Foment del Treball ha publicado este viernes un manifiesto en favor de la industria catalana en el que advierte de que la Generalitat está impulsando medidas que la perjudican y que están provocando su pérdida de competitividad en mayor medida que otros territorios españoles, lo que puede agudizarse con nuevas políticas en trámite y provocar además deslocalizaciones para evitar estos perjuicios.
La patronal recuerda que Cataluña es la autonomía con más impuestos propios, 15, y que cinco de ellos afectan directamente a la industria. Además, se están preparando nuevos, como el que gravará las emisiones industriales de CO2, y que Foment califica de "inoportuno y desafortunado" porque llega en un momento de crisis, resta competitividad y supone una doble imposición, ya que las empresas ya pagan por los derechos de emisión de CO2.
"La conclusión es que la industria en Cataluña está maltratada, en relación con otras comunidades", expone el manifiesto.
Foment hace también referencia a la ley de medidas financieras y fiscales de la Generalitat para este 2022, que recoge la desaparición de la incineración de residuos en Cataluña en un plazo de dos años, así como la prohibición, desde ahora, de la ampliación o la instalación de nuevas incineradoras.
La entidad empresarial critica que es un paso "sin precedentes" en Europa, que de hecho recoge la incineración como una vía para evitar emisiones. Así, para cumplir con la normativa europea de limitación de los compuestos orgánicos volátiles (VOCS) hay que incinerar: "No hay una alternativa fácil ni razonable".
Esta prohibición tendría un elevado impacto en la industria química, farmacéutica y papelera, por ejemplo, si bien fuentes de la patronal señalan que casi todos los sectores industriales incineran, ya sea directamente en la fábrica o llevando residuos a las incineradoras municipales. Para la patronal, es una "barbaridad" que "supone el fin de muchas industrias".
Foment del Treball reivindica una política industrial potente para Cataluña "que vea en ella una herramienta de progreso del país y no una herramienta para castigar fiscalmente su actividad, más cuando en otros territorios próximos no lo sufren".
"Necesitamos una voz clara y nítida para una política industrial competitiva, sin sustos, que ayude a hacer una planificación cuidadosa, y con instrumentos de apoyo por la transformación sostenible y digital de nuestra industria", exhorta.
En este sentido, las comisiones de Industria, Energía y Desarrollo Sostenible de Foment del Treball esgrimen que el Pacto Nacional por la Industria sólo servirá si al mismo tiempo el gobierno de la Generalitat adopta un enfoque holístico con decisiones alineadas con una política industrial que atraiga inversiones: "Debemos hacer una política industrial ambiciosa, que rehúya de subvenciones de escasa entidad que no permiten transformar y consolidar un modelo industrial competitivo".