Capital Riesgo

Silicon Valley Bank, un misil en la línea de flotación de las 'startups': vienen 'curvas'

  • "Llueve sobre mojado. El emprendimiento tendrá que dar el Do de pecho en España"

"Llueve sobre mojado. El emprendimiento tendrá que dar el Do de pecho en España este año tras varios ejercicios de crecimiento histórico en los que ha "nadado" en la extrema liquidez y en una exuberancia, a todas luces, irracional", reconoce el máximo responsable de un fondo español de venture capital a este diario. En la industria nadie duda de que la caída del Silicon Valley Bank (SVB) tendrá un impacto directo en el ecosistema nacional. 

El colapso de la entidad más activa en financiación a startups de EEUU y una de las principales de Reino Unido llega en un escenario de ralentización y enfriamiento del mercado de capital riesgo a nivel global tras años de valoraciones récord en los que prácticamente cualquier proyecto emergente lograba financiarse sin grandes problemas. Las startups se han estado valorando, en no pocos casos, a múltiplos insostenibles, una tendencia que, casi en su totalidad, el sector dio por concluida en 2022.

Una realidad que la industria reconoce como "anómala" y que explica por la elevada liquidez en manos de los fondos y los bajos tipos de interés. La segunda mitad de 2022 ya evidenció cierta parálisis inversora, más acusada en proyectos en etapas maduras, fruto de la gran incertidumbre reinante. El ritmo de inversión ha caído en muchos mercados, España incluida. En definitiva, el sector se ha racionalizado y, con el cisne negro de SVB, seguirá haciéndolo, probablemente de forma acelerada.

Se impone la cautela

La captación de capital para próximas rondas de inversión en startups y nuevos vehículos serán, en opinión de los expertos consultados por elEconomista.es, las variables más afectadas por el evento. Especialmente en aquellas compañías de mayor tamaño, con elevadas valoraciones y necesidades de financiación, que tengan que salir al mercado. Con las caídas de valoración y la compresión de múltiplos de los comparables en bolsa, difícilmente saldrán los números para justificar salidas y desinversiones.

En 2022, el volumen invertido por la industria de venture capital en España ya se desplomó un 30% hasta 1.478 millones de euros según la patronal SpainCap. Aunque los inversores venían mostrándose más selectivos y rigurosos a la hora de analizar la tracción y camino hacia la rentabilidad de las startups, el mercado se mostraba animado por la gran liquidez existente y no auguraba un desplome de la actividad ni de los niveles de inversión en 2023. Los fondos españoles en proyectos emergentes, especialmente aquellos con inversores americanos, se verán afectados y lo tendrán más difícil.

Otro de los retos principales del venture capital será capear el nuevo temporal sin ver excesivamente dañados sus portfolios. De hecho, las gestoras españolas con participadas en Estados Unidos se están volcando con sus carteras, preparando planes de actuación en caso de que la recuperación de los fondos se demore.

El mensaje unánime, en cualquier caso, pasa por transmitir tranquilidad, ya que el sector confía en la probable venta de Silicon Valley Bank teniendo en cuenta la naturaleza del activo. En el caso de la entidad británica, el traspaso ya se ha anunciado (HSBC ha adquirido la filial en Reino Unido por 1 libra) y el banco opera con normalidad.

Los fondos nacionales reconocen estar viviendo algunos de sus días más aciagos, con continuas llamadas de inversores y startups, mientras sus equipos trabajan sin descanso para ofrecer acceso a capital y tratar de ayudar a las participadas a refinanciar sus líneas de financiación existentes en SVB.

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