
Tener una cuenta corriente sin nada de vinculación tiene un precio, que va desde los 45 euros hasta los 120 euros. Y eso, si solo se tienen en cuenta los costes de mantenimiento.
No es ningún secreto: domiciliar la nómina siempre ha tenido premio. Ya sea en forma de vajilla, iPad o rentabilidad, aunque ninguno abunda hoy en día. Unos tipos de interés en mínimos históricos han obligado al sector a virar su estrategia en los últimos años a una en la que la ausencia de comisiones manda siempre que el cliente esté dispuesto a vincularse con el banco. Y no necesariamente con la nómina, también sirve la pensión, la prestación por desempleo, unos cuantos recibos o incluso mantener un determinado saldo al mes... Cuando nada de eso se cumple, tener una cuenta corriente cuesta dinero. En el mejor de los casos, 45 euros al año; en el peor, 120 euros. Y eso, teniendo en cuenta solo el gasto de mantenimiento...
Bankinter
Donde menos caro sale mantener abierta una cuenta corriente es en Bankinter: 45 euros anuales. En ella, realizar transferencias por Internet no tendría coste y tanto la domiciliación de recibos como los ingresos en efectivo también serían gratuitos. En cuanto a las tarjetas, explican desde la entidad, la comisión variaría en función de si se elige una de débito o de crédito. "No cabe duda de que una cuenta nómina siempre tiene más ventajas que una simple cuenta corriente. No obstante, tenemos un producto especialmente indicado para autónomos o personas sin ingresos fijos, donde simplemente con domiciliar recibos y utilizar la tarjeta gratuita se pueden acceder a las mismas ventajas", detallan desde la entidad. Se llama Cuenta No Nómina y los requisitos para acceder a sus ventajas son tener el cargo de al menos 10 recibos al trimestre y un gasto anual en la tarjeta de crédito asociada de al menos 3.000 euros al año. A cambio se obtiene la ausencia de comisión de mantenimiento, la remuneración del saldo con una TAE del 5 por ciento el primer año limitado a 5.000 euros y del 2 por ciento el segundo y una tarjeta de crédito gratuita.
CaixaBank
En CaixaBank, el coste estándar de tener una cuenta corriente sin nómina es de 12 euros trimestrales, es decir, 48 euros al año. Y las transferencias entre cuentas de la entidad son gratuitas. No obstante, como el anterior, el banco también dispone de distintos programas que incluyen la exención de comisiones. Uno es para clientes con nómina de al menos 600 euros (Programa Estrella): que domicilien sus ingresos, tres cargos de recibos o realicen tres pagos con la tarjeta al trimestre. Además de éste, CaixaBank también ofrece programas para autónomos, jóvenes de hasta 26 años (los menores no pagan comisiones)... etc. También lanzó a principios de año ImaginBank, un banco solo móvil dirigido a la generación de los millenials (jóvenes entre 18 y 30 años), "donde el producto básico es la cuenta corriente, sin comisiones ni condiciones de vinculación", explican desde la entidad. Aunque ofrecen también la posibilidad de trasladar ingresos superiores a 250 euros al mes para obtener tres meses de suscripción en Netflix, una pulsera que mide la actividad física o unos auriculares LG bluetooth.
BBVA
Como en CaixaBank, el precio de tener una cuenta abierta en BBVA es de 48 euros al año. Esas, de nuevo, vuelven a ser las condiciones generales: "para clientes con nómina, de colectivos concretos o digitales, entre otros, mejoran y pueden estar exentos de su pago", apuntan desde el banco.
Bankia
En Bankia el coste de mantener una cuenta a la vista es de 60 euros al año, según su folleto de tarifas. Pero también oferta un programa (Por ser tú), por el que no se paga esta comisión ni la de administración (que en la mayoría de casos alcanza los 0,6 euros por apunte). En él se incluye a los clientes que domicilien la nómina o pensión, a los menores de 18 años y jóvenes de hasta 25 años, a los titulares de 1.000 acciones de Bankia depositadas en la entidad o los que tengan un saldo en productos de ahorro a 75.000 euros a final de mes.
Sabadell
El precio básico de mantener una cuenta en Sabadell es de 60 euros anuales, pero puede subir hasta 100 euros en función de los servicios cubiertos. Si se domicilia la nómina o pensión (también sirve domiciliar ingresos periódicos), o se tiene hasta 25 años, también se puede evitar este coste.
Santander
En Santander, si quitamos la cuenta 1,2,3, también se puede encontrar una corriente llamada Día a Día. No está remunerada y tiene una comisión de mantenimiento de 8 euros mensuales (96 euros al año), salvo que se cumplan una serie de condiciones: nómina o prestación por desempleo de 600 euros al mes, pensión mínima de 300 euros, ingresos recurrentes equiparables a una nómina, pago de la seguridad social de autónomo (RETA) de al menos 175 euros o recibir una ayuda de Política Agraria Común (PAC) de al menos 3.000 euros al año. Adicionalmente se necesitará cumplir con un requisito más: o domiciliar tres recibos al trimestre o haber hecho seis movimientos con las tarjetas Santander.
Popular
El coste máximo de mantener una cuenta corriente en Popular es de 30 euros al trimestre, es decir, 120 euros al año. Sin embargo, como otras entidades, el banco también estrenó a finales del año pasado un programa (Tenemos un plan) que incluye, entre otras cosas, la ausencia de comisión de mantenimiento o administración, en transferencias o incluso en cheques, en función del perfil del cliente y de su vinculación. Así, por ejemplo, los menores, jóvenes de hasta 28 años, aquellos con nómina desde 600 euros o pensión desde 300 euros, entre otros, pueden acogerse a este programa, que también incluye descuentos.