Mejor Imposible

La estrategia de Sánchez Galán al frente de Iberdrola no hay quien la entienda bien, probablemente ni él mismo. Siempre se ha caracterizado por tomar medidas al frente de la empresa bastante erráticas. A mí siempre me han hecho mucha gracia los empresarios que solo les preocupa la empresa cuando los números son negros, cuando ven dificultades abandonan España para dirigirse a tierras más fértiles. Es lo mismo que haría un niño mayor, inmaduro e irresponsable. Esas medidas que ha anunciado no son las propias de un empresario solido, son las propias de un empresario que va permanentemente al pelotazo. En fin, creo que es momento de sumar con el Gobierno y no de restar, aunque el Ejecutivo de Rajoy también necesite asesoramiento y en el tema eléctrico evidentemente necesita mucho asesoramiento. En fin, ¿así quieren los empresarios ganarse el prestigio de la población?

En pocos más de tres meses Europa celebrará elecciones al Parlamento, donde se deberán elegir a los 766 parlamentarios que nos representen. Son unos comicios complicados donde los políticos ya se han encargado de decirnos que esta vez es todo distinto, en un claro intento por animar el voto. Y es que efectivamente esta vez va a ser muy difícil lograr un número representativo de votantes. Todo ello debido fundamentalmente a que Europa carece de líderes. Si los políticos están en sus horas más bajas de prestigio, su capacidad de liderar algo está en consonancia con esa realidad. Muy pocos europeos conocen a sus representantes en el Parlamento. Siempre se ha considerado que Europa es un cementerio de elefantes, donde se manda a las viejas glorias nacionales para que no enreden mucho en el país. Así, hemos llegado a que a tres meses de unas elecciones quieren mostrarnos la importancia de los comicios y significar que serán diferentes y serán diferentes porque el presidente debe ahora ser elegido por mayoría, lo que se acordó en el tratado de Lisboa en 2010. Nada menos que por eso serán diferentes. Sin embargo, poco hemos oído hablar de proyectos europeos de alcance. Dicho todo esto, sin embargo, bienvenida Unión Europea, cuántos países desearían una unión de características tan sólidas.

Hay presidentes del Gobierno que el tiempo les va engrandeciendo cada día más, el caso más claro es Adolfo Suárez y otros que les empequeñece, es el caso de Aznar. Este el tiempo le va poniendo en su sitio y muestra el grado de mezquindad al que puede llegar el ser humano. Un presidente con visión de Estado no se permite no estar en la convención que el PP celebra durante el fin de semana en Valladolid. Puede estar más o menos de acuerdo con las decisiones del actual presidente del Gobierno, pero no se puede permitir el lujo de dar esa pataleta infantil, con escusas tan inverosímiles como que en su agenda ya tenía previsto otro asunto. Un presidente con visión de Estado sabe que España está en un momento delicado y que las divisiones de su partido no son aconsejables para el país. Pero efectivamente hay muchas y variadas formas de mostrar la estrechez de miras y esta es una más, a las que Aznar ya nos tiene acostumbrados. Hay que reconocerle, eso sí, que cuando gobernó se supo rodear de gente que sacó España de una crisis.