Archivo de January, 2016

Olor a podrido

30 de January de 2016

Por todos lados huele a podrido. No hay institución que se libre de ese olor tan fuerte a corrupción. Nos enfrentamos a una situación que parece no tener límites, unos sucesos tapan a los siguientes y cada día nos desayunamos con algo nuevo que nos hace olvidar lo anterior. Parece como si hubiéramos enloquecido ante el ansia por enriquecernos. El último descubrimiento en Valencia parece no tener límites. Los ciudadanos de a pie miran asombrados sin dar crédito a lo que ven sus ojos. Desde la primera institución del país, la monarquía, hasta lo deportivo, pasando por lo político y lo público todos llegan al banquillo. Nadie parece librarse. Afortunadamente la gran mayoría está fuera de este entramado, pero los que son noticia son los deshonestos y parece que alcanza a todos, no es así, pero creo que habrá que empezar a pensar en que van a ser noticia los honrados, los incorruptos, los normales.

El petróleo, por los suelos

23 de January de 2016

El precio de barril de crudo cada día se ve reducido un poco. Los precios se han situado por debajo de los de 2004, pasando de los 135 dólares en ese año a los menos de 30 actuales. Y parece además que esto no es una tormenta de verano, sino que bajan para permanecer una temporada. Para los países productores, sin lugar a dudas, esto es una mala noticia y para los países importadores esto es una buena noticia. Pero ni unos ni otros están contentos con la nueva situación y se empeñan en tomar medidas coyunturales que no hacen sino entorpecer lo que a todas luces es una crisis del sector energético de escala mundial. Pero es una crisis, como todas, de la que deben salir nuevas medidas y una reforma profunda que haga que los precios se sitúen en el lugar que les corresponde. Parece más o menos obvio que con precios de 27 euros el barril los productores pueden perder dinero. Pero a lo que cualquier ciudadano de a pie también le parece es que no puede ser que hace unos meses se pagasen 135 dólares y hoy menos de 30. Algo falla y no hay que ir a Davos para saber que hace falta una reforma profunda que va desde los precios, a la producción, pasando por el uso de nuevas energías y la mejora de los consumos.

Política de servicio

16 de January de 2016

Lo que la política actual nos deja claro es que falta espíritu de servicio a nuestros representantes y se puede afirmar en un claro plural. Incluso a muchos de nuestros políticos además les falta el concepto de Estado, lo cual viene a significar que se ponen por encima del país los principios propios de la política. Lo que estamos viendo durante estos días en nuestros representantes nos lleva a pensar que los intereses personales son lo que prevalecen y que el bien común se queda en segundo o tercer lugar. Las cartas están al descubierto y todo apunta a que no se llegará a los pactos propios de lo que la ciudadanía ha marcado en las urnas, sino que se pueden llevar a cabo acuerdos que pueden resultar lesivos para la ciudadanía y para el futuro de España. Los políticos no conocen el espíritu de servicio al que se deben, sino que su intento una vez más es medrar para lograr sus privilegios. Así, no.

El Estado, paralizado

9 de January de 2016

Todo el aparato del Estado está completamente paralizado. Tras las elecciones del 20-D ahora tocaría que se formara gobierno, pero no parece que las cosas vayan a ser rápidas. Mientras tanto la alta administración permanece en sus puestos a la espera de que alguien disponga las líneas maestras de ejecución. Cuanto tiempo va a durar esta situación no lo sabemos, pero lo que sí podemos prever es que puede ser larga la paralización. Un país no debería quedar congelado por una situación como la que atravesamos. Algo falla en el sistema democrático cuando nos vemos abocados a que toda una economía se pueda ver frenada por una situación como la actual. Es más, es posible que de no tener un gobierno pronto la economía pueda verse afectada y su crecimiento verse reducido, porque los elementos que hacen que la economía crezca también se ralentizan. De nuevo se hace urgente cambiar la ley electoral y se hace muy necesario que los partidos pacten y tomen decisiones de Estado, dejando al lado las mezquindades que tantas veces les caracterizan, véase Reyes Magos, cabalgatas, nombre de las calles y un sinfín más de pequeñeces que ponen de manifiesto la falta de altura de miras.