Mejor Imposible

Que el ataque es la mejor defensa parece ser la máxima que desde el PSOE se vive en estos momentos. Y tiene su mejor representante en José Blanco, escudero de José Luis Rodríguez Zapatero, para situaciones incómodas.
Así lo vienen demostrando desde hace ya algunos meses. Pero ayer ya pareció alcanzar su máximo esplendor cuando Blanco arremetió contra el PP, como si fuera el que hubiera hecho la reforma laboral y en lugar de agradecerle la abstención en la votación del Congreso, aprovechó para desviar la atención dándole mandobles.
En fin, es una técnica como otra cualquiera, pero se paga caro, porque esta técnica tiene una característica que a los ciudadanos les resulta muy molesta y es que se les considere que son tontos y que no se enteran de lo que pasa.
Esta manera de hacer política no resulta útil, pues lo que los ciudadanos están reclamando son medidas creíbles y eficaces. Y esas no parece que lleguen, más bien todo lo contrario. Lo que los españoles perciben en este momento es que el paro aumenta, los impuestos suben, los salarios se recortan, etc. etc. y que además desde el Gobierno se le mandan mensajes equívocos que sólo contribuyen a aumentar su incertidumbre.

El presidente del Gobierno ultima en estos días un cambio profundo en su Gobierno, con el que consiga terminar la legislatura. El nuevo Gabinete tendrá sorpresas importantes y sobre todo reducirá el número de ministerios, en un intento por dar un golpe de efecto tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Zapatero se plantea ahora si dejarlo para después del debate sobre el Estado de la Nación o presentarlo antes. El objetivo es llegar al 15 de julio con algo en las manos. En caso contrario el debate será más bien un pim-pam-pum de todos los grupos de la oposición, sin excepción alguna, en el que el presidente saldrá muy mal parado.
Por su parte, Rajoy también tiene una lista larga de ministrables y de la composición de los ministerios. Obviamente suprime la vicepresidencia tercera y, al menos, dos ministerios más, sin que se pueda descartar que sea más exigente y termine suprimiendo hasta cinco, que también entra en sus cálculos. Rajoy trabaja en un nuevo gabinete sin descartar que las elecciones se puedan adelantar, porque lo que sí es claro es que si Zapatero no supera la reválida de julio, con dos vencimientos de deuda de alrededor de 275.000 millones de euros, no continuará en el Gobierno. El susto de mayo donde el estado entró en quiebra algunas horas no están dispuesto a permitirlo nuestros socios europeos y tampoco Estados Unidos.