
La progresiva recuperación económica, la irrupción de una potente demanda de grandes mercados emergentes y la renovación de gamas con modelos más atractivos han impulsado en los últimos meses los volúmenes de ventas de las automovilísticas premium hasta niveles históricos, permitiéndoles dejar atrás la crisis del sector.
Marcas fabricantes de coches de superlujo como Bentley o Rolls-Royce han logrado recientemente récord de entregas en un año y algunos otros empiezan a emprender el rumbo en ese mismo sentido. Por ejemplo, Maserati, que en lo que va de ejercicio ha visto disparar sus ventas hasta triplicar las obtenidas en el mismo período del año pasado. Se podría decir que a la firma del tridente le quitan los coches de las manos, hasta tal punto que pronto deberá incrementar sus niveles de producción si quiere poder responder a la demanda en el segmento de superlujo.
También Porsche logró otro récord de ventas en 2013 e incluso Ferrari ha podido permitirse el lujo de renunciar voluntariamente a vender más a sabiendas de que la alta rentabilidad de sus productos les permite seguir elevando sus ingresos hasta un nuevo récord histórico como el del año pasado.
Hasta tal punto es notable la pujanza de los coches de lujo a nivel global que muchas de estas compañías han visto una oportunidad elevando el nivel de lujo de su oferta para atraer a otros nichos de clientes más exigentes. Ejemplo de ello es también Maserati, que planea realizar el camino inverso emprendido con su nuevo Ghibli produciendo un nuevo deportivo de nivel superior a este último que le ayude a canalizar ese exponencial incremento de la demanda.
Más nivel de lujo para las marcas premium
También en este punto es representativa la recuperación de la marca Maybach: hace un par de años Daimler decidía retirar del mercado su marca de coches de superlujo Maybach ante los malos datos de ventas, argumentando que el tope de gama de Mercedes-Benz, la Clase S, era suficiente para satisfacer la demanda de quienes buscaban el máximo nivel de calidad, prestaciones y confort.
Hoy, sin embargo, la automovilística alemana, consciente del potencial de este segmento superior, ya se plantea recuperar Maybach (aunque de momento no será una marca como tal) con un modelo sobre la base de una versión exclusiva del Mercedes Clase S capaz de competir por los clientes interesados en marcas como Rolls-Royce o Bentley.
Este último ejemplo es además representativo de cómo las marcas premium alemanas, conscientes de que hay un target que podría estar buscando más nivel de lujo en sus coches, planean dar un paso más adelante en su oferta de exclusividad. No sólo Mercedes-Benz, también BMW ha presentado estos días su concepto a este respecto bajo la forma del prototipo Vision Future Luxury.
Esta estrategia sirve para ilustras que no sólo en el terreno del superlujo se nota una clara tendencia al alza. También un escalón por debajo en la alta gama, al nivel de las marcas premium alemanas, se advierte ese incremento de la demanda: BMW, Audi y Mercedes-Benz aumentan sus matriculaciones a un mayor ritmo, logrando nuevos récords de entregas en este primer trimestre del año.