
La crisis de Turquía va a pasar factura a BBVA. A pesar de que el Banco Central del país elevó el jueves los tipos de interés más de lo previsto para contener la elevada inflación y el desplome de la lira, todos los expertos coinciden en señalar que el movimiento llega demasiado tarde y que el deterioro de la economía es tal que se requieren más medidas contundentes.
El mercado ha revisado a la baja en los últimos tres meses el efecto que tendrá todo este escenario en el grupo español, que cuenta con el tercer banco más importante del país, Garanti. Según los cálculos de una veintena de firmas de análisis, que la propia entidad toma como referencia, el beneficio que obtendrá BBVA entre 2018 y 2020 en el mercado otomano se reducirá en 933 millones, frente al calculado a principios de junio, antes de que estallara el crash de la moneda local. Las proyecciones son anteriores al alza de los tipos por encima de los esperado, pero sí incluyen el debilitamiento de los parámetros económicos.
La aportación de Turquía bajará de los 2.249 millones a los 1.316 millones en estos tres ejercicios, mermando así su contribución al banco que preside Francisco González al 8,5% del resultado total. En 2017 su peso en el grupo ascendía al 15,4%. El descenso de las ganancias, que será del 41%, debido al efecto en el tipo de cambio lira-euro, la menor actividad por la más que probable recesión económica y por el aumento de los impagos crediticios.
En las nuevas predicciones de los expertos, el peor año será el próximo, cuando la franquicia turca apenas vaya a ganar 343 millones, es decir, menos de la mitad que en 2017, cuando sus cuentas superaron los 800 millones, y que lo calculado hace tres meses.
Para este ejercicio, las estimaciones se han reducido un 24% o 173 millones, a 563 millones. Hay que tener en cuenta que BBVA ya se ha anotado 373 millones en el primer semestre, por lo que en la segunda mitad del año sólo registrará unas ganancias de 190 millones.
En cuanto a 2020, las nuevas previsiones indican que la contribución de Turquía al grupo español será de 410 millones, frente a los 774 millones anteriores.
La merma de Turquía no será compensada por el aumento de las cuentas en otros mercados donde opera. Los analistas proyectan unos resultados de 15.428 millones de euros para los tres ejercicios, es decir, un 4,4% o 722 millones inferiores a la predicción de antes de verano.
Se espera que solo en Estados Unidos y México crezca. En España, las predicciones se han rebajado levemente en el trienio para la actividad bancaria, mientras que han mejorado sensiblemente para el negocio inmobiliario, al disminuirse las pérdidas a menos de 26 millones en 2020.
Para 2018 el consenso mantiene casi invariable el resultado para el grupo, en casi 5.500 millones, a pesar de la menor contribución del mercado turco. En este importe se incluyen las plusvalías de 640 millones por la venta de su división chilena. Asimismo, la estimación es mayor a la hecha hace casi doce meses, cuando los expertos consideraban unas ganancias del grupo de 241 millones inferiores para este año.
Torres destacó que el impacto se limita a los 4.400 millones de valoración que da el banco en sus libros a la franquicia
BBVA ha invertido 7.000 millones en Turquía, donde cuenta con el 49,8% de Garanti. La caída de la lira y la cotización de esta entidad ha recortado el valor de dicho desembolso a menos de 2.000 millones.
En el grupo español se muestran optimistas sobre la evolución a largo plazo del mercado otomano y sostienen que las consecuencias serán limitadas. El consejero delegado, Carlos Torres, destacó la semana pasada que el impacto se limita a los 4.400 millones de valoración que da el banco en sus libros a la franquicia en la actualidad, tras los ajustes llevados a cabo en los ejercicios pasados, y que el descenso en los ratios de capital por una depreciación es de sólo dos puntos básicos por cada un 10% de bajada de la lira frente al euro.
La entidad, tras la subida de los tipos de interés oficiales esta semana por la autoridad monetaria turca, confía en que el Gobierno apruebe en los próximos días reformas de calado en el marco del nuevo plan a medio plazo. BBVA reclama al Ejecutivo de Erdogan un política "fiscal integral y coherente" para reequilibrar la economía y despejar las dudas de los inversores.
En las últimas semanas, como consecuencia del deterioro acelerado, el banco ha cambiado su pronóstico sobre el coste del riesgo en el país, que ha pasado de 150 a 200 puntos básicos. Esto es consecuencia del alza de las insolvencias. De hecho, se va a quedar con una parte de la mayor operadora de telecomunicaciones y ha ejecutado la deuda para hacerse con principal resort hotelero de lujo.
Los ingresos brutos del banco, al borde de los 25.000 millones
El consenso de analistas estima que los ingresos brutos de BBVA rozarán los 25.000 millones en 2020, según las nuevas previsiones actualizadas en las últimas semanas, en las que se incluyen los posibles impactos de la crisis turca. La cuantía, aun así, es inferior a la estimada en junio, cuando el mercado auguraba un margen superior a los 26.000 millones. Con la nueva previsión, el banco mermará su facturación por intereses, dividendos, comisiones y venta de deuda pública. En 2017, último ejercicio completo, el grupo español obtuvo unos ingresos de 25.270 millones.
Los cálculos de los expertos también calculan caídas en el beneficio por acción (BPA) por los menores resultados. Para 2018 proyectan un BPA de 0,72 euros frente al 0,76 euros de junio, mientras que para 2020 este parámetro pasa de los 0,8 a los 0,74 euros. En cuanto a los ratios de capital, en términos 'fully loaded', el mercado prevé un 12,18% para el final del trienio. Con anterioridad, la cifra llegaba al 12,55%.