
La eliminación de las comisiones para los mejores clientes está surtiendo efectos positivos en Bankia. La entidad acaparó algo más de la cuarta parte de las nuevas nóminas que se dieron de alta el año pasado en términos netos, una vez descontadas las bajas.
El número de usuarios que contrataron en el banco una cuenta con ingresos domiciliados creció en 172.293, lo que supone un avance del 6,9% con respecto al incremento que experimentó esta partida en 2015.
El volumen es relevante, ya que las afiliaciones a la Seguridad Social aumentaron en 512.000 personas al encontrar un trabajo, mientras que los pensionistas se elevaron en 101.000, lo que suman un total de 613.000 nuevos clientes bancarios.
Bankia decidió en enero del año pasado quitar todas las comisiones a los usuarios que tuvieran ingresada la nómina o pensión (mantenimiento de tarjetas de débito y crédito, transferencias por cualquier canal o facturación de cheques. Entonces, la medida benefició a unos 2,4 millones de consumidores.
Estrategia a largo plazo
La entidad lleva defendiendo meses que el sector no debe cobrar por los servicios sin valor añadido para contrarrestar la caída de márgenes por los tipos de interés en negativo y la bajada de la actividad crediticia. Su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, recordó ayer a través de un comunicado que ésta será "la nueva forma de Bankia de relacionarse con sus clientes, no es una promoción, es una propuesta permanente".
De hecho, recientemente ha lanzado una hipoteca sin comisiones a tipos competitivos, en un producto que además comparte en torno a la mitad de los gastos de formalización del préstamo para la adquisición de la vivienda.
Este posicionamiento en el mercado hipotecario se produce en un momento en que la mayor parte de las entidades están elevando las tasas que aplican y se replantean repreciar aún más estos créditos debido a la situación del euribor (que ayer alcanzó el -0,101% en cotización diaria) y a los litigios surgidos, como las cláusulas suelo, el reparto de los costes de gestoría y notaría y la dación en pago.
La estrategia contrasta no sólo con la política de buena parte de sus rivales, sino también de los últimos mensajes de Goirigolzarri y su consejero delegado, José Sevilla, en los que reclamaban al conjunto del sistema una subida de los tipos de interés que se piden a los clientes por las líneas de financiación -hasta el doble- para alcanzar la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) cercana al 10%, umbral que exige el mercado.
Gracias a la captación de nóminas, la entidad ha logrado aumentar la contratación de otros productos. Así, por ejemplo, Bankia informó que el año pasado comercializó 522.000 nuevas tarjetas (279.714 de crédito y 242.856 de débito).
Este crecimiento permitió al grupo mejorar la facturación por tarjetas en un 5,6% gracias a una mayor utilización de estos dispositivos para realizar comprar. Los ingresos por este uso registraron un alza del 9%. En cambio, Bankia facturó apenas un 2,2% más por las disposiciones de dinero efectivo en los cajeros.