Los sistemas educativos de España e Italia no están preparados para las profesiones de 2030

La pandemia ha acelerado la transformación digital del empleo y, actualmente, los sistemas educativos de Italia y España no están preparados para formar al alumnado en las profesiones relacionadas en los entornos digitales. La directora de Branded Content y Especiales y responsable de Educación de elEconomista.es, Noelia García, aseguró que "en torno al 34% de las profesiones que habrá en 2030 todavía no existen en la actualidad". La periodista aportó este dato durante la mesa Comunidades Educativas, en el Festival de la Economía de Trento (Italia), organizado por Il Sole 24 Ore y Trentino, y donde el elEconomista es media partner.

Esta mesa, que se llevó a cabo en la Fundación Caritro de Trento, estuvo moderada por la periodista de Il Sole 24 Ore, Monica D'Ascenzo. En ella, los presentes concluyeron que es necesario dar un giro a los sistemas educativos de Italia y España para hacer frente a la llegada inminente de esas nuevas profesiones. En este sentido, el presidente de la Fundación Franco Demarchi, Federico Samaden, estableció la necesidad de "volver a poner la vida en el centro, los territorios se hacen libres a través del pensamiento sinérgico operativo capaz de proporcionar herramientas y habilidades".

Samaden hizo una fuerte crítica en su intervención al sistema educativo. Este profesional aseguró que las escuelas en Italia "no son espacios abiertos porque los profesores no quieren abrirlos y aseguró que el actual sistema educativo de su país "trabaja muy poco en las competencias, en lo que los niños realmente saben hacer".

En este sentido, Noelia García, habló muy en consonancia con respecto al sistema educativo español. La experta recalcó que para 2030, según un informe McKinsey, en el mercado de trabajo español "1,6 millones de trabajadores se verán forzados a cambiar de profesión, especialmente en hostelería y administración, porque 5 millones de empleos están en riesgo de desaparecer por la automatización".

García dijo que el cambio de paradigma está en que "el aprendizaje tiene que ser continuo", desde la infancia hasta la tercera edad, "porque la tecnología está abriendo un mundo en constante cambio al que hay que saber enfrentarse". A raíz de esto, los profesionales de la mesa llegaron al punto común que, tanto en el sistema educativo español como el italiano, "hay una alta tasa de abandono porque los colegios evalúan si el alumno o la alumna son buenos, pero no fomentan el talento individual".

Por tanto, lo que planteó Noelia García en su intervención fue "trabajar desde la base, con nuevas competencias soft como el trabajo en equipo, los idiomas o la empatía". La periodista fue muy clara al asegurar que las profesiones STEM "tienen mejores salarios para los jóvenes, pero si esos jóvenes tienen esas cualidades soft". Otra llamada de atención que hizo García fue a "romper la brecha de género a través de la educación, porque hoy en día hay muy pocas mujeres que se animan a estudiar ingenierías".

De hecho, la moderadora de la mesa, Monica D'Ascenzo, aseguró que esto es un "tema fundamental para la comunidad educadora", porque hay estudios que demuestran que las niñas, ya desde la infancia, "se encuentran menos seguras en materias como matemáticas o ciencias y eso es algo estructural", dijo. 

En este sentido, la fundación que preside Samaden está llevando a cabo una iniciativa muy interesante a través su investigación Hacia una comunidad educadora. En primer lugar, hay que aclarar que en Italia el concepto de comunidad educadora es diferente al de España. En el país mediterráneo entienden este tema como un tejido de relaciones solidarias y colaboradoras, que lo constituyen y alimentan quienes viven y trabajan en un territorio, que se preocupan por su destino y reconocen la responsabilidad de habitarlo juntos.

Teniendo en cuenta este contexto, la educadora y colaboradora de la Fundación Demarchi, Elisa Bortolamedi, relató los resultados de esa investigación (que tiene como universo geográfico el tercer municipio más poblado de le región autónoma de Trentino, Pergine Valsugana) y remarcó algo muy relevante, y es que encontraron que el 65% de los encuestados –docentes, escolares y padres– nunca habían oído hablar de la comunidad educante". Esto les planteó incluso la hipótesis de si ese concepto "realmente existe o es algo que usamos los profesionales e investigadores de la materia", aclaró Bortolamedi.

A raíz de esta investigación, desde la Fundación Demarchi quieren establecer unos índices "exportables, comprensibles y concretos", dijo Bortolamedi, para poder analizar las realidades de las comunidades de otros territorios "y concretar los puntos de actuación y quién debe tomar parte en el asunto", contó. En este sentido, su ambición es "aumentar el índice de comunidades educativas, a través de una red en la que todos se involucren y contribuyan a la definición del tipo de comunidad educativa que quieren", basadas en el aprendizaje constante y en la implicación de todos los agentes.

Plataformas de talento

A través de la problemática de esta nueva demanda de competencias, desde la fundación Demarchi se pusieron en contacto con Crhis Richmond, fundador y CEO de Mygrants, para llevar a cabo la plataforma LoSo, un portal creado para abordar la pobreza educativa y pretender resaltar esas competencias soft de las que habló Noelia García.

En un primer momento, Richmond explicó su trabajo con Mygrants: "Este proyecto se basa en garantizar que las personas migrantes tengan una oportunidad de integración, los flujos migratorios se van a suceder cada vez más, solo en los últimos 50 años se han triplicado". Por este motivo, la aplicación mapea las habilidades y luego ofrecen cursos de capacitación acordes a las necesidades de las empresas.

Por su parte, LoSo emplea el método de Mygrants: "Mapeamos las competencias de los jóvenes del territorio de la comunidad educativa y trabajamos a través de su empoderamiento con currículos dinámicos, que se actualizan en tiempo real", donde van añadiendo todas sus experiencias.