y la versión más deportiva Diesel, la Cooper SD, con 170 caballos de potencia. Es reseñable que toda la gama se apoya en el nuevo motor con bloque de tres cilindros turbocomprimido, excepto el Cooper S que sigue recurriendo a un cuatro cilindros.

Los precios del nuevo Mini van desde los 16.550 hasta los 26.750 de la versión más cara. La marca recalca que, respecto a la generación anterior, estos precios sólo se han incrementado entre un 2 y 3 por ciento, tratándose de un modelo completamente nuevo.

Crecen las dimensiones, se respetan las proporciones

Aunque a la vista del nuevo Mini, no lo parece pues los diseñadores han respetado escrupulosamente las características y proporciones que revolucionaron el automóvil de finales de los años 50.

Para darse cuenta de la total renovación del modelo hay que acudir primero a sus dimensiones que han crecido en todos los sentidos. A lo largo se ha incrementado casi 10 centímetros, con lo cual el nuevo Mini ya se pone en los 3,82 metros, más cerca de los 4 que de los poco más de 3 que medía el Mini original. Asimismo es un poco más ancho (4,4 cm) y casi un centímetro más alto. La consecuencia de este "estirón" general es que en su interior los ocupantes disponen ahora de un poco más de espacio, sobre todo a la altura de los hombros y para las piernas de los pasajeros de los asientos posteriores.

Donde sí ha ganado espacio considerablemente esta generación 2014 es el el maletero, que ahora dispone de 211 litros de capacidad útiles, 51 más que el Mini anterior. No es una capacidad sobresaliente para las dimensiones del coche pero ha hecho al Mini más práctico a la hora de cargar compras o equipaje, sobre todo si recurrimos al piso modulable en tres niveles o a los asientos abatibles por partes. El crecimiento ha afectado de igual forma a la distancia entre ejes y a las vías, ahora más anchas, y con ello se ha dotado al chasis de mayor apoyo sobre el asfalto.

Interior y equipamiento

En el interior del Mini el estilo es también continuista respecto al anterior y parece igual. Pero si nos fijamos bien, los cambios son importantes. La calidad del acabado ha dado un paso adelante, estando más acorde con segmentos superiores que con los que corresponden al tipo de coche pequeño. Por otro lado, el equipamiento y las posibilidades opcionales de completarlo son abrumadoras, con sistemas nunca vistos en su clase.

Ejemplo de ello son los faros de iluminación por LED, la cámara posterior para maniobrar marcha atrás, el detector de peatones con frenada automática o el display que proyecta las informaciones para el conductor sobre el parabrisas. En la disposición de los instrumentos se ha mejorado la ergonomía, por ejemplo cambiando de sitio el cuentakilómetros central, que pasa ahora a estar en una posición más lógica detrás del volante, y deja su gran esfera para una pantalla multifunción.

Primeras impresiones

Ya hemos tenido la oportunidad de conducir el nuevo Mini y las sensaciones son de que es "más coche", por su comportamiento y por sus prestaciones. De dirección muy agradable y precisa, el Mini se deja conducir con gran facilidad y no ha perdido agilidad respecto al anterior. A pesar de ser más grande, los ingenieros han conseguido que sea más ligero en todas sus versiones utilizando en la construcción del chasis numerosas piezas de aluminio.

La suspensión, por su parte, se ha vuelto más suave en su funcionamiento, aportando mayor comodidad a los ocupantes, y puede incorporar amortiguadores DCC regulables electrónicamente en tres posiciones de dureza.

Con caja de cambios manual o automática, ambas de seis velocidades, el motor de tres cilindros de inyección directa y turbo sorprende por su energía y alegría al subir de vueltas con un sonido muy estimulante. El cuatro cilindros del Cooper S es más lineal en su respuesta y, aunque aporta mayores prestaciones, no transmite las vivas sensaciones de su hermano pequeño.

En general, los nuevos motores son más potentes, aceleran mejor y consumen sensiblemente menos que sus antecesores. La tenacidad de la tecnología alemana perfecciona así un paso más la genialidad del pequeño británico y lo hace más ambicioso en el mercado.

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